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Title: Adhesiones á la Venta de los Ferro-carriles de la Provincia
Author: - To be updated
Language: Spanish
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*** Start of this LibraryBlog Digital Book "Adhesiones á la Venta de los Ferro-carriles de la Provincia" ***

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FERRO-CARRILES DE LA PROVINCIA ***



                              ADHESIONES

                                   Á

                    LA VENTA DE LOS FERRO-CARRILES

                                 DE LA

                               PROVINCIA

                                 1889

                               LA PLATA

        543--TIPOGRAFÍA «BUENOS AIRES», CALLE 8 ENTRE 46 Y 47.

                                 1889



Los opositores al proyecto de la enagenacion de los Ferro-carriles
Provinciales han repetido con insistencia que la opinion pública
los acompaña, y hasta han tratado de probarlo buscando adhesiones
á su causa. Unos cuantos ensayos desgraciados que hicieron, en ese
sentido, les probó que no tenian en realidad partidarios.--Su empeño
fué contraproducente. A las escasísimas y débiles protestas que
consiguieron poner de su parte siguió una manifestacion espontánea,
bien representada y numerosa, que tuvo eco entusiasta en casi todos los
partidos en la Provincia, enviando al P. E. y á las Cámaras el estímulo
de su adhesion síncera al benéfico proyecto.

Hemos querido que esas adhesiones no desaparezcan para que pueda
tenerse siempre á la vista, que la opinion en la Provincia está de
parte de su gobernante al llevar á la práctica una de sus hermosas
promesas.



                      MENSAJE DEL PODER EJECUTIVO


                                             La Plata, Enero 5 de 1889.

_A la H. Legislatura._

Tengo el honor de someter á la consideracion de V. H. el adjunto
proyecto de ley, para la enagenacion de los Ferro-carriles de la
Provincia, cuyo envío os anuncié en el mensaje de apertura de las
Cámaras, en el pasado período legislativo.

Pienso que se altera por completo toda nocion de buen gobierno, cuando
se pretende atribuir al Estado el rol indispensable de empresario de
transportes, que solo puede justificarse por excepcion allí donde
no se hace sentir la accion particular. Solo en este último caso la
iniciativa es un deber, es más, es un sacrificio impuesto al Estado, en
obsequio á los intereses de la comunidad.

Pero estos deberes desaparecen cuando el capitalista toma sobre
sí la responsabilidad de explotar una empresa, que por derecho
corresponde eminentemente al esfuerzo particular, en el mismo órden
que le corresponde la explotacion de todos los ramos del arte ó de la
industria.

Estas opiniones no son nuevas para mí, como lo sabeis, pues que mi
programa y mi propósito es constituir en lo posible y dentro de
la órbita constitucional, el máximum de libertad y el mínimum de
gobierno, separando todo resorte que sea inútil é indiscutiblemente
impropio en el mecanismo del Estado.

Me parecia inoficioso deciros lo que está establecido en nuestra
carta fundamental y que constituye el engranage de nuestro sistema de
gobierno; pero me es necesario hacer esta digresion, para demostrar
hasta que punto es conveniente que el Estado intervenga como
administrador de reparticiones agenas á su propia naturaleza.

Los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial son las altas autoridades
que en la Provincia forman el sistema federal vigente en la República
y el ejercicio de sus funciones está circunscripto á los preceptos y á
las reglas atribuidas á cada Poder por la Constitucion que nos rige.
Toda otra intervencion que no forme parte esencial del Gobierno, es
perjudicial para la buena marcha administrativa y á veces suele ser una
rémora para el progreso.

El P. L. encargado de dictar las leyes, necesita de todos los recursos
que económica y lícitamente pueda obtener para autorizar los gastos que
demandan obras tan indispensables que hasta parece absurdo no las tenga
ya la Provincia en el grado de adelanto que se encuentra. Y bien; los
cuarenta millones de pesos oro que importa por lo ménos el valor real
de los Ferro-carriles de la Provincia, y que vendrán del extrangero á
aumentar nuestra riqueza pública, se traduciria bien luego por leyes
de V. H., en canales de desagüe y de irrigacion, en caminos generales
y municipales, en puentes que dieran comunicacion á distritos aislados
de la Provincia, en obras de salubridad, en pavimentos para los pueblos
y tantas obras públicas que reclaman especial y directa atencion por
parte del Estado y que no pueden tener su iniciativa en la accion
particular.

El P. E. por su parto, colegislador con el Parlamento y Administrador
de los intereses generales, por la naturaleza de sus funciones,
podria atender al servicio bastante deficiente de las policias de
campaña y dotar todos los municipios de los recursos que les son tan
indispensables para su progreso, sin desatender el cumplimiento de las
leyes dictadas por V. H. que hoy se cubren con recursos extraordinarios
que pronto han de agotarse.

En cuanto al Poder Judicial, su accion es bien clara: administrar
justicia dando á cada uno lo que es suyo y defendiendo la accion
social, de acuerdo á la Constitucion y las leyes vigentes.

Estas son las verdaderas funciones generales del Gobierno que tiene la
representacion del Estado, y con cuyo ejercicio, en toda su pureza se
garante la mayor libertad y se ejerce la mayor presion posible en el
Gobierno.

A cambio de esto, y si analizamos lo que ha sido entre nosotros la
administracion de los Ferro-carriles del Estado, rueda impuesta á
nuestro mecanismo institucional en circunstancias especiales, hemos
de convenir en que ha sido rémora de muchos progresos, que ha apagado
grandes iniciativas de adelanto y que sin entrar á investigar la verdad
estricta, ha constituido la queja constante de los productores de la
zona Oeste y de la opinion pública.

Bastaba que la inicitiva particular pretendiera extender una línea que
pudiera quitarle en la competencia un kilómetro de peso de transporte,
para que la Direccion General de los Ferro-carriles hiciera la mas
tenáz resistencia y venciera muchas veces, en perjuicio evidente de
los bien entendidos intereses del país: es decir, el Estado empresario
contra el progreso del estado social.

Por mi parte he quebrado esa tendencia y puedo decir que he encontrado
en V. H. la mas felíz acojida, cuyos resultados han de ser provechosos
en lo sucesivo.

En cuanto su parte financiera, muy léjos estoy de deciros que los
Ferro-carriles del Estado, constituyen una fuente de recursos.
La administracion pública por mas escrupulosa que sea, no puede
parangonarse con las administraciones particulares que no están sujetas
á todas las trabas y restricciones que por su naturaleza les imponen
las leyes y reglamentos y de lo que no es posible separarse sin caer en
peligros de resultados tal vez mas funestos.

De aquí que, sirviendo á la zona mas rica y productiva de la Provincia,
los balances de los Ferro-carriles del Estado, ofrecen una utilidad que
tal vez no exceda del 50% de las que aseguran la explotacion de las
demás líneas de la Provincia que pertenecen á empresas particulares.

Y no se atribuya esto á la diferencia de las tarifas de las de los
demás ferro-carriles, pues que la diferencia de rendimientos no está en
proporcion á la diferencia de las tarifas, teniendo en cuenta la zona
explotada por todas las empresas y el término medio en el transporte.

He querido encontrar alguna razon que justificara satisfactoriamente
la teoría de que el Estado debe mantenerse como hasta hoy empresario
de sus Ferro-carriles. El único argumento digno de tomarse en cuenta y
al que se le atribuye una importancia decisiva, es el de que bajo la
administracion del Estado, el Ferro-carril mantiene bajas sus tarifas
para el flete de transporte de nuestra produccion, haciendo eficáz de
esa manera el desarrollo de nuestras industrias.

Este argumento no me hace fuerza ni modifica mis opiniones al
respecto, y es una de mis convicciones profundas que el Estado no solo
tiene el derecho sinó el deber de intervenir dentro de los límites de
la equidad y de la justicia para la reduccion de las tarifas cuando la
produccion y el país los reclaman, sean cuales fueran los capitales de
compañias que tengan en explotacion las líneas férreas acordadas por la
Provincia.

Y si esto no fuera evidente yo pregunto: ¿Cual seria el rol á que
quedara reducido la jurisdiccion y el imperio del Estado, si sus
poderes públicos no pudieran tomar una participacion directa para la
fijacion de tarifas en los ferro-carriles particulares?

Esto que está en la ley, está tambien en las concesiones, porque son de
esas facultades irrenunciables, desde que el Estado no puede despojarse
de atribuciones que le son própias, que forman parte de su soberania y
cuyo ejercicio tiene por objeto salvaguardar los intereses de todos los
habitantes de la Provincia.

Las vías férreas, consideradas en la categoría de los grandes caminos
públicos como que forman parte de la red de comunicacion dentro del
Estado, están sujetas á la accion é intervencion directa del Poder
Público que es el encargado de dirimir estas colisiones que á menudo
se producen entre los intereses de la comunidad y los intereses de
una empresa. Y si el Gobierno puede ordenar á una empresa que levante
una vía que perjudica una comunicacion ó un municipio, si interviene
en la marcha de los trenes, determinando su velocidad y su paradas,
si le pone términos para la publicacion de sus horarios, si ejerce
sin disputa las mil facultades que le atribuyen reglamentos que
puede modificar á su solo criterio; con cuanta mayor razon tiene el
deber de intervenir en la fijacion de las tarifas que son un factor
indispensable para que nuestras industrias lleguen á los mercados de
consumo ó de venta. Sin esa intervencion, las compañias particulares de
ferro-carriles, asumirian las proporciones de una potencia en conflicto
con las autoridades del país.

Tal raciocinio ajustado á las prerogativas y derechos del Estado, hace
desaparecer el único argumento que pudiera oponerse á la sancion de
esta ley.

El caso, por otra parte, está perfectamente previsto en el proyecto que
os someto. Por el art. 2^o inciso 1^o se establece explícitamente la
intervencion del Estado en las tarifas, y el art. 3^o prevé la forma en
que han de cobrarse los fletes por transporte de cereales, que son los
que actualmente rijen en los Ferro-carriles de la Provincia.

Creo que ha llegado el caso de que se establezca por una ley especial
la uniformidad de tarifas para todos los ferro-carriles cuyas
concesiones hayan sido acordadas por la Provincia, uniformidad que ya
existe establecida por el Congreso, en cuanto á los ferro-carriles de
carácter nacional, pues no es justo que un productor goce de una tarifa
mas baja por igual extension de transportes, en competencia ventajosa
con otro productor que deba servirse de una línea distinta.

Es por demás evidente tambien, que el favor acordado á los productores
de la zona que recorren las líneas del Estado, se traduce en una
injusticia notoria desde que perjudica á los productores de las demás
zonas que no pueden competir en precios con los que tienen que pagar
menor flete.

Los beneficios pues que el Estado debiera acordar á todos, se
convierten en una excepcion, y toda excepcion injustificable es odiosa.

Esto será materia de otro proyecto que os someteré en oportunidad.

O el Estado debe ser dueño de todas las líneas férreas de la Provincia
para que los beneficios alcancen á todos los productores, ó deben
entregarse á explotacion particular, estableciendo la uniformidad en
las tarifas de todos los ferro-carriles.

Que el Estado no debe adquirir todas las líneas, es evidente. Fuera
de las consideraciones apuntadas, es de notarse especialmente que el
esfuerzo de capitales que existe en el país y los que diariamente
ingresan del extrangero para obras nuevas, es infinitamente superior á
la renta del Estado que por otra parte tiene destinos especiales.

La multitud de sociedades anónimas fundadas hasta la fecha con
capitales suscritos por muchos millones de pesos, nos demuestra que la
accion particular puede llevar su iniciativa allí donde el poder ó el
crédito del Estado no alcanza.

Pero se agrega tambien como argumento, que los Gobiernos de algunos
países europeos tratan de adquirir las líneas dentro de sus
territorios. Esto todo solo es aplicable por la situacion de fuerza,
que se mantiene en el continente como elemento de defensa ó de
conquista, para movilizar rápidamente el servicio militar.

En nuestro caso el ejemplo no es aplicable.

A cambio de esto, en los Estados Unidos de Norte América, cuyo
territorio está cruzado por la tercera parte de las líneas férreas que
existen en el mundo, todos los ferro-carriles pertenecen á empresas
particulares, con la circunstancia especialísima de que las tarifas por
transportes son las mas bajas conocidas hasta la fecha, como sucede
notablemente en el ferro-carril á Pensilvania que con utilidades de
80.000,000 de pesos como las que tuvo el año de 1884, solo cobra medio
penique por tonelada y por milla de transporte en línea cuyo costo
inicial es á veces excesivo por la calidad de sus terraplenes, obras de
arte y material de traccion.

El ejemplo de los Estados Unidos de Norte-América, es perfectamente
aplicable á nuestra situacion. Con su organismo de gobierno análogo
al nuestro, sus leyes son liberales en materia de explotacion de
líneas férreas por empresas particulares; con una produccion agrícola
excepcional en el mundo y que abarca una superficie cultivada de mas
de 400,000 millas cuadradas, compensa el reducido flete, con la enorme
produccion que transportan, y esta tendencia debe ser la muestra de que
nuestras primeras industrias son de carácter análogo á las de aquella
gran República.

Hay por último un argumento que no puedo definirlo, pero que puedo
clasificarlo como de la preocupacion. Pienso que V. H. no ha de
participar de estos argumentos que hieren la sensibilidad pero no el
raciocinio.

Libro sin embargo en absoluto á vuestro criterio el juicio de este
proyecto, que para mí, de trascendental importancia y forma una de las
bases inquebrantables de mi programa de Gobierno.

Dios guarde á V. H.

                                                          M. PAZ.
                                                      MANUEL B. GONNET.



                DISCURSO DEL MINISTRO DE OBRAS PÚBLICAS

                         Dr. Manuel B. Gonnet.


  SEÑOR PRESIDENTE:

  SEÑORES SENADORES:

Es por vez primera que asisto á las sesiones de vuestro período
legislativo en este año.

He debatido con los señores representantes, en años anteriores, altas
cuestiones de interés público, habiéndose mantenido siempre el debate
á la altura que la dignidad de este cuerpo lo exigia y puedo declarar
con la mas íntima satisfaccion que la Provincia de Buenos Aires, de la
que ejerceis los poderes delegados, debe estar con vuestras decisiones,
porque ellas revelan estudio, competencia, ilustracion y patriotismo.

El Gobernador somete ahora á vuestro elevado criterio uno de los puntos
esenciales de su programa de principios, de ese programa que mereció y
encarnó la voluntad y los deseos de la mayoría de la Provincia en los
sufragios del 5 de Diciembre de 1887.

La cuestion que vamos á debatir, es una cuestion de importancia, de
trascendencia política y social.

No se me oculta, señor Presidente, la idea fundamental que encierra
el proyecto que estamos discutiendo. Afecta principios y doctrinas
que en el órden de las instituciones han pasado ya á la categoría de
axiomas elementales y de conclusion indiscutibles. Cimentadas esas
doctrinas en los Estados Unidos, han tomado carta de ciudadanía entre
nosotros por diversas decisiones del congreso argentino, a la par de
las muy grandes y las muy nobles instituciones y principios políticos y
sociales de la gran República del Norte.

Es, sobre todo, bajo el punto de vista doctrinario que quisiera ser
comprendido por este ilustrado cuerpo, si me cupiera la dicha de que
mis argumentos, despojados de los brillos oratorios que por desgracia
no destellan en mi mente, pudiera, por lo ménos, ser intérprete de
los grandes pensadores que han alcanzado para el mundo el ideal de
la organización social, es decir, la libertad irradiando a todas las
esferas y haciendo del gobierno el mas mínimo resorte del mecanismo
social, sin influencias indebidas, separado de toda concurrencia y
dejando al capital y a la iniciativa particular lo que les corresponde
en la explotacion de las artes, de las industrias y del comercio.

Y digo sobre todo bajo el punto de vista doctrinario, porque el señor
Senador Benitez, que es el único que hasta ahora ha combatido el
proyecto del P. E., no ha tratado la cuestion bajo esta faz, usando de
un ardid parlamentario que no ha de haber pasado desapercibido para los
señores Senadores que han estudiado este punto.

El nos decia desde su alto asiento, _ex-cátedra_, el P. E. pide la
enagenacion de los Ferro-carriles fundado en la mala administracion de
esa empresa. Y sobre este tópico con frases de un efecto maravilloso,
con imprecaciones, con imploraciones, que han de haber subido, estoy
seguro, hasta las puertas del cielo, lo hemos oido en dos sesiones
consecutivas despues de las cuales podemos decir, como los emigrados
franceses en vísperas de la restauracion: «Nada hemos olvidado; nada
hemos aprendido».

Esta circunstancia me obliga á distraer mas de lo que pensaba la
atencion de la Cámara, pues prefiero creer que el P. E. no se ha
explicado suficientemente en el mensaje, antes que decir que el señor
Senador no lo ha comprendido.

Señor Presidente: toda sociedad, todo pueblo, toda nacion, constituye
una comunidad de intereses ejercidos mas ó ménos libremente al amparo
de un poder, de una entidad, de un mecanismo, llámese como se quiera,
que desempeña las funciones de gobierno.

Este organismo social es mas perfecto siempre que, destinadas
perfectamente las atribuciones del pueblo y del gobierno, aquél no
intervenga en los poderes delegados ni éste no ejerza las funciones que
á éste por su naturaleza correspondan el ciudadano ó al capital privado.

Si una sociedad pudiera armonizar tácitamente y sin discrepancias sus
ideas, sus intereses, sus tendencias, no necesitaríamos gobierno. Si
cada uno comprendiera cual es el límite de sus derechos y hasta donde
alcanza el cumplimiento de su deber, sería inútil la accion de los
tribunales; las leyes naturales sustituirían á las civiles y habríamos
llegado al ideal, al desideratum de la perfeccion humana. Pero como
esto es imposible, nuestro espíritu debe inclinarse á acercarse en lo
posible á ello, así como, en lo moral, el hombre debe tender siempre á
la perfeccion, aún en la seguridad de nunca alcanzarla.

Tal es la teoría spenceriana, que hace pesar sobre el pueblo el mínimum
de gobierno, acordándole el máximum de libertad: libertad política,
social, industrial y comercial.

De aquí pues, señor Presidente, que toda intervencion del Gobierno
en los resortes que no le son indispensables para el ejercicio de
los poderes delegados, es un atentado contra la perfeccion de las
instituciones, contra la libertad individual.

Convertir el estado político en una entidad industrial, en concurrencia
con el capital privado, es un absurdo que no resiste la más débil
crítica.

Mantener como hasta ahora el Gobierno atado al régimen del mundo
industrial, concurrencia, es ponerlo en pugna con los individuos, con
el capital privado, haciendo odiosa hasta la misma institucion del
gobierno.

Esta teoría, señor Presidente, la sostuvo tambien uno de los escritores
mas distinguidos y modernos. Leon Say, que luchó en Francia palmo á
palmo contra la intervencion del Gobierno en la explotacion de los
ferro-carriles.

La explotacion de los ferro-carriles por el Estado dijo, en un célebre
artículo publicado en 1881 á propósito de la expropiacion de las líneas
en Orleans, es un absurdo, es una falta grave y mas que una falta es
un crímen, porque en materia política las faltas se convierten en
crímenes, es un atentado contra la fortuna pública.--Tales son las
palabras de este sábio estadista.

En efecto, poner valores industriales, pues tales son los empréstitos
que tienen un fin especulativo, hechos por el ferro-carril, al lado
de los valores que forman el crédito de la nacion, es distraer,
es desnaturalizar, es poner una rueda inútil en el mecanismo del
presupuesto.

Muy contrariamente á lo que nos decia el señor Senador Benitez, he de
apoyar mi tésis en la opinion de distinguidísimos autores modernos que
han tratado esta materia.

A él no le convenia buscar este apoyo, porque la numerosa mayoría de
los escritores que han tratado la cuestion relativa á la explotacion
de los ferro-carriles por el Estado, condena ese principio temerario.

Pero en una cuestion de esta naturaleza aún cuando pueda herir
alguna susceptibilidad, prefiero antes que presentarme solo en la
arena del debate, como lo ha hecho el Senador Benitez, compartir
la responsabilidad de la gloria de ese hecho con Herbert Spencer,
con los Say, con Duverger, con el ilustre Hadley, con el eminente y
distinguidísimo economista Leroy-Beaulieu, y con mil escritores que
podría citar en este momento, que el señor Senador ha de tener en su
biblioteca y que tambien ha de haber consultado. Estoy seguro de ello.

Yo no he de decir como el señor Senador, que nada tienen que hacer en
este asunto las opiniones de las eminencias del siglo.

Sr. Presidente: el pensamiento no tiene mas pátria que el cerebro de
los sábios y de los ilustres, sea cualquiera el clima ó el sol bajo el
cual hayan nacido.

Para no fatigar demasiado la atencion de la Cámara con la lectura de
las opiniones de los distinguidos economistas que tengo á la mano en
el «Journal des Economistes», voy á leer simplemente la conclusión a
que arribó Leroy-Beaulieu apropósito de esta cuestion, y de un estudio
comparativo de los ferro-carriles en los Estados Unidos y Europa.

Traduzco del francés, y tal como lo dice Leroy-Beaulieu:

«En cuanto á los proyectos de explotacion de ferro-carriles por el
Estado, son tales niñerías, que los que piensan de esta manera dan la
prueba mas completa de su incapacidad financiera y administrativa.

«Hemos viajado en ferro-carriles en gran parte de la Europa, en Estados
Unidos y en el Canadá y hemos podido constatar que es precisamente en
los países donde el gobierno se ha ocupado ménos de ferro-carriles,
donde se ha podido establecer mas ó ménos libremente, sin subvencion
y sin un mínimum de reglamentacion, donde se han multiplicado mas
rápidamente donde se viaja de la manera mas confortable y donde reina
una tarifa mas baja».

Refiriéndose á los ferro-carriles franceses con relacion de los
americanos dice:

«Su material es incómodo, transporta generalmente los viajeros de
tercera clase en wagones que los americanos no quieren para sus
bestias. En cuanto á los departamentos reservados, destinados á los
privilegiados, quedan generalmente vacíos, mientras que la generalidad
de los viajeros se colocan en los demás compartimentos.

«Hemos visto funcionar en los Estados Unidos la concurrencia en materia
de ferro-carriles y á pesar de todo lo malo que hemos oido decir.....
en Francia no nos han dado la prueba de la incapacidad financiera y
administrativa de los americanos».

Y bien, señor Presidente, esta teoría aceptada por todos los estadistas
modernos, ha sido seguida tambien en todas las naciones civilizadas del
mundo, y voy á demostrarlo.

Los Estados Unidos, con mas de ciento sesenta mil millas de
ferro-carril, es decir, una suma total que excede a todos los
ferro-carriles de Europa, con los cuales podría ponérsele una cintura
al mundo de ocho líneas paralelas, no tienen un solo kilómetro que
pertenezca al Estado, y llega á tanto el respeto que se tiene por
la libertad industrial, que los dos partidos que se disputan el
predominio de la opinion, el partido republicano y el democrático,
han llegado á ponerse de acuerdo respecto á esta cuestión. Como se vé,
allí, es una cuestion de doctrina, es un principio respetado por todos
los partidos y por el espíritu eminentemente liberal de la nacion.

El partido republicano, en los veinticinco años transcurridos hasta
la presidencia de Cleveland, jamás consintió que se extendiera en el
territorio americano una línea férrea del Estado, y Cleveland mismo
declaró ante el Congreso, en 1888, que aunque tenia un superavit de
ciento cuarenta millones en el presupuesto, no se atrevia á emprender
obras como ferro-carriles y canales que fueran á hacer competencia ó
concurrencia á intereses privados.

En una fecha mas reciente, Harrison, representante del partido
republicano que acaba de subir al poder, ha declarado que ese superavit
alcanza hoy á trescientos millones y hacen sin embargo la misma
manifestacion:--que no se atreve á emprender la construccion de obras
de ferro-carriles ó de canales, que puedan de alguna manera hacer
competencia al capital privado.

La Inglaterra, la ilustre Inglaterra, separada del continente,
conservando su poder marítimo, no necesita de los ferro-carriles como
elementos de guerra, y ha rechazado, por una inmensa mayoría, una
proposicion presentada á la Cámara de los comunes, tendente á expropiar
las líneas férreas pertenecientes á particulares.

Pero lo mas noble de esta decision, es que esta campaña gloriosa se
la disputan conservadores y liberales, los _whigs_ y los _torys_,
Gladstone y Salisbury, es decir, la vida y el pensamiento de la nacion
inglesa.

Hay entre nosotros tambien un dato que ofrecer, dato que hace apenas
media hora me acaba de comunicar un Diputado al Congreso de la Nacion
y que voy á invocar, bajo la fé de su responsabilidad,--el Diputado
Portela;--el Senado de la Nacion acaba de adoptar por unanimidad de
votos, sin discrepancia, el informe presentado por el Dr. Zavalia
referente á la cláusula que establece que á los 99 años pasará un
ferro-carril á ser propiedad del Estado, conforme en el cual este
orador decia: esa cláusula debe rechazarse porque ya es indiscutible
en el mundo civilizado que el Estado no debe ser empresario de
ferro-carriles.

Francia y España han seguido la misma teoría y solo en algunos
estados europeos se acaparan las líneas férreas, sometiéndolas á la
ley marcial, porque las necesitan como elementos de guerra para el
transporte de sus divisiones en un momento dado. Es lo que sucede
en Alemania, puesta bajo el pié de guerra. Los empleados de los
ferro-carriles alemanes son jefes y oficiales del ejército que gozan
del sueldo y de la categoría de tales jefes y oficiales.

¿Pero acaso nuestras instituciones son como las instituciones alemanas?

¿Acaso nuestra institucion requiere este aparato belicoso?

Segun las teorías alemanas, justo fuera, señor, que armáramos un
ejército permanente y que distrajéramos todos nuestros recursos en el
presupuesto de guerra.

Pero lo que en Alemania es aplicable por una situacion de actualidad
política, anormal, entre nosotros es simplemente absurdo, como es
absurdo en los Estados Unidos, en donde con una poblacion de mas de
sesenta millones de habitantes no hay un solo kilómetro de vía férrea
perteneciente al Estado,--y el ejército permanente apenas alcanza á
25,000 hombres.

Lo que en Alemania puede considerarse como política del canciller
de hierro, que pretende encerrar el Estado en esa fórmula estrecha
del predominio de sus emperadores en la Europa, entre nosotros es la
libertad dentro de la democracia mas pura, abriéndoles horizontes á
todos los que quieran contribuir de cualquier manera al desarrollo y
engrandecimiento de la Provincia y de la Nacion.

Está, pues, el Senado, en presencia de dos doctrinas completamente
opuestas, la una doctrina de absorcion, la otra doctrina de libertad,
una que ha hecho gran camino en el mundo, otra que se ha reducido allí,
á los límites de la Alemania.

La teoría alemana con sus tendencias absolutistas, pretende arrojar
á los piés de la corona todo lo que importa la vida y el alma de la
Nacion, fuerza, riqueza, poderío, industrias, todo, absolutamente
todo está encarnado en la casa reinante, sin que se cite, sin que se
mencione ni se tome en cuenta la libertad para nada.

Todo está militarizado; un soldado para cada ciudadano, una fortaleza
para cada pueblo: las industrias oficializadas, un plan de estratégia
y astúcia diplomática para el gabinete y otro plan de campaña para el
dominio del continente.

La conquista es el fin--y los medios..... los medios allí se maquinan
en el cerebro del canciller de hierro, que domina la Nacion alemana
bajo la presion de sus dedos en el boton eléctrico del Ministerio del
Estado.

Y en cuanto á la otra teoría, ha echado raíces profundas, ha
desparramado los bienes á manos llenas: los Estados Unidos la
consagraron, porque ellos fueron tambien los que consagraron la
libertad moderna.

Allí el pueblo es todo: la riqueza es patrimonio á que pueden aspirar
todos; la libertad es de todos y la gloria se comparte con igualdad.

En la República americana no se vé al gobernante, se vé al ciudadano:
máximum de libertad, mínimum de gobierno. La fuerza es para defender
las instituciones, para defender el equilibrio y la autonomía de
América, de acuerdo á la teoría de Monroe, y la gloria americana es
gloria universal porque se refiere á las creencias, á las artes, á las
industrias y á la literatura.

En política se llama Washington, se llama Jefferson, Lincoln, etc., en
la ciencia se llama Franklin ó Edison, y en la literatura Edgar Poe,
Longfellow, Parker, Cooper y Emerson.

El trabajo libre, el capital libre, las industrias y el comercio
libres, esto es lo que mantiene las instituciones y el poderío
americano.

He aquí el secreto de lo que es la democracia triunfante, que con tanto
caudal de datos nos ha explicado el eminente escritor inglés Carnegie.

¡A cuantas consideraciones no se presta esta teoría absorbente que se
pretende establecer en la Provincia de Buenos Aires, para que el poder
público sea el administrador de todas las actividades dejando á un lado
la concurrencia del capital privado!

Y hoy es el Gobernador de la Provincia el que viene á deciros: «tengo
en mis manos una rueda inútil en el mecanismo de la administracion
pública. Este elemento de accion, puesto al servicio de propósitos
bastardos, ha hecho peligrar muchas veces las libertades individuales.»

Es el gobernante honrado el que viene á declarar: «renuncio á esta suma
de atribuciones y de poderes que se me dá y que en muchas ocasiones ha
servido para sofocar las libres manifestaciones de la opinion pública.»

Eso lo conoceis vosotros, lo conoce el Gobernador de la Provincia, lo
conoce todo el pueblo de Buenos Aires; no hay necesidad de repetirlo.

Los opositores al proyecto del P. E. apoyaron su opinion primeramente
en la doctrina y en el ejemplo de las demás naciones civilizadas.

Se les demostró que la teoría y el ejemplo abonaban en favor de la
enagenacion.

Francia, Inglaterra, Estados Unidos y España, han hecho jurisprudencia
sobre la materia.

Parapetados despues dentro de la teoría absurda de la Alemania, no
consideran que eso responde á planes militares, y que lo que es
aplicable en Alemania, es perfectamente exótico en todos los países
libres de América.

Estrechando mas todavia la demostracion, pretenden rechazar la doctrina
y el ejemplo de las demás naciones y sostienen que la Provincia de
Buenos Aires no es Estado!

Esa herejía constitucional y jurídica está consignada ahí, en una
circular presentada á la Cámara y leida en la sesion pasada, por los
que sostienen el tanto por ciento de la diferencia de tarifas en contra
de una cuestion que es de doctrina, de administracion, de principios y
de libertad.

Decir que la Provincia de Buenos Aires no es Estado, es ignorar los
rudimentos del derecho.

Recorra, el que eso ha escrito, las páginas del Código Civil, y
encontrará en muchísimas ocasiones la denominacion que dé tanto á la
Nación como á las Provincias.

¿Qué es lo que tratamos de enagenar?

Son los ferro-carriles del Estado.--Y ¿á qué Estado se refiere, sinó á
la Provincia de Buenos Aires?

No necesito argumentar mas sobre este punto.

Pero los que pretenden que doctrinariamente el Estado debe explotar los
ferro-carriles, deben empezar por presentar un proyecto estableciendo
que todas las líneas pertenezcan al Estado.

Deberían decir que la línea del Sud, la de la Ensenada, la del Norte y
todas las que cruzan el territorio pertenecieran tambien al Estado, y
fueran administradas por él.

¿Qué criterio habría en este Senado, en la Cámara de Diputados, en la
Legislatura y el P. E. que han acordado, durante este año y el pasado,
mas de seis mil kilómetros de línea férrea á empresas particulares: es
decir, mas de tres veces la extension de las líneas que actualmente
existen en explotacion incluyendo las líneas férreas del Estado?

Y siguiendo este órden de consideraciones, porque debemos llevar hasta
el extremo las consecuencias del argumento: ¿porqué no se establece
tambien que las municipalidades expropien los tramways, pues que
son elementos de transporte y están en las mismas condiciones con
relacion á las municipalidades que los ferro-carriles con relacion
al Estado de Buenos Aires? y siguiendo siempre en ese mismo órden de
ideas llegariamos hasta este absurdo: que el Estado está en mejores
condiciones de poder ofrecer á todos los ciudadanos de la Provincia,
por iguales partes, la ropa, el alimento, etc., es decir la competencia
en todas las industrias, en todos los ramos del comercio.

Yo siento tener que decirlo, señor Presidente, pero no puedo eximirme
de ello; los directorios de los Ferro-carriles han sido una rémora
completa para el desarrollo y para el progreso del país.

Bastaba que una línea fuera pedida en concurrencia con el capital de
la empresa, de la que ellos llamaban Ferro-carril del Estado, para
que se opusieran tenazmente, llevando su oposicion á tal extremo, que
el Gabinete tenia que rechazarla en muchos casos y hasta la Cámara
tambien, por no hacer competencias, deteniéndose con ésto los progresos
y el desarrollo de una zona enorme de la Provincia.

Felizmente reaccionará con la política liberal del señor Gobernador de
la Provincia apoyado por el Senado y Cámara de Diputados que ha de dar
fecundos resultados para la Provincia.

Nada seria si una ejemplar administracion en los Ferro-carriles
del Estado pudiera cubrir todos los inconvenientes que presenta la
explotacion oficial.

Pero, es bien sabido que entre nosotros como en Inglaterra, como en
todas partes del mundo, la administracion _industrial_ del Estado, es
administracion mala, es administracion pésima, y para concretarme á lo
que son los ferro-carriles, me basta deciros que desde hace treinta
años no se ha levantado un plano siquiera entre nosotros que determine
cuales son las propiedades del Ferro-carril, que el señor Director
Arias, uno de los mas distinguidos colaboradores en la administracion
de la Provincia, se ha empeñado sobre manera para obtener y terminar
esta obra tan necesitada y que en dos años, no ha podido terminarla,
porque no hay datos y porque no hay un rastro dejado por las
administraciones anteriores.

Me bastaria deciros que no se conoce todavia cual es el capital móvil
del Ferro-carril; me bastaria deciros que hay un número de empleados
inútiles é inconvenientes y que esta falta no procede del Director, ni
del directorio, sinó de todos nosotros, pues todos debemos asumir esa
responsabilidad; ella viene desde el directorio, desde el P. E. y hasta
desde las mismas Cámaras que han aumentado los sueldos en muchos casos.

Me bastaria decir al Senado que actualmente el Ferro-carril tiene un
excedente enorme de material que está vendiéndolo y esto es debido á
los directorios anteriores que lo han acumulado sin tener en cuenta
cuales eran las necesidades del Ferro-carril.

Me bastaria decir al Senado que apesar de todo este excedente de
material que tiene el Ferro-carril, recibo quejas á cada momento en el
Ministerio, respecto al retardo no solo en la entrega de wagones sinó
en la entrega de mercaderias, y muy apesar de lo que decia el señor
Senador Benitez de que el pueblo paga y se calla: apesar de estos
inconvenientes yo debo recordar al señor Senador Benitez que si bien él
paga, no se calla nunca, porque él es el que mas se me ha quejado en
materia de mala administracion de Ferro-carriles.

Me bastaria deciros que esta línea debe producir mas de un 30 por
ciento sobre su capital medio explotado, en relacion al producido que
dá el Ferro-carril del Sud, y en relacion á los transportes que tiene
que hacer en la proporción de tres á uno, y solo produce el 3-1/2 por
ciento apesar de lo que decia el señor Benitez que producia el 7 y pico
por ciento.

Y para esto me fundo en que el señor Senador Benitez ha tomado como
base el balance de los Ferro-carriles del Estado; no tomando en cuenta
que ese balance viene equivocado desde treinta años atrás.

Esos 27 millones se han de convertir dentro de poco en mas de 60
millones, porque el capital del Ferro-carril excede de esa suma.

Tengo entre mis datos que antes del año 82 los Ferro-carriles de la
Provincia tenian un capital real de 11 millones, y desde entónces hasta
la fecha, se han hecho tres empréstitos que ascienden á 25 millones
oro, lo que hace un total de 36 millones: sé por último, que el capital
real del Ferro-carril pasa de 43 millones seiscientos mil pesos, sin
contar los dos millones que vale el terreno donde está establecida la
estacion de La Plata y que está calculado en el balance en mil pesos,
sin contar el costo de los terrenos de Tolosa y sin contar con mas de
tres millones de nacionales, valor de las tierras que está ocupando el
Ferro-carril de propiedad de particulares y que tarde ó temprano tendrá
que pagar; es decir, mas de 50 millones de nacionales.

Me bastaria deciros que para que el Ferro-carril cese de llamarse la
montaña rusa, como lo ha calificado la opinion pública, en su trayecto
desde Buenos Aires á Merlo, será preciso expropiar una faja de tierra
al lado de la línea en quintas valiosísimas, pues que en las líneas
actuales no es posible mejorarla, desde que los trenes la recorren
cada cuarto de hora y el levantamiento de un solo riel importaria un
entorpecimiento.

Haciéndose esta obra que es necesaria, los intereses que produciria el
Ferro-carril alcanzarian á 1% escaso.

Podria deciros tal vez, si me animara á decirlo.... pero no me animo
é ello porque creo no debo decirlo en el H. Senado en sesion pública.
Lo he manifestado todo en el seno de las Comisiones de Hacienda y
Legislacion y estoy dispuesto á manifestarlo aquí si el Senado entra
en sesion secreta; pero creo que la prudencia y el patriotismo me
aconsejan callar todo lo que se refiere á la parte financiera de los
Ferro-carriles del Estado.

El señor Senador Benitez, miembro informante de la minoría de las
Comisiones, empezaba su discurso con una referencia histórica de los
Ferro-carriles de la Provincia.

Acepto sus datos pues son rigurosamente exactos, pero para deducir
conclusiones completamente distintas de aquellas á que arribaba el
señor Senador Benitez.

El, nos decia, invocando la autorizada opinion del Dr. Basavilbaso,
hace quince años, que lo que convenia no era la enagenacion de los
Ferro-carriles, sinó una buena administracion.

Aquel directorio á que aludia de distinguidísimas personas
representantes del saber, como representantes del comercio,
representantes de la alta banca, no han de ser ni mas honorables, ni
mas patriotas que muchos de los directorios que les han sucedido, y
sin embargo, ni entónces, ni despues, ni en la época presente, hemos
llegado á esa fórmula que con tanto entusiasmo, que con tanta decision
proclamaba de tan buena fé el ilustrado Dr. Basavilbaso.

Y no hemos llegado ni llegaremos mientras subsista el pecado original,
es decir, el Ferro-carril en manos de los poderes públicos.

Pero me equivoco, hemos adelantado desde quince años á esta parte.

El mismo señor Senador Benitez se encargaba de revelarnos un secreto
que de hoy en mas pasará á la historia de los Ferro-carriles de la
Provincia.

Un señor don Pio Aguirre, si mal no recuerdo, se ha tomado la molestia
de hacer competencia al Ferro-carril con sus carretas, desde el
Pergamino á San Nicolás, y lo ha conseguido con ventaja, segun el señor
Senador Benitez.

No necesitaba yo mas argumento: ni el defensor mas obstinado del
proyecto del P. E. podia ofrecer un dato tan abrumador, que hiere de
muerte á los opositores y que demuestra toda la mala administracion del
Ferro-carril del Oeste.

Mientras en Francia, en Inglaterra, en Estados Unidos, en España, en
todas partes del mundo civilizado se busca con ahinco la manera de
viajar con mayor rapidez, con mayor seguridad y con mayor comodidad,
en globo, si fuera posible conseguir la direccion, aquí un señor Pio
Aguirre se halla en camino de introducir las tortugas para hacer
competencia á nuestras ricas máquinas _Compound_ manejadas por las
inespertas manos del Estado.

¡Qué cuadro de bellas perspectivas para la Provincia, de esperanzas que
no estaban en mis datos ni en mis libros!

Esas carretas á que se refiere el señor Senador, bien pueden pasar á
los escaparates del museo platense, tan rico en ejemplares de la época
terciaria.

Pero yo le daré otros datos, y es que hace mas de once años, en 1877,
otro señor, don Agustin Martinez, le hacia competencia á ese señor
Aguirre: ese señor hacia competencia al Ferro-carril del Oeste, desde
Buenos Aires á Mercedes.

_Sr. Benitez_--Si me permite.--No es don Pio Aguirre quien hace
competencia al Ferro-carril, don Pio Aguirre, utiliza esa competencia
que le hacen los cargadores en razon de estar momentáneamente mal
administrado el Ferro-carril.

_Sr. Ministro_--No momentáneamente, no señor, porque acabo de decirle
que hace once años, en 1877, habia otro señor que hacia lo mismo.

_Sr. Benitez_--Don Pio Aguirre no es empresario de transportes, con
carretas; él solamente las utiliza.

_Sr. Ministro_--Perfectamente, cambio la forma de la frase; cambio el
nombre del empresario y es lo mismo.

Terminado el informe que reasume toda su argumentacion, el Senador
Benitez procede á una especie de diseccion anatómica del mensaje del P.
E.

Tendió el cadáver en el anfiteatro. Abrió su cartera y hundió el
escalpelo sin fijarse que el cadáver tenia aún vida suficiente para
levantarse--y demostrar al habilísimo operador que habia errado el
camino.

Tócame á mi el turno de empuñar el escalpelo aunque no con tanta
habilidad como el señor Senador,--y si hago incisiones algo profundas
es solo para demostrar que la enfermedad es crónica--y que al enfermo
le esperan resultados funestos.

Nos decia el señor Senador que el Gobierno era propietario ó ejercia
actos de propietario; fundado en las disposiciones del código civil y
que todas las leyes de la Nacion y de la Provincia le amparaban en ese
derecho.

Si efectivamente es cierto que el Gobierno hace actos de propietario
al explotar los Ferro-carriles Provinciales, no es ménos cierto que
ese derecho afecta los intereses generales y que está en pugna con los
principios institucionales del Gobierno.

¿Qué es el derecho?

El derecho positivo, bien lo sabe el señor Benitez, es el que se deriva
de la ley.

Pero es indiscutible que si la ley consagra la dictadura, la
monarquia,--el dictador, el monarca, ejercerian el derecho, sin que de
eso se diga que ese derecho está justificado ante los sanos principios
que rigen la doctrina.

Lo que debatimos aquí no es un hecho; ya sabemos que el Ferro-carril
pertenece al Estado.

Con eso el señor Senador no nos ha dicho una novedad.

Lo que debemos averiguar es si ese derecho es justo, si el Estado
tiene derecho de intervenir en el campo de accion que corresponde
á los particulares, si está en las conveniencias sociales que el
Gobierno, apesar de todas las necesidades que vienen atrás: se mantenga
ejerciendo la industria de empresario de transportes de toda la zona
Oeste de la Provincia.

Creo señor, haberlo demostrado con las opiniones de todos los autores
que he citado, con el ejemplo de todas las naciones del mundo que la
han seguido.

Estas opiniones arraigadas en el P. E. que han dado motivo, de paso, á
una crítica acerba de parte del señor Senador, las ha manifestado solo
como demostracion de mayor estudio, porque pudiendo haber presentado
este proyecto á la consideracion de la Legislatura el año pasado, ha
preferido postergarlo á fin de que se haga la discusion ámplia en toda
su extension.

De estas opiniones se deduce que hay rodajes inútiles en la
administracion; y el señor Senador ha creido ver en estos rodajes
inútiles, empleados, jefes de reparticion y hasta reparticiones
obstruccionistas.

No es ese el pensamiento del P. E.

Pise mas alto el señor Senador.

Pise en el campo de la doctrina y verá que lo malo, que lo inútil,
que lo inconveniente es el Ferro-carril en manos del Estado; el
Ferro-carril que no avanza, que vá en contra de la doctrina y de los
principios de libertad; porque es atentatorio á los derechos del
ciudadano.

Sí señor Presidente, atentatorio, porque atenta contra la igualdad
de los derechos de los ciudadanos, desde el momento que acuerda
beneficios en las tarifas que no pueden compartir por igual todos los
habitantes de la Provincia.

Y en esta balanza de la distribucion de los beneficios hace 30 años que
el Estado hace pesar su poder y su influencia sobre la zona Oeste;--y
hoy que el P. E. levanta la bandera simpática de la igualdad, que es la
razon, la justicia de todas las democracias, se pretende impresionar
á la Cámara so pretexto de un mal entendido patriotismo, de una
preocupacion inconcebible!

Hace mucho tiempo que ha debido dictar la Legislatura la ley de
uniformidad de tarifas para todos los ferro-carriles; y ese proyecto
que está en la carpeta del Senado, si felizmente se convierte en ley,
ha de terminar de una vez con todos los privilegios odiosos, con todos
esos beneficios, en favor de algunos, en oposicion con la democracia
que proclama la igualdad.

¿Qué derecho tienen los productores del Oeste sobre los del Sud para
que el Estado les ofrezca disminucion de fletes y les ponga en mejores
condiciones para competir en los mercados de consumo?

¿Y con qué derecho se acuerdan esos privilegios?

No se ha invocado razon alguna para esa excepcion.

El señor Senador Benitez hablaba tambien de la ley de centros
agrícolas. Si el P. E. tiene alguna pasion, esa pasion es por el
progreso, por el engrandecimiento, por el desarrollo de la Provincia de
Buenos Aires.

De esa pasion ha nacido la ley de centros agrícolas, esa ley tan
combatida al principio y que está dando y dará resultados tan fecundos,
porque ha de contribuir á equilibrar en lo posible la importacion con
la exportacion.

Y bien, el P. E. ha obtenido de todas las líneas férreas de empresas
particulares que se han acogido á los beneficios de esa ley, la
disminucion en los transportes de los productos que pertenecen á sus
centros.

El señor Senador Benitez nos decia que esos beneficios habian sido
acordados exclusivamente por los Ferro-carriles del Estado, y yo le
digo que los Ferro-carriles del Estado han quedado atrás en relacion á
los particulares, como voy á demostrarlo.

Casualmente ha caido en mis manos un aviso que voy á leer, que
demuestra hasta donde puede ir la iniciativa privada en favor de los
intereses generales.

«F. C. del Sud--Aviso: En vista de la concesion acordada á los
agricultores á quienes alcanzan los beneficios de la ley de centros
agrícolas, la empresa resuelve hacer la misma rebaja del 25% extensiva
ó los cultivos agrícolas producidos en la zona servida por este
Ferro-carril, por agricultores que no estén comprendidos en aquella
ley».

Es decir, que mientras el Estado acuerda la rebaja de 25 por ciento
para los centros agrícolas, las empresas particulares lo acuerdan para
los centros agrícolas y para los que no son centros agrícolas tambien.

¿En qué queda entónces el argumento del señor Senador Benitez?

El señor Senador nos daba un consejo tambien, reprochando la actitud
del P. E. que habia declarado en el mensaje que el Estado era mal
administrador. Le agradezco, por mi parte el consejo; pero debo
declarar que seguramente no lo he de aprovechar, porque tengo por
costumbre, como la tiene el P. E., decir honradamente la verdad, y
siempre la verdad en todas las ocasiones y circunstancias de la vida,
sean cuales fueren los intereses que resulten heridos.

¡Cómo he de decir que el Estado es buen administrador!

Todos los señores Senadores conocen la obra de uno de los mas
distinguidos escritores ingleses, Herbért Spencer: _La Ciencia
Social_, que ha sido escrita expresamente para demostrar todos los
inconvenientes que la administracion pública trae consigo y todas las
ventajas que tiene la administracion cuando está entregada al interés
privado.

Dice Herbért Spencer refiriéndose á los que pretenden que deben
comprarse los ferro-carriles: «_El Estado deberia comprar los
ferro-carriles_, dicen con toda seguridad las personas que leen
todas las mañanas en su diario, que el caos reina en el almirantazgo
y el desórden en nuestros arsenales, que nuestro ejército está
mal organizado, que nuestros diplomáticos cometen inconveniencias
comprometiendo la paz, ó que paralizamos la accion de la justicia por
deficiencias de formas, por gastos y por dilaciones».

Y yo podria decir tambien: El Estado deberia comprar los
ferro-carriles, dicen con toda seguridad las personas que ven todos
los inconvenientes de los ferro-carriles, todos los inconvenientes que
existen en nuestra marina y todos los inconvenientes que proclaman los
diarios constantemente con relacion á las proveedurias y á todos los
negocios en que interviene el Gobierno.

Este libro extensísimo, que me guardaré muy bien de leerlo á la Cámara,
trae sin embargo datos que me es forzoso ponérselos á la vista.

Refiriéndose á los males que ha traido siempre el almirantazgo inglés
y la intervencion del poder público en la administracion, despues de
citar los casos de pérdida de muchos vapores del almirantazgo, por
causas que jamás hubieran dado lugar á la destruccion de un solo buque
de la marina mercante dice: «Se ha visto esto cuando el descubrimiento
del estado de corrosion de las placas de Glatton ha venido á probar que
el almirantazgo no habia adoptado para sus blindados el procedimiento
de que los armadores se servian desde hace mucho tiempo con éxito.

«Se ha visto, despues de la pérdida de los marinos del «Ariadna», que
ha venido á enseñar, por una parte, que una fragata de veintiseis
cañones poseia ménos canoas de salvataje que las que el reglamento
impone á las naves de cuatrocientas toneladas, destinadas á recibir
pasajeros, y por otra parte, que al poner esas naves á la mar no tenian
á bordo ni aparatos Kynaston ni el aparato Clifford, bien superiores y
tantas veces puestos á prueba por la marina mercante.

«Se ha visto tambien por la no adopcion del regulador Silverg para las
máquinas de buques á vapor. Hacia mucho tiempo que los buques que no
pertenecian al Estado estaban provistos de ese regulador que previene
los inconvenientes de las máquinas. La marina real acaba de emplearlo
cuando ha visto que sus máquinas estaban destruidas. Esta incapacidad
relativa de la administracion se hace mucho mas notable cuando se
remonta muchos años atrás».

Herbért Spencer lo demuestra en muchos casos, y para no citarle á la
Cámara mas que dos, voy á decirle cuales son:

«En 1593 se descubrió que el jugo de limon era conveniente para curar
el escorbuto, es decir, esa enfermedad que tanto abunda entre los
marinos. En ese año el señor Hawkins y varios otros curaron á las
tripulaciones con el jugo de limon, y en todos los años subsiguientes
el comodoro Lancaster y otras personas que aquí se citan, escribieron
sobre este importante descubrimiento. El almirantazgo inglés jamás se
habia preocupado de suministrar el jugo de limon para combatir esta
enfermedad.

«En 1780 hubo dos mil cuatrocientos casos de escorbuto en la flota de
la Mancha; en 1795 la epidemia fué tan violenta que comprometió la
seguridad de la misma escuadra. Recien entónces el Gobierno inglés
aplicó el jugo de limon al escorbuto en la escuadra, es decir, dos
siglos despues, porque habiéndose inventado en 1593 recien se aplicó en
1795.

Esto mismo sucede con mil otros descubrimientos, como en el caso de la
hipecacuana, descubierta en 1648, que recien hace dos ó tres años el
Gobierno inglés ha mandado hacer cultivo de ella en la India.

Podria citar todos estos casos, porque este es un libro completo, que
trata de la mala administracion del Gobierno. Y no solo sucede esto en
Inglaterra, sinó en todas las partes del mundo sin excepcion.

Decir que el poder público es buen administrador es contrariar todos
los hechos, todos los antecedentes históricos, toda la verdad y todos
los ejemplos que vemos continuamente en todos los países del mundo.
Esto puede servir para una moraleja, para un cuento de niños; pero
lo que es á la razon severa del legislador no es posible traer este
argumento sin demostrarlo plenamente con hechos y antecedentes.

Uno de los puntos, creo, en que mas se ha detenido el señor Senador
Benitez, era el relativo á la Ley Orgánica de los Ferro-carriles del
Estado. El nos decia que esa ley es mala, que es inconveniente.

Es muy fácil decirlo. Lo que es difícil y lo que no ha hecho el señor
Senador es probarlo.

¿Dónde está su demostracion? Yo podría decirle lo que un geómetra
célebre que asistia á la representacion de Phedra, esa obra del ingenio
de Racine.

Mientras todos los concurrentes se lamentaban y lloraban en los pasages
patéticos, él preguntaba:--Pero esto ¿qué demuestra? Esto no demuestra
ninguna ecuacion; esto no demuestra ni siquiera que el cuadrado de la
hipotenusa es igual á la suma del cuadrado de los catetos!

Y bien, yo podría decir despues del discurso del señor Senador:

--Muy poético! pero ¿qué es lo que ha demostrado?

Para demostrar la consistencia del argumento á que me referia hace un
momento, me basta decir que el señor Senador era miembro de esta Cámara
cuando se discutió la Ley Orgánica de los Ferro-carriles.

¿Por qué no sostuvo entónces estas ideas? ¿Por qué no las hizo triunfar
en esta Cámara?

Yo lo creo muy capaz al señor Senador Benitez de hacer algo muy bueno,
porque lo creo capaz de muchas cosas buenas. Pero lo que debo decir,
lo que no debo ocultar es que es mucho mas difícil crear que criticar,
y que para bien de la Provincia yo le cederia mi puesto pudiendo así
hacer prácticas sus ideas y yo tomaria el puesto de censor, posicion
mucho mas cómoda y en la que se conquista, parece, aplausos y simpatías
de un eco unánime.

He leido, señor Presidente, y he releido todo el discurso del señor
Senador, pronunciado en la última sesion, y debo declarar con toda
franqueza, que apesar de toda la buena voluntad que he puesto para
comprenderlo, he encontrado un vacío absoluto, algo de metafísico,
mucho caudal de lectura que no hacia al caso; mucha retórica, sí mucha
retórica: el ombú solitario, el triste gaucho con la guitarra al
hombro, atravesando el desierto, y hasta el centauro aparece allí.

Apesar de esto no debo dejar pasar desapercibidas las frases que he
deseado y deseo explicarme todavia porque no las comprendo.

Decia el señor Senador como epílogo de su discurso:

«No se puede pasar por todo y entrar en todas partes con el talisman
de la época con el «ábrete sésamo» de nuestros dias; no se llega
á todo al amparo único de las ideas que llevan como divisa los
mercaderes, _iniciativas particulares eficaces_--_habilidades de
sindicatos_--_prevision de accionistas_, etc. La Cámara de los pares
de Buenos Aires no es una bolsa de comercio, no es una reunion de
traficantes apurados á hacer oro de todo»

       *       *       *       *       *

«El recinto de la Legislatura de Buenos Aires, tiene á su puerta «el
ángel de la guarda de la pátria» dispuesto á sacrificar por la pátria
toda idea tendente á sacrificar, por dinero, haciéndola materia de
negocio, esa cosa sagrada que se llama los Ferro-carriles de Buenos
Aires.... etc.»

Muy bien, señor Presidente; estas dos frases parecen á primera vista
que encarnan un cargo directo al P. E. que ha presentado estas ideas á
la consideracion de la Cámara; están en contradiccion con declaraciones
hechas anteriormente por el señor Senador relativas á la intachable
honradez, patriotismo reconocido del señor Gobernador de la Provincia.

No necesitaba el Gobernador este bautismo con que lo ha unjido el señor
Senador.

Pero si esto importara un cargo, yo me encargaria de que no quedara en
pié; porque representante del P. E. no puedo consentir al señor Senador
ni á nadie que pretenda so pretexto de producir efecto en el auditorio,
deprimir la alta autoridad del P. E.

Entónces he dicho, señor Presidente: ¿Qué significa esta frase:
_mercaderes apurados, Cámara de pares convertida en bolsa de comercio_,
etc? Y entónces veo que es una frase sin sentido que no tiene
aplicacion alguna en este caso.

Se ha discutido en la Cámara de Diputados y vendrá pronto al Senado el
asunto relativo á la conversion de la deuda, y entónces lo veremos al
señor Senador Benitez en la oposicion cerrando su discurso con estas
palabras:

«No se puede pasar por todo y entrar en todas partes con el talisman de
la época, con el «ábrete sésamo» de nuestros dias, no se llega á todo
al amparo único de las ideas que llevan como divisa los mercaderes:
_iniciativas particulares eficaces, habilidades de sindicatos,
prevision de accionistas y compensaciones de dividendos, etc._ La
Cámara de los pares de Buenos Aires, no es una bolsa de comercio, no es
una reunion de traficantes apurados, etc.,» porque tanta explicacion
tiene esto ahora como despues.

Vendrán despues las leyes en que se pedirá autorizacion para vender la
tierra pública, las tierras del puerto, para vender la escuela de Santa
Catalina, la escuela de Artes y Oficios, para levantar los edificios
suntuosos que se han de edificar en esta Capital; vendrá todo eso y las
opiniones del señor Senador que declarará apesar de haber votado en
oportunidad, porque debieran venderse los terrenos del Ferro-carril,
que se vendieron al señor Bengolea por nueve mil pesos y que despues
segun él mismo se revendieron en ciento cincuenta mil--porque el señor
Senador parece que cree que el Estado no ha debido vender tierras desde
Garay hasta la fecha, vendrá el señor Senador en medio de su oposicion
y nos dirá: «no se puede pasar por todo y entrar en todas partes con
el talisman de la época, con él «ábrete sésamo» de nuestros dias, no
se llega á todo al amparo único de la idea que llevan como divisa
los mercaderes; _iniciativas particulares eficaces_, _habilidades de
sindicatos_, _precision de accionistas_, _compensacion de dividendos_,
etcétera.

Yo bien sé, señor Presidente, que tengo que luchar con una preocupacion
que ha invadido el espíritu de muchos, pero que vá cambiándose ante la
demostracion incontestable: sin embargo, la preocupacion, es un arma
terrible y muy difícil de vencer.

Y si en lugar de lanzarse en las suaves corrientes de la que hoy
se dice que es la opinion pública, posicion sumamente cómoda
para el que no tiene la responsabilidad directa y personal de la
administracion, tiene el P. E. el coraje de detenerse y avanzar en
contra de la corriente, para demostrar lo que él cree que es el bien
de la Provincia, la verdad de las instituciones, no hace con esto
ni ejercitará otra virtud que la entereza, el patriotismo en sus
convicciones y la honradez de su procedimiento, siempre reconocida.

No quisiera, señor Presidente, extenderme mas; pero ántes de terminar
séame permitido analizar lo que es la opinion pública tan mentada por
todo el mundo y hasta por el mismo señor Senador Benitez, que nos decia
que el pueblo hablaba por su boca, sin recordar que hay un artículo en
la Constitucion que dice, que quien toma la representacion é invoca el
derecho del pueblo, comete delito de sedicion.

Aquí no hay mas representante del pueblo que el Senado y la Cámara de
Diputados.

¿Pero que es la opinion pública?

La opinion pública ¿es la opinión de mucha gente?

Y bien, la opinion pública está con el P. E., por que á recibido
muchísimas manifestaciones de adhesion al pensamiento.

¿Es la opinion pública la Cámara de Senadores como debo suponerlo?

Pues bien, señor, la Cámara dará su fallo dentro de un momento.

¿Es la opinion pública los comicios del 5 de Diciembre de
1887?--Entónces el pueblo está con el Poder Ejecutivo.

¿Es la opinion pública la prensa? Aquí está la prensa señor Presidente,
y no quiero combatir los argumentos del señor Senador sinó con
argumentos del mismo señor Senador.

El señor Senador nos ha leido _La Nacion_ y yo tambien tengo que leerle
la opinion de la prensa, empezando por _La Nacion_ misma.

Permítame la Cámara que distraiga tanto su atencion, pero necesito
antes de terminar, agregar algunas consideraciones que no habia
manifestado expresamente y que me las dá este diario, y que me han de
servir de mucho para fundar el proyecto del P. E.

       *       *       *       *       *

Largas consideraciones siguen á este respecto que podria leer á la
Honorable Cámara; pero hay unos puntos que son muy esenciales y que
me he olvidado en el discurso, y que deseo que consten porque son
oposiciones mias tambien.

(El Sr. Gonnet leyó algunos párrafos de _La Nacion_ del 26 de Enero de
1887 en que se manifiesta favorable á la venta de los Ferro-carriles).

«Anúnciase como cosa segura que el Gobernador electo de Buenos Aires
Sr. Paz, se propone enagenar los Ferro-carriles de la Provincia,
obedeciendo á ideas y principios fundamentales respecto al papel del
Estado en el desenvolvimiento económico de las sociedades.

«El nuevo Gobernador tiene un propósito plausible, y si las condiciones
en que despues se verifique la enagenacion son convenientes, habrá
realizado una buena obra.

«La Provincia en el estado actual de desenvolvimiento á que ha llegado,
no necesita de Ferro-carriles, construidos y explotados por su cuenta,
sinó de los hechos y administrados por empresas particulares con sus
propios capitales.

«La experiencia ha venido á demostrar de una manera indiscutible
la verdad y á la vez la bondad de los principios que condenan el
sistema que tiene por objeto la construccion y explotacion de los
Ferro-carriles por el Estado.

«Así, el Gobierno de la Nacion ha procedido bien al vender el Andino, y
el nuevo Gobernador piensa del mismo modo al proponerse enagenar los de
la Provincia.

       *       *       *       *       *

«La Bélgica tiene 2,500 kilómetros de ferro-carril del Estado; Alemania
17,000; Austria Hungría 2,300--En Inglaterra y Estados Unidos no hay un
metro de vara férrea que pertenezca al Estado.

«Es que la administracion de los Ferro-carriles del Estado, permite
ménos facilidades al público, ménos seguridad, ménos comodidad que la
explotacion privada.

Hay por esto una razon verdaderamente fundamental.

«El interés individual dá eficaz y poderoso impulso á las empresas
privadas y falta á las del Estado.

«La industria particular busca naturalmente todas las combinaciones que
puedan facilitar los transportes y aumentar el tráfico mientras que el
agente del Estado no tiene ningun interés en el desarrollo del tráfico.

«La experiencia, además, ha demostrado que la administracion es
rutinera y que no siempre le muestra buena voluntad al público,
cualidad esencial tratándose de un servicio tan variado y tan complejo.

«Las empresas del Estado no tienen interés en multiplicar sus
relaciones con el público ni en resolver las dificultades que se
presentan.

«Háse hecho con este motivo una observacion llena de justicia y de
verdad,» diciéndose que las direcciones del Estado se esforzaban por
limitar la explotacion para sustraerse así á los trabajos que ella
demandaba.

Por otra parte, las empresas del Estado ofrecen al público ménos
seguridad que las otras.

       *       *       *       *       *

«Esto no sucede con los Ferro-carriles del Estado, pues los reclamos
que se hacen son mal atendidos ó no escuchados, como estamos cansados
de presenciar todos los dias.

«Háse dicho ya que la explotacion hecha por el Estado era mas costosa
que la particular, y así es en efecto.

«Se contesta esto diciendo que no es necesario exijir de los
ferro-carriles rentas, sinó servicios, y que constituyendo éstos sus
funciones primordiales, su explotacion corresponderá al Estado y no á
las empresas privadas, por mas cara que fuera aquella.

«La consideracion que se pretende hacer valer carece de fuerza. No es
cuestion de renta ciertamente: pero la renta no riñe con el servicio.
Los ferro-carriles particulares prestan tan buenos ó mejores servicios
que los del Estado, y producen muy buena renta. Los Ferro-carriles del
Estado sirven mal y no dán el interés comun del capital invertido, como
lo demuestran los Ferro-carriles de la Provincia de Buenos Aires.

       *       *       *       *       *

«La administracion es indolente, descuidada, desinteresada, ignorante
de las grandes cuestiones técnicas, estrecha de vistas y de ideas, lo
que no sucede cuando ella es hecha por empresas particulares.

«¿Qué ha sucedido en Bélgica, una de las naciones que han adoptado la
construccion de Ferro-carriles por el Estado?

«Segun todos los Ministros que se han sucedido en el poder, la
explotacion de esos Ferro-carriles ha sido una causa permanente de
¡embarazos financieros! y el mismo Rey en uno de sus discursos ha dicho
que la intervencion del Estado la volvia onerosa y gravitaba con exceso
sobre las finanzas públicas»

       *       *       *       *       *

«En cuanto á Italia, bastará reproducir las palabras de uno de sus
Ministros, consignadas en un documento oficial, referente á la
explotacion de los Ferro-carriles por el Estado, para establecer
que ella es bajo todo concepto inconveniente. Afírmase que «las
dificultades comerciales, industriales, técnicas, financieras y
políticas que ella entraña, hánse demostrado claramente en los pocos
años transcurridos.»

«Bajo otro punto de vista, esa explotacion hace descender el nivel
moral de los individuos é inaugura el régimen de los monopolios por el
Estado, tanto mas peligrosos y funestos cuanto que se esconden tras el
pretexto del bien público para extender su dominio y convertirse en
instrumento de opresion y de explotacion vergonzosa.

       *       *       *       *       *

«La administracion del Ferro-carril Andino era deficiente, hoy que
pertenece á una empresa particular, mejora sensiblemente.

«La de los Ferro-carriles de la Provincia lo es mas todavia; de
modo que su venta cortaria los escándalos denunciados, los negocios
ilícitos, el mal servicio y hasta el incendio de estaciones valiosas.»

Espero, señor Presidente, que el señor Senador Benitez me conteste
estos argumentos, que tambien los hago valer en mi discurso.

Pero la prensa no es _La Nacion_, solamente _La Prensa_ misma ha
publicado una série de artículos, _La Prensa_ que tiene entereza, que
tiene carácter, que defiende la doctrina bajo una forma sólida, bajo
una argumentacion indiscutible, ha publicado una série de artículos que
escuso leer á la Cámara porque supongo que ella ya los habrá leido.

Ahora si es la opinion pública la opinion del partido dominante en la
Provincia, ahí está _El Censor_ que representa la opinion del partido
y que ha demostrado que la explotacion de los Ferro-carriles por el
Estado es una iniquidad.

Los demás diarios, los demás periódicos de la Capital Federal
independientes y de algún valer, no han manifestado opinion hasta este
momento, esperando el debate de la Cámara para opinar en uno ú otro
sentido.

¿Es la opinión pública la mayoria de los diarios de esta Capital?

Pues la mayoria de los diarios de esta Capital sostiene que el Estado
no debe ser empresario de ferro-carriles.

¿Es la opinión pública los diarios de la campaña de Buenos Aires?

Ahí está _El Oeste_, que representa los intereses de esa zona de
la Provincia, que sostiene con energía que el Estado no debe ser
empresario; y si es en la zona Sud está _La Patria_ de Dolores, que
representa tambien los intereses de esa parte de la Provincia.

¿Qué es la opinion pública, entónces?

He analizado lo que es la opinion pública y creo haber demostrado
que ella está con el P. E. y no con los que gritan en contra de la
enagenacion de los Ferro-carriles.

Pero voy á terminar, señor Presidente, porque estoy algo fatigado.

El señor Senador Benitez, nos decia en dos ocasiones de su discurso,
que la doctrina, la historia y hasta las consideraciones de órden
político estaban con él, en contra de la enagenacion de los
Ferro-carriles.

Permítame que le diga que sin haber citado opinion ninguna, ejemplo
ninguno de la historia y habiendo citado yo la opinion de los
distinguidos escritores que me acompañan en este debate, y el ejemplo
de todas las naciones civilizadas del mundo, permítame que le diga,
y no lo tome á mal: el señor Senador ha calumniado á la historia, ha
falseado la verdad de la doctrina, y hasta las consideraciones del
órden político no le han detenido en este errado camino.

Permítame tambien que le felicite á mi vez porque apesar de todo esto
ha encontrado su senda cubierta de flores y el tiempo le ha sido
insuficiente para contestar las felicitaciones que ha recibido de los
suyos y de los desconocidos.

Despues de esto podria decir al señor Senador como Pirro, despues de la
batalla de Asculum: «con otra victoria como esta, está perdido el señor
Senador.»

Toca ahora al Honorable Senado con su razon justiciera, con su criterio
sereno, decidir sobre este punto tan esencial, sobre este punto que,
como he dicho al principio, forma la base inquebrantable del Gobernador
de la Provincia, cuya representacion tengo en este momento.

He dicho.



                DISCURSO DEL MINISTRO DE OBRAS PÚBLICAS

                         Dr. Manuel B. Gonnet.


He aquí, señor Presidente, al fin, al debate de la Cámara de Diputados
una cuestion que ha tenido preocupada la atencion pública durante mas
de un año y que viene á vuestra decision, precedida por el dictámen
del Honorable Senado en cuyo cuerpo este asunto ha tenido orígen por
iniciativa del P. E. Es esta una de esas cuestiones que tiene la
rara fortuna de impresionar al pueblo y al Gobierno, á sábios y á
ignorantes, á estudiosos y á indiferentes; es uno de esos asuntos que
hacen época en los anales parlamentarios de un país, que traen el sello
de un principio ó de una doctrina, que en este caso es felizmente para
nosotros la insignia del partido y del gobierno elegido por la voluntad
soberana de la mayoría de la Provincia.

Por mi parte, vengo con el espíritu tranquilo, con la conviccion en
el alma, no á librar una batalla ni á luchar contra enemigos, sinó á
deliberar con vosotros y con vuestro alto criterio para resolver una
cuestion de política trascendental del gobierno, colocándola mucho mas
arriba de todas las preocupaciones sociales del momento.

Quisiera no hacer un discurso: estoy algo molesto, y quisiera
mantenerme en la situacion en que nos ha colocado este debate despues
de la sancion del Senado y del informe luminoso de los señores
miembros de las Comisiones de Hacienda y Legislacion de esta Cámara,
que han demostrado hasta la evidencia la verdad del principio en
que reposa la no intervencion del Gobierno en la administracion de
los Ferro-carriles: pero no puedo ménos de rectificar los errores
establecidos por el miembro informante de la Comision en minoria
y dejar sentados hechos y antecedentes de nuestra historia que
abonan la doctrina liberal que sostiene el P. E. y la rectitud de
sus procedimientos en la iniciativa que ha tomado el Gobierno que
represento en este momento.

Señor Presidente: despues de la sangrienta tirania de Rosas, despejada
la confederacion de la prepotencia de los primeros caudillos que
durante ocho años asolaron á la República Argentina, el pueblo reasumió
su soberania y dictó la Constitucion Nacional que hoy nos rige.

Un artículo que no está escrito en ninguna Constitucion del mundo, que
no forma parte de Código alguno de leyes institucionales, pero que
representa para nosotros veinte años de sufrimientos, de angustias y de
ignominias, que forma parte de nuestra historia política, prescribió
que serian considerados como traidores á la pátria los que formulasen,
consintiesen ú otorgasen al P. E. Nacional ó Gobernador de Provincia,
la suma del Poder Público.

Veinte años de esclavitud y de sangre, es el tributo que pagó la
República Argentina aprendiendo todo lo que cuesta á los pueblos
acordar la suma del poder á los elementos del gobierno, que mal
empleados pueden de alguna manera presionar sobre la voluntad ó sobre
la libertad de los ciudadanos. Este fué el principio de nuestras
instituciones en esta materia.

Trece años mas tarde tocóle á la Provincia de Buenos Aires reformar
su Constitucion, y en la organizacion de sus Poderes Públicos, la
convencion limitó las facultades del Poder Ejecutivo y de las
Cámaras, estableciendo sinó un gobierno puramente parlamentario, por
lo ménos clara y netamente representativo, dándole intervencion á la
representacion directa del pueblo en la Cámara y en la comuna á muchos
de los actos que la Constitucion anterior atribuia al P. E.

Este proceso de nuestra historia política é institucional, ha seguido
hasta la fecha, y ha tenido ramificaciones en las leyes adoptadas, por
esta H. Legislatura, especialmente, de cinco años á esta parte.

Tal vez parezca extraño que yo lo diga y lo sostenga en este
recinto siendo como soy representante del P. E.; pero la verdad
incontrovertible es que la tendencia de las instituciones es limitar
las facultades de los poderes constituidos para no levantar entidades
de un carácter incontrarrestable.

A esta política he dicho que responden todos vuestros actos y todas
vuestras decisiones, y no seria este el momento de renegarla.

Responde á esta política la Ley Orgánica de las Municipalidades que
quitándoles atribuciones á los poderes constituidos, al P. E. y las
Cámaras, se las entregó sin restriccion alguna al pueblo, por la
eleccion directa de sus comunas. A esta política y á esta doctrina
respondieron vuestras leyes de enagenacion de la tierra pública en
reemplazo de las de arrendamiento y enfitéusis para entregar así la
tierra al dominio absoluto de los particulares, sin dependencia alguna
de los Poderes Públicos. Respondió á esta política vuestra decision y
la del P. E., de entregar á una empresa particular la construccion y
explotacion de un mercado de frutos en el Riachuelo, en una de cuyas
márgenes se levanta uno de los edificios mas colosales del mundo, que
no habria podido levantar durante muchos años el Estado, retardando así
el desarrollo del progreso de la Provincia. A esta política y á esta
doctrina respondió tambien vuestra decision de enagenar la línea de la
Magdalena que formaba parte de la red general de los Ferro-carriles
que el P. E. os propone vender. A esta política y á esta doctrina han
respondido tambien las leyes sucesivas, entregando á los particulares
el derecho de explotar una red de ferro-carriles que será de más de
ocho mil kilómetros en la Provincia de Buenos Aires.

Y bien: si esta doctrina fué buena para la enagenacion del ramal á la
Magdalena, para la enagenacion de la tierra pública y para dictar la
Ley Orgánica de las Municipalidades, yo no veo la razon que pueda haber
para cambiarla hoy, ¿ó es que una teoría es buena segun el capital que
representa?

En materia de política trancendental de gobierno, no hay mas que una
sola verdad.

¿Cuál es esa verdad?

Vamos á buscarla.

Si se exceptúa á Healy y á algun profesor de economia política de la
facultad de Paris, que no ha pasado las fronteras ó los límites de lo
que llamamos la opinion personal, los opositores á este proyecto no han
presentado la autoridad de una sola eminencia que apoye la teoría de la
intervencion del Estado en la administracion de los Ferro-carriles.

Se ha usado de otras armas; se ha alterado, se ha mistificado la
opinion de distinguidos escritores, tergiversando el espíritu y la
interpretacion de sus escritos y doctrinas.

Hadley el eminente Hadley, que ha hecho estudios completos respecto de
la administracion de Ferro-carriles por el Estado, ha sido calumniado
haciéndolo aparecer ante esa opinion que no se dá el trabajo de leer,
ni de rectificar, como uno de los apóstoles de la teoría de la
intervencion del Estado, en la administracion de los Ferro-carriles.

Felizmente no se ha insistido.

Pero despues y hoy es Spencer el autor de la doctrina mas liberal, el
que ha consagrado toda su vida al estudio de la ciencia del gobierno,
para llegar á una máxima ó aforismo que será imperecedera.

Spencer, a quien se le llama pesimista cuando conviene ó se le traducen
sus capítulos truncos, desprovistos de toda unidad y correlacion,
no tiende sinó á señalar los malos servicios públicos en todas las
administraciones, para aconsejar un freno que encarrile, un remedio que
contenga el desarrollo del mal.

El mismo señor Diputado Cibils, que le ha hecho oposicion á este
proyecto en la Cámara, nos contaba la opinion, la alta opinion del
señor Presidente de la República.

Si efectivamente, el señor Presidente de la República manifestó en su
mensaje del año 1887 que la solucion de este problema era difícil, el
señor Diputado Cibils, no puedo alegar ignorancia, ni escusa alguna,
porque la cuestion ha sido resuelta por el Parlamento Argentino y por
el Poder Ejecutivo Nacional, en muchas decisiones, no solo respecto
á las obras de salubridad, sinó tambien á Ferro-carriles, y si no
bastara eso, me permitiria leer á la Cámara una manifestacion del señor
Presidente de la República respecto á esa cuestion; y voy á leerla
porque no se ha excusado su publicacion por el mismo señor Presidente
de la República.

Apropósito de la discusion del Senado me escribió la siguiente carta:

«He leido con sumo placer su discurso pronunciado en el Senado
apropósito del proyecto de ley de enagenacion de los Ferro-carriles.
Me apresuro á enviarle mi congratulacion síncera porque encuentro los
argumentos completamente fundamentales, lo que al mismo tiempo me
agrada muy de veras, porque como usted sabe, coinciden nuestras ideas
respecto al principio que encarna la ley.

Lo saluda su affmo.--_Miguel Juarez Celman_».

Estas son las armas que se han usado para combatir este proyecto.

Con razon, repetia el cardenal de Richelieu la célebre frase: que
me dén tres líneas escritas por cualquiera persona y tendré pruebas
suficientes para hacerla colgar; y en cierta ocasion en que el cardenal
repetia esta frase, uno de sus secretarios escribió en un trozo de
papel: uno y dos son tres, pidiendo al cardenal que buscara los medios
de condenarlo por esta verdad.

El cardenal puso debajo: Blasfemia que niega la Santísima Trinidad:
uno y dos, no son sinó uno. Despues de esto la santa inquisicion pudo
mandar colgar al secretario que se atrevió á decir, que: uno y dos eran
tres.

Y bien, señor Presidente: las palabras de Hadley y los capítulos de
Spencer, que son palabras y son capítulos que difunden la verdad y
la ciencia, han de servir, no solo ahora, sinó siempre, para que los
verdaderos pesimista, los teorizadores de preocupaciones del momento,
alteren y tergiversen lo que ha sido materia de profundos estudios,
porque llegar á conclusiones verdaderas, claras y francas, es decir,
á sostener la insuficiencia de los Poderes Públicos, como elemento
principal, ó como fautor del progreso social. Pero es que no es
solamente Hadley y Spencer; los dos Say, Duverger, Leroi-Beaulieu y
otros los que aspiran en esta gloria á la ciencia del gobierno. Con
ellos está Buckle, ese génio que parecia encerrar en su cerebro todo
el caudal de la estadística y enciclopedia mas pura. Buckle, el autor
del monumento más grandioso, sobre la historia, columna truncada que
escribió la historia de la civilizacion de Inglaterra, dejando un
rastro luminoso cuya foco se apagó en edad temprana, de una existencia
dedicada á la consagracion mas grande sobre la historia. Si Buckle
no dijo con las mismas palabras que Spencer que la tendencia social
debia acercanos al máximum de libertad y mínimum de gobierno, dijo con
el mismo espíritu y con el mismo criterio al finalizar el capítulo
5^o de su grande obra, que una de las principales condiciones para
la felicidad de un pueblo, es que el gobierno tenga el menor poder
posible, que lo use con moderacion, y que no tenga la presuncion de
erigirse en juez de todos los intereses, tomando lo que corresponde á
la jurisdiccion privada, lo que corresponde á la autoridad del pueblo;
de donde emana toda su esencia, todo su poder.

Con esa filosofia propia de un espíritu habituado al estudio de la
ciencia, á las investigaciones de la estadística al análisis de la
historia, para llegar á conclusiones fundamentales, Buckle cree que las
únicas funciones verdaderamente claras, que está llamado á desempeñar
el Estado del Gobierno, son las de mantener la paz y la integridad
del territorio, de garantir el órden público de dar á cada uno lo que
es suyo en límite de su derecho, de proteger á los débiles contra la
opresion de los fuertes, de dictar ciertas medidas de salubridad, y
todo lo que es administracion puramente mecánica del Estado.

¿Por qué razon?

Porque está demostrado por la experiencia de muchísimos siglos, que las
medidas que toma el Gobierno no son nunca la causa sinó el resultado
del progreso social: porque está demostrando que siempre ha sido de
fuera del Gobierno de donde se han denunciado los abusos, de donde se
han indicado los remedios; y como dice Buckle, apesar de esto, los
Gobiernos han apoyado los abusos y desechado los remedios, y solo
cuando la marea sube ó la impulsion es vigorosa, solamente entonces, el
gobierno ha debido ceder.

Estas son las verdades que proclama Buckle para concluir como último
resultado, que lo único que puede dar el gobierno, es la posibilidad
del progreso, que en cuanto á éste, depende de otras causas, de
elementos completamente distintos.

Y si esto es así, si así lo proclaman todas las eminencias que han
tratado las cuestiones de gobierno, si así lo han establecido las
naciones mas adelantadas del mundo: si la tendencia es universal, si
esto ha entrado en el dominio de nuestra ciencia ¿por qué mantener
el error, por qué exijir que la Provincia de Buenos Aires, que
ha establecido ya sus principios y sus doctrinas en otras leyes,
se mantenga administradora y explotadora de una industria que
eminentemente corresponde al capital privado?

Y véase señor Presidente, como no es un pesimista el que habla, porque
habla en nombre del gobierno, y los gobiernos no son pesimistas; habla
en nombre de un gobierno que antepone la verdad y la sana doctrina á
cualquier consideracion por mas que esa verdad y esa doctrina sean para
quitarse atribuciones y facultades, para entregar al capital privado,
lo que la nocion de la libertad le enseña que corresponde al individuo
y no al Estado.

Es que hay una nocion muy falsa respecto á la libertad, porque se
confunde al individuo con el Estado, la libertad con el Poder; hay
muchas personas que creen que basta que exista libertad política en un
país para que ese país sea libre: y este es un error profundo, que se
ha vulgarizado, muy apesar de que Humbolt en su obra sobre los límites
á la accion del Estado, y Kant mismo en su crítica á la razon pura,
hayan sentado en el prefácio de la época contemporánea, las bases en
que reposa la organizacion social.

Y aún en la duda sobre atribucion de facultades, la legislacion debe
siempre resolverse en el sentido que mas favorezca al pueblo y no al
gobierno, á la concurrencia y no al monopolio, á la libertad y no á
la restriccion; porque este gran deseo de los hombres de vivir en
sociedad, es en el concepto de tener la mas ámplia libertad de accion
y desenvolvimiento, dejando al Estado aquello que le es indispensable
para llenar sus fines.

Se ha repetido en varias ocasiones y en diversas formas apropósito de
esta cuestion, en la prensa, en los corrillos, en las antesalas del
Parlamento, en el Senado, en el recinto de la Cámara de Diputados,
en la última sesion y en la presente, una frase que deprime el
sentimiento de la nacionalidad argentina: como yo, habeis oido repetir
al miembro informante de la Comision en minoria: que es de temerse
que esta empresa pase á poder de los accionistas ingleses, que el
capital inglés, absorberá nuestras industrias, que el capital inglés,
ejercitará una influencia poderosa en nuestras elecciones, que el
capital inglés, es una amenaza social y política, que Catilina está á
las puertas de Roma, ¡cuando el sentimiento argentino nos grita del
fondo del corazon, que no hay tal Catilina, que no hay tales peligros,
que no hay tales amenazas que se guardarán muy bien de ejercitar!

Por mi parte, protesto contra esas debilidades del sentimiento
nacional, protesto contra esos espíritus enervados que parecen
pertenecer á una civilizacion que se derrumba y no á la naciente
y vigorosa civilizacion americana; protesto contra esos espíritus
sin firmeza, sin enerjía, desprovistos de esa virtud patriótica que
hace del hombre una potencia dentro de las fronteras de su pátria,
cualesquiera que sean los peligros que la amenacen.

Temer del capital inglés, temer del capital extrangero, tanto vale como
tener temor de la inmigracion europea y aconsejar, en conciencia, que
se ponga un dique á los trescientos mil hombres que anualmente llegan á
nuestras playas.

Señor Presidente: si la suerte del pueblo argentino pudiera vacilar,
haciendo, depender su existencia ó su poderío de tales nimiedades ó de
tales desconfianzas, por mas terrible que fuese el dolor, yo renegaria,
renegaria mas que de la República, de la debilidad de sus hijos,
indignos de pertenecer á un pueblo libre y soberano, porque no es libre
y soberano, aquel que no tiene la concepcion de su grandeza y de su
fuerza.

Pero no, señor Presidente: felizmente no es asi. Se calumnia al pueblo
de Buenos Aires que tiene la fé profunda de su fuerza y de su derecho
cuando se nos hace aparecer hasta el punto de manifestar desconfianzas
de nuestras propias fuerzas, alimentando recelos indignos dentro de
nuestras propias fronteras; vacilaciones infantiles que no cuadran
ni con el espíritu ni con el carácter de nuestra raza, ni con los
antecedentes de nuestra gloriosa historia! ¡Temer del capital inglés!
No, señor Presidente, la tragédia ha tenido ya su solución en dos actos
y no ha de renovarse ni la conquista ni el bloqueo de Buenos Aires!

Esa es ya una cuestion pasada. El señor Diputado Cibils, en todo su
discurso, hasta cierto punto alarmante, no ha cambiado, sin embargo, la
situacion de este debate.

El señor Diputado nos decia: «El P. E. no se ha dado cuenta del
proyecto que ha presentado, entendiendo de ocasion la teoría
spenceriana y respondiendo á impulsos infantiles». _Mutatis, mutandi_,
estos son sus términos.

Francamente, señor Presidente, despues de esto y á pesar de que
reconozco en el señor Diputado Cibils, una de las cabezas mas grandes
de la Cámara, mi espíritu ha tenido que vacilar entre lo sublime ó lo
ridículo, de esta frase despreciativa: «que el P. E. no ha estudiado la
cuestion que se presenta.»

Pero, no se me ha escapado el gesto que hacia el señor Diputado y
que ponia ante mi vista todo el cuadro de la fábula del zorro, que
despreciaba las uvas que no podia alcanzar. Para el señor Diputado
Cibils, están aún muy verdes las uvas de esta cuestion, y se lo voy á
demostrar dándole armas, bagajes y municiones para que se defienda!

Ni el señor Diputado Cibils ni ninguno de los que hasta ahora se han
opuesto al proyecto presentado por el P. E., han tratado la cuestion en
los términos en que ha sido colocada por los estadistas europeos que
se han ocupado de esta materia, defendiendo la teoría que sostienen;
abandonando así las únicas armas, los únicos argumentos que pueden
oponer una restriccion á la lógica y al raciocinio.

Ellos han debido argumentar con el doctor Arturo Arnold, con el doctor
Farr, diciendo que el Estado ejerce una de sus funciones primordiales
al acordar los mejores elementos de transportes en las vías férreas;
ellos han debido argumentar con la teoría de Engel y Perrot, en
Alemania, de Galt en Inglaterra, de Brand en los Estados Unidos que
proponen el establecimiento de una tarifa única sea cualquiera la
distancia á recorrer por los ferro-carriles, haciendo pesar sobre los
presupuestos del Estado las diferencias ó déficits que este ensayo
pudiera ocasionar, ya no es posible hacerlo sobre el capital de las
empresas particulares.

Ellos han debido argumentar haciendo un análisis comparativo entre la
administracion de correos y la administracion de los ferro-carriles,
diciendo que si el Estado es apto administrar los correos, por la misma
razon debe serlo para administrar los ferro-carriles desde que en ambos
casos se trata de transporte.

Estos son los verdaderos argumentos que se han hecho, tratada esta
cuestion por los hombres de gobierno europeo.

Nosotros no vamos á inventar nada; todo esto que yo digo, como lo dicho
por el señor Diputado Cibils, todas son cuestiones muy tratadas y
debatidas.

Pues bien, estos argumentos, que hieren sensiblemente el raciocinio,
han sido contestados con éxito á su primera aparicion.

Efectivamente: con todos los elementos que se tienen á la mano para
juzgar respecto á la bondad de la teoría de la intervencion del Estado
en la administracion de los ferro-carriles, se vé que en aquellos
países en donde rije la doctrina de la intervencion del Estado se viaja
siempre mas caro y con ménos comodidad que en los países donde domina
la teoría contraria.

Los Estados Unidos y la Alemania nos presentan un ejemplo. En los
Estados Unidos es donde se viaja con mayor rapidéz, con mayor comodidad
y con mayor baratura, muy apesar de que el señor Diputado Cibils,
llamándonos la atencion con un dato respecto á los ferro-carriles en
los Estados Unidos, nos decia que el ferro-carril de Pensilvania era un
desastre.

No sé de dónde habrá sacado esos datos.

Para contestar, lée el párrafo de Carnegie, cuya obra Sarmiento,
indicaba como el aguinaldo de 1888.

Dice Carnegie: «De estos el mas importante de los ferro-carriles es el
de Pensilvania. Todas estas líneas hacen un total de 5,491....

SR. CIBILS--¿Me permite una interrupcion?

SR. MINISTRO DE OBRAS PÚBLICAS--Sí, señor.

SR. CIBILS--He citado el ferro-carril de Pensilvania, no para decir si
estaba bien ó mal administrado, sinó para manifestar que eran tantos
los abusos que se cometian, que el año 1876 los _parmers_ del oeste se
levantaron y destruyeron los rieles é incendiaron las estaciones.

SR. MINISTRO DE OBRAS PÚBLICAS--Son datos de ahora quince años y en
este período se ha progresado más que en dos siglos.

De manera que la cuestion no es aplicable para nada; tráigame datos y
teorías nuevas el señor Diputado.

En cuanto á la Alemania, señor Presidente, está demostrado con las
cifras estadísticas mas concluyentes, que desde que los ferro-carriles
han pasado á poder del Estado se viaja mas caro, los gastos son mayores
en la explotacion y no se viaja con la comodidad que en los demás
ferro-carriles del continente europeo.

Rafalovich trae todos estos datos de una manera concluyente en un
artículo publicado en _El Economista_ francés de Julio último, haciendo
un análisis comparativo entre cinco años de la administracion de los
ferro-carriles por el Estado y cinco años de la administracion de los
mismos ferro-carriles alemanes por empresas particulares.

Otro de los argumentos, como decia, que debieran haber opuesto los
que sostienen la teoría oficial de la intervencion del Estado en la
administracion de los ferro-carriles, es el establecimiento de una
tarifa única, dividiendo cada país en dos ó tres secciones, ó como lo
propone Pierrot, el establecimiento de una tarifa única, sea cual fuere
la distancia á recorrer por el ferro-carril.

La adopcion de una medida como ésta que traeria el desequilibrio
completo del presupuesto de un Estado, haciendo retardar enormemente
los progresos efectivos del país, ha sido ensayada hace tres ó cuatro
meses en las líneas de Austria, especialmente en la línea de Hungría:
y desde luego se ha visto que el ferro-carril denominado del Sud,
perteneciente á una empresa particular, se ha puesto en condiciones mas
equitativas y á precios mas bajos que los ferro-carriles del Estado.

¿Será bueno el resultado de esta competencia?

Desde luego, para mí, declaro que no; porque ejerciendo el Estado una
superintendencia indiscutible sobre los ferro-carriles, en este caso
se convierte el Estado en juez y parte, llamado á competir y llamado á
decidir.

¿Seria buena la expropiacion, y por consiguiente el monopolio?

Esta cuestion no puede ser cuestion para nosotros, porque el monopolio
es odioso, y mucho mas odioso todavia cuando lo ejerce el Estado.

Por último, los que sostienen la teoria oficialista de intervencion del
Estado en la administracion de los Ferro-carriles pretenden encontrar
cierta analogía entre esta administracion y la administracion de
correos.

Si no contrarias estas dos administraciones son muy diversas en su
esencia, en su naturaleza y en los servicios que prestan.

El servicio postal que ha sido materia de un congreso internacional,
para establecer reglas para el libre tránsito de la correspondencia
en los países que han firmado el convenio, es un servicio _sui
generis_, especial, que no puede compararse con la administracion de
los ferro-carriles; porque los ferro-carriles no necesitan mas garantia
ni mas legislacion que la que rige en los territorios por donde ellos
recorren: su accion debe limitarse á mejorar el servicio público y á
ponerlo en condiciones de cualquiera otra industria.

Los correos no necesitan capital fijo, capital móvil, ni de
explotacion; su mecanismo asombroso se rige por un presupuesto anual de
empleados, fuera del valor de la casa central y de las sucursales, que
generalmente son alquiladas.

Los ingresos en los correos se compensan con los egresos, y en ninguna
parte se ha considerado como fuente de recursos sinó para seguridad de
la libre correspondencia entre los diversos países del mundo.

La administracion de los ferro-carriles forma un mecanismo muy
complejo. Desde la adquisicion de la tierra, construccion de las
vías, obras de arte, puentes hasta la adquisicion del tren rodante,
construccion de estaciones, depósitos, almacenes fiscales, talleres,
capital de explotacion, todo forma un mecanismo tan complicado, que á
veces, segun los resultados de la produccion del año, suben ó bajan los
presupuestos, haciendo gravitar sobre el Estado todas las diferencias
que pudieran ocasionarse con este motivo; es decir, que la Cámara
estaria en presencia de un barómetro, sin saber lo que marcaba, si la
calma ó la tempestad.

En cambio la administracion de correos tiene que valerse de elementos
muy distintos, ó casi siempre de elementos pertenecientes á empresas
particulares para el transporte de su correspondencia, de los
buques-paquetes, de los ferro-carriles de propiedad particular, de las
mensagerias ó carros, mediante un contrato anual.

La intervencion del Estado en los correos es simplemente una garantia
que dá el Estado por medio de un impuesto que se llama franqueo: y se
ha llegado hasta penar á las personas que conducen cartas que deben ser
llevadas por el correo.

Apropósito de esto, Adam Smith ha llegado á decir que la única
administracion comercial que el Estado ha podido llevar con éxito, ha
sido los correos, fuera de ésta ninguna.

Jewns en un importantísimo trabajo que modestamente ha denominado
«Ensayo sobre los ferro-carriles y el Estado», empieza por decir que
una corta experiencia vale por muchos argumentos; y que una série de
hechos vale mas que cualquiera teoría. Y no se diga que Jewns no ha
estudiado la cuestion ó que es parcial en este asunto, porque en 1867
y 68 fué él el que propuso y sostuvo ante la Comision de la Cámara de
los Comunes la necesidad de la expropiacion de las líneas telegráficas,
pero por razones completamente inaplicables á los ferro-carriles como
él mismo lo declara sosteniendo para ese caso la doctrina contraria.

Si alguna analogía puede haber, dice el mismo Jewns, es solo con el
almirantazgo que forma parte del mínimum del gobierno de que hablaba
Spencer: que tiene buques, que tiene una gran flota, cuyo mecanismo es
casi idéntico al de los ferro-carriles y cuya explotacion es casi símil.

Tuve ocasion de citar, apropósito del almirantazgo, ante la Cámara de
Senadores, una série de casos que trae Spencer en su obra la «Ciencia
social», demostrando que el gobierno no es solo retardatario, sinó
que es mal administrador de los intereses públicos: podria hacer
otra cita de Jewns en su estudio sobre los ferro-carriles, pero debo
limitarme á dos casos citados por una Comision nombrada para averiguar
las denuncias hechas por Sir Mellor sobre los abusos cometidos en el
almirantazgo. Declinando revelar toda la verdad sobre los indignos
manejos que se cometian en los almacenes fiscales por los encargados
de las ventas de efectos en la administracion pública, citaba varios
hechos, y entre ellos éste: diez ó doce bultos de botones metálicos que
no habian pasado de manos de los empaquetadores habian sido vendidos en
los almacenes fiscales como metal viejo y á un vil precio y en cuanto
á la venta de buques usados ó inútiles resultaba que el gobierno habia
pagado por los efectos encontrados dentro del mismo buque una suma
mayor que la que habia recibido por la venta.

El caso del Medway es un caso original. El gobierno lo vendió por dos
mil libras y dentro de los ocho dias siguientes, el mismo gobierno
inglés pagó cuatro mil libras por efectos encontrados dentro del mismo
buque. Quiere decir que el gobierno entregó al felíz comprador el casco
del buque y dos mil y pico de libras mas.

Pero no son estos solamente los inconvenientes que proceden por la
administracion pública del Estado. Hay otros que proceden naturalmente
por el abandono y negligencia de los empleados públicos: las pérdidas
por incendios, por retardo en la entrega de los productos y de las
mercaderias.

O el gobierno debe abonar estas sumas siguiendo el lento y moroso
sistema burocrático, despues de lo cual paga diez veces mas, ó el
gobierno debe declinar la responsabilidad de estas cosas como ha
sucedido para los correos y telégrafos.

La adopcion de una medida como ésta seria altamente perjudicial é
injusta, porque ni á los productores ni al comercio se les puede
someter á las eventualidades de pérdidas ocasionadas por los empleados
públicos, por su abandono y por su negligencia, mientras en otras
empresas se procede de una manera muy distinta, proveyendo al arreglo
inmediato de esas cuentas.

Excuso entrar al análisis de todos los inconvenientes que tiene la
administracion de los ferro-carriles respecto á su contabilidad, que
con tanta lucidez como claridad de exposicion nos ha manifestado el
señor miembro informante de la Comision de Hacienda de esta Cámara.

Basta decir que no se conoce todavia cual es el verdadero capital del
Ferro-carril, que no se conoce ni siquiera su movimiento diario, y que
debiendo por la ley entregar al directorio cada 15 dias el movimiento y
balance de los Ferro-carriles jamás se ha hecho hasta la fecha.

Y si tomamos cuales son los progresos efectivos que nos ha traido el
Ferro-carril de la Provincia, estoy muy léjos de deciros que ellos
responden á las verdaderas exigencias, á las necesidades crecientes del
país.

Mientras el Estado ha construido en la Provincia de Buenos Aires,
durante 32 años, 900 kilómetros de línea férrea, la accion particular
ha hecho mas de tres mil dentro de la misma Provincia, y está en
condiciones de hacer más de diez mil nuevos, por concesiones acordadas
por la misma Legislatura.

Y esto que sucede entre nosotros no es una peculiaridad nuestra, esto
sucede en todas partes del mundo; y está demostrado por la experiencia
de los Estados Unidos, que tienen casi la mitad de los ferro-carriles
del mundo, que sus rieles en una extension de mas de doscientos mil
kilómetros han sido puestos por la accion y por el capital puramente
particular y privado, sin intervencion del Estado.

El señor miembro de la Comision de Hacienda, en su luminoso informe nos
puso de manifiesto la historia de los ferro-carriles en Francia y en
Italia, haciéndonos estudios comparativos respecto de esta cuestion.

El señor Diputado Cibils, ha citado hace un momento á la Bélgica como
un ejemplo del desarrollo del progreso de las vías férreas, en virtud
de rejir en ese país la doctrina de la intervencion del Estado en la
administracion de los ferro-carriles.

Voy á tomar dos países del continente europeo: para una análisis
comparativa la Inglaterra, en donde domina la doctrina liberal, es
decir, donde casi todas las empresas de ferro-carriles pertenecen
á particulares, y la Bélgica, cuya tendencia es acaparar todos los
ferro-carriles para el Estado.

La Bélgica con 451 habitantes por cada milla cuadrada de territorio,
de un territorio pequeño y densísimamente poblado, el mas poblado
de toda la Europa, tiene una milla lineal de ferro-carril por cada
seis millas cuadradas de territorio; mientras que la Inglaterra,
contando el país de Gales, con 389 habitantes por cada milla cuadrada
de territorio, tiene una milla de ferro-carril por cada cinco millas
cuadradas de territorio: lo que demuestra que aún en el continente
europeo la Inglaterra tiene mayor número de ferro-carriles y están
mejor servidos, que en la Bélgica, que es, se puede decir, el centro
de las operaciones, en donde se construyen los wagones, máquinas,
rieles y todo lo que se proporciona en el mundo para el desarrollo y la
extension de las líneas férreas.

Y si de esos pasamos á lo que son nuestras tarifas en los
ferro-carriles veremos que son irrisorias.

Hace poco tiempo funciona con regularidad una oficina de estadística,
que junto con la contaduria, es la que dá el verdadero cálculo para
establecer la base que debe regir sobre tarifas en los ferro-carriles
y sin embargo de esto, desde hace mucho tiempo los Ferro-carriles
de la Provincia están perdiendo con el transporte de cereales, no
alcanzando á cubrir los gastos de explotacion con lo que se cobra por
el transporte de esos productos, mientras que en otros transportes
el Ferro-carril de la Provincia cobra un 250% mas de lo que debiera
efectivamente cobrar.

Esto no sucede en ningun país del mundo, esto no sucede no digo en los
ferro-carriles administrados por particulares ó por los gobiernos, no
sucede en ningun país del mundo.

Aquí mismo el Ferro-carril del Sud ha establecido sus tarifas de una
manera mas regular, al extremo de que actualmente los Ferro-carriles de
la Provincia han tenido que seguir el ejemplo del Ferro-carril del Sud
para no exponerse á una ruina.

Que las tarifas en Bélgica sean mas baratas que en otros puntos de
Europa, no está demostrado, apesar de haberlo dicho el señor Diputado
Cibils.

Es verdad que las tarifas de Inglaterra son mayores que las tarifas de
Bélgica; pero bien sabe el señor Diputado Cibils que en Inglaterra no
se cobra nada por el transporte de los equipajes, mientras que esto
es comun en Bélgica. De manera que si se hacen cálculos exactos, la
baja tarifa estará á favor de Inglaterra. En cambio en Inglaterra los
pasajeros de 3^a viajan en trenes de primera clase, que recorren 50
millas por hora, por medio penique por milla.

Nuestros empleados públicos bien sabe la Honorable Cámara lo que son:
un conjunto de elementos heterogéneos; algo bueno y mucho malo: lo
bueno escasamente pago; lo malo excesivamente remunerado.

No pudiendo el Gobierno impedir que ejerzan libremente sus derechos
de ciudadano, que les acuerda la Constitucion, no tiene los medios de
saber cuando el ejercicio de esa libertad se convierte en presion sobre
la libertad del subalterno.

Creyendo adquirir un título á la consideracion del partido que se
levanta, generalmente ponen al servicio de ese partido los elementos
que deben servir los intereses generales. Cada tres años se renueva
este hecho, de acuerdo con nuestras instituciones y cada tres años los
empleados están expuestos á salir y renovarse otra vez el personal.

Cuando el Gobernador de la Provincia y su Ministro de Obras Públicas
recibieron las manifestaciones de adhesion de una gran parte de
sus conciudadanos, creí ver en esas manifestaciones expresados los
sentimientos de la opinion pública de la Provincia.

Era un plebiscito voluntario del pueblo, que hacia un acto de adhesion
á la política y á la doctrina seguida por el Gobierno de Buenos Aires;
pero, para mi, la verdadera opinion pública está aquí en la H. Cámara
de Diputados y en el H. Senado, porque el pueblo no delibera ni
gobierna en la plaza pública como en la antigua Atenas, sinó por medio
de sus representantes.

Las Cámaras están en el deber de estudiar y resolver las cuestiones de
Estado, de ciencia y de cifras con arreglo á su ciencia y conciencia
porque esas cuestiones están atribuidas al Gobierno para su solucion.

Siento haber molestado demasiado á la H. Cámara y quizá moleste á otros
señores Diputados que quieran hacer uso de la palabra, y les pido
perdon pero estoy al lado de un cañon, defendiendo una bandera que no
puedo ni debo abandonar.



                                 LUJAN


            _Al señor Gobernador de la Provincia de Buenos
                                Aires._

Sus amigos políticos de Lujan, fieles defensores de su programa de
Gobierno ámplio y honrado, le saludan y felicitan cordialmente por
el triunfo que ha obtenido en el Honorable Senado su proyecto sobre
enagenacion de los Ferro-carriles del Estado.

 Julio Jordan, Agustin Cano, Presentacion Acuña, Casiano Ramos,
 Estanislao Rodriguez, Fermin Brizuela, Cárlos J. Dollera, Edelmiro
 Palacios, Luis Viaggio, Manuel Migoya, Gualberto Ramirez, Domingo
 G. Perez, José M. Peralta, Angel Lambin, Agustin Alvarez, José M.
 Ojuez, Antonio Corro, Ramon Gonzalez, Bernardo C. Gonzalez, Eulogio
 Peñalva, V. Brizuela, Santiago Barrales, Rodrigo Carreras, Juan Rey,
 Brígido Rodriguez, Rosario Casas, Francisco Casas, José M. Pizarro,
 Florestano Scavazzini, Anacleto Cufré, Juan Silva, Severo Pizaso,
 Mariano Palacios, Gregorio Peralta, Lucio Rodriguez, Pedro Gonzalez,
 Jacinto Montiel, Leon Montiel, José Colman, Juan Biscay, Juan J.
 Pacheco, Juan P. Romero, Horacio Romero, Juan P. Browne, Pablo Mendez,
 Eduardo Rowne, Felipe Ibarra, Fulgencio Torres, Silverio Ajeda,
 Enrique Ulrich, Fermin Torres, Liberato Dominguez, Froilan Gonzalez,
 Ramon Rojas, Enrique Corgo, Meliton Maison, Antonio Cano, Miguel
 Cano, Tránsito Cano, José C. Ramirez, Francisco Serra, Francisco
 Aguilar, Anastasio Gonzalez, Benjamin Navarro, Pedro José Arce, Simon
 Caraballo, Benito Corro, Rómulo G. Jordan, (siguen 124 firmas).

                                                      _Cárlos Dollera._

       *       *       *       *       *

            _Al Exmo. señor Gobernador de la Provincia, don
                             Máximo Paz._

  Exmo. señor:

Los que suscriben, habiéndose apercibido de que algunos vecinos del
Oeste piden á V.E. no se lleve á efecto la venta del Ferro-carril del
Oeste, y creyendo que obran desconociendo los verdaderos intereses de
esta parte de la Provincia, ó mal inspirados, ante V. E. con el debido
respeto, decimos:

Que V. E. debe perseverar eficázmente en su patriótico proyecto, no
tanto por ser una de las buenas promesas de su programa de Gobierno,
cuanto por ser él benéfico, en todo sentido, para la Provincia, y
especialmente para los que estamos sirviéndonos de esa empresa.

Es una de las luchas políticas en las que se vé hasta dónde es
pernicioso que los gobiernos mantengan ese medio de opresion, usado por
todos los que han mandado en la Provincia.

A más, nos vemos sin la esperanza de los rápidos adelantos que á esa
línea traeria la accion particular, mucho mas poderosa y activa que la
de los gobiernos.

Insistimos, Exmo. señor, en pediros que sea una realidad la enagenacion
de esa empresa, y tendréis un título mas á nuestro reconocimiento, y
habreis dado una nueva y clara prueba de vuestro civismo austero.

Saludan á V. E. respetuosamente.

 Presentación Acuña, Juan A. Malcon, Benito Mom, Cárlos M. Casal,
 Antonio Carro, José Maril, Domingo de Perez, José Rien, Cárlos F.
 Llais, Juan Rey, Gualberto Ramirez, P. Barrose, Juan J. Torres, Emilio
 Miranda, Agustin Villanova, Juan Torres (hijo), A. Borda, Fernando
 Iturriaga, Eulogio F. Miranda, Claudio Quevedo, Francisco Descolgo
 (hijo), Pablo Zarane, Galo Caballero, José Maisterra, José Colli,
 Angel Lambio, Gaspar Franchi, Guillermo Retolaza, Alejandro Gandolino,
 Pablo Battola, Félix Biancardi, Juan Rebari, José de Peralta, Domingo
 Garay, José Rodriguez, José M^a Barragan, E. Bianchi, Lucio Rodriguez,
 Juan Luhette (hijo), Anselmo Peralta, Antonio Luchetti, Luis P.
 Pagano, Juan Aescako, Marciano J. Ruiz, Benito Capdeville, Estéban de
 la Cruz, Francisco de la Cruz, Ramon de la Cruz, Saturnino de la Cruz,
 Bernabé de la Cruz, Lucio Ludueña, Bernabé R. Cruz, Estéban Salaberry,
 Cárlos Raimundo, Antonio Raimundo, Pablo Sisia, Arnadan Barrosa, Cruz
 Diaz, Luis Diaz, Nemesio Diaz, Joaquin Quinteros, Juan T. Quinteros,
 Telmo Quinteros, Irineo Barragan, Juvencio Barragan, Arcadio Navarro,
 Ceferino Barragan, Canuto Navarro, Pedro Ortellado, Dionisio Ruiz,
 Pedro Ortello, Ricardo Smith, Pedro Aveldaño, Domingo Ureta, Felipe
 Namire, Juan Rureta, Alfredo Ramirez, José Funes, Celestino Migues,
 Amadeo Aguilera, Tristan Aguilera, Estanislao Rodriguez, Ambrosio
 Ramos, Eliseo Ramos, Mariano Gomez, Bernardo Zañína, Tomás Mignaneo,
 Eusebio A. Rodriguez, Francisco Franco, Francisco Izudal Cumberbatili,
 Andrés Terreno, Luis Tamarazzo, Cayetano Filpo, Marcelo Rodriguez,
 Solano Rodriguez, Gregorio Rodriguez, Juan Moncholo, Francisco
 Rodriguez, Ramon Galban, Juan Carrere, Natalio de Pablo, Juan Clo,
 Pedro H. Quevedo, Fortunato Romero, Marcelino Rodriguez, Jhon
 Bradley, Valentin Simson, Julio Dughuetti, Agustin Dughuetti, Vicente
 Navarro, Pedro Vignau, Escarial Lopez, Antonio Rossi, Cándido Zune,
 L. Etalti, Pedro Barcelona, Emeterio Villanueva, Casimiro Azpeitia,
 Sebastian Genin, Francisco Iribarren, Felipe Magadane, José Maria
 Azpeitia, Félix Irribarren, Ramon Diaz, Cayetano Sastre, Ambrosio
 Pin, Arturo Armori, Orlando Costabile, Juan Zunchi, José Ferrari,
 Juan del Porto, Angel Orlando, Eleuterio Mena, Florentino Jordan,
 Juan Perone, Estéban Varela, Guillermo Ayerra, Desiderio Sanchez,
 Ramon Urriza, Lorenzo Perone, Manuel Cuneo, Pascual Rodriguez, Luis
 Marillot, Eulogio Iriarte, Francisco Echevarria, Luis Freuz, Pedro
 Errose, Alejo J. Cané, Severo Durtel, Juan Salido Riso, Iosé Maconi,
 Canuto Goñi, J. P. Echaudi, José Casals, Pedro Aguerrero, Bernardo
 Etchebest, Apolinario Galas, Bautista Arana, Honorio Maulbe, Juan
 Ansola, Goseone Guppe, Luis Colombo, Emilio del Porto, Pedro Massa,
 Manuel Correa, Enrique T. Rey, Juan Bertolotti, Antonio Ferrari, Luis
 Bari, Emilio Sofia, Florentino Duarte, Hilario A. Palay, Jacinto
 Montiel, Santiago Rossi, Leon Duhagon, J. J. Medíca, Sixto Rojas,
 Candelario Rojas, Pesy O'Brien, Agustin Lopez (hijo), José Lizarralde,
 Gregorio Correa, Alfredo Ramirez, José M. Pereyra, Gregorio Romero,
 Amparito Romero, Tomás Leal, Domingo Olmos, Santo Paghucci, Paulino
 Leal, Nicanor Olivera, Manuel Franco, Pedro Ojetaze, Pablo Belajes,
 Bailon Corro, Hilario Palacios, Paulino Brucas, Cárlos Miranda,
 Meliton Maison, Rufino Correa, Tránsito Corro, Alejandro Cano, Juan
 Frias, Tomás Franco, J. M. Mansilla, M. Goldari, Gerardo Rodriguez,
 Sebastian Ramirez, Mauricio Correa, M. Ledesma, Pedro Gonzalez,
 Mariano Palacios, Timoteo Farias, José Farias, Patricio Mons, Ramon
 Torasa, Andrés Perez, Pedro Videla, Juan J. Lopez, Juan Albano, Andrés
 Iriarte, Pedro Omainty, (hijo), Francisco Caldarazzo, Angel Zolecio,
 Antonio Lanata, Marcelino G. Fidanza, José Cerezo Villamil, Belisario
 Correa, F. Francisco Acadalez, Brígido Rodriguez, Félix Collina,
 Victoriano Peralta, Honorio Tula, Apolinario Lopez, Manuel Ferreyra,
 Santiago Ferreyra, Ramon Ferreyra, Pedro A. Corro, Pedro C. Corro,
 Apolinario Suarez, Gregorio Suarez, Felipe Suarez, Julian Cano, José
 Abelo, Horacio Romero, por Angel Aguirre Malcabre, Saturnino Ponce,
 Santiago Gonzalez.



                                 PILAR


           _Al señor Gobernador de la Provincia, don Máximo
                                 Paz._

Los que suscriben, apercibidos de la opinion unánime de este
vecindario, preparan un meeting á favor del proyecto que hoy debaten
las Cámaras de nuestra Provincia. Está en el espíritu de todos, salvo
varias excepciones, de que los gobiernos no pueden ser empresarios.
Jamás podrá un gobierno que tiene que gobernar todo un movimiento
administrativo como el de la Provincia de Buenos Aires, dedicar el
tiempo necesario para administrar con la atencion debida á una empresa
como la del Ferro-carril de la Provincia.

Los deberes de un gobierno son abrir las fuentes de riqueza; á la vez,
son la vista de las empresas particulares. Pero de ninguna manera
explotarlas, por que su explotacion es peligrosa cuando ha llegado el
desarrollo de las empresas con el mismo objeto.

Persuadidos de ésto y confiado en el tino especial de su Gobierno,
solo enviamos una palabra de aliento para la terminacion de esa obra,
completando así su período de Gobierno.

Saludamos á V. E. con nuestra mayor consideracion.

 Julio E. Piñero, Pedro Martinez Melo, Antonio Toso, Tomás Marques,
 José A. Decoud, Juan B. Pisiago, Diego Cruz, Felipe Sanchez, Cayetano
 Lopez y Ramon Vallejos.

                                                      _Ernesto Gamboa._



                                 MORON


Los que suscriben, vecinos y propietarios del partido de Moron,
felicitan á V. E. y á su ilustrado Ministro Dr. Gonnet, por el
triunfo que en el Senado ha obtenido el proyecto de enagenacion de
los Ferro-carriles. Cúmplese así el programa de V. E. y el Gobierno
queda reducido á su verdadero rol, no trabado en el juego regular de
sus funciones, por empresas de transporte, agenas completamente á la
índole de su constitucion y reñidas con los mas elementales principios
de la ciencia política.

 Narciso Agüero, Ricardo Luenco, B. Wehrmant, Luis M. Perazo, Lorenzo
 A. Espinosa, Miguel Camino, Vicente Viancci, Guillermo Gaebeler,
 Cárlos Pardo, Luis Marenco, Gabriel Reboredo, Miguel Naon, Nicolás
 Minutti, Rodolfo Naon, Avelino Diaz, C. Banos, Angel M. Medina, Pedro
 Idaverry, Juan M. Muñiz, Alejandro Copelli, Z. Escola, Lorenzo A.
 Diaz, Santiago Davobe, Dionisio Schoo, Manuel Moneta, Mariano Sena, F.
 Gutierrez, (siguen cien firmas).

                                                      _Tristan Suarez._



                                RAMALLO


En representacion del pueblo de Ramallo, felicito efusivamente al señor
Gobernador por uno de los actos de mas acierto y trascendencia de su
grandioso Gobierno tal es el proyecto de enagenacion de Ferro-carriles
Provinciales. El pueblo ramallense se adhiere entusiasmado á esta
benéfica iniciativa.

                                                     _José M. Quiroga._

       *       *       *       *       *

           _A S. E. el señor Gobernador de la Provincia, D.
                             Máximo Paz._

Los que suscriben, vecinos de este pueblo, penetrados de la
transcendental importancia del proyecto de enagenar los Ferro-carriles
de la Provincia presentado á las Honorables Cámaras por el P. E., se
hacen un honor en adherir el mencionado proyecto por creerlo de suma
importancia para los intereses generales de esta Provincia.

Saludan al señor Gobernador respetuosamente.

 José M. Quiroga, Antonio M. Quiroga, C. P. Quiroga, Pedro Recluso,
 Martin Gomez, Bernardo Ramos, José Balseiro Garcia, Nicandro Silva,
 Casiano Diaz, José Montil, Toribio Gomez, C. A. Baltar, Juan Ramirez,
 Justo Diaz, Heráclio Rodriguez, Juan G. Rocha, Fructuoso Gigena,
 Raimundo Ramirez, M. Laurentino Benavides, Angel Figueroa, Pascual
 Heredia, Vicente Ferreyra, Abelardo Montero, Elisardo Montero,
 Tomás Montero (hijo), Antonio M. Quiroga, Exequiel Ogallar, B.
 Vadallanes, E. Conde, L. Lopez, Juan Goita, Florentino Pacheco,
 Torcuato Fernandez, Cornelio Acosta, Justo Acosta, Juan Acosta, Cárlos
 Patron, Federico Altamirano, Dabig Escudero, Luis F. Ovalos, Mauricio
 Altamiranda, Serapio Rodriguez, Antonio Heredia, Ramon F. Heredia,
 Isidro Bazzan, Ebangelisto Maidona, Francisco Tabares, Domiciano
 Idalzo, Florentino Rosales, Basilio Casanova, José Maria Tisera, Juan
 Nievas, Manuel Tisera, Francisco Tisera, Irineo Gomez, Blas Ibarra,
 José M. Ferreyra, Andrés Lopez, Cristóbal Ferreyra, Delfin Robledo,
 Tomás Carchos, Bernabé Ferraiaz, Luciano Maldonado, Lorenzo Montero,
 Eugenio Pereyra, Irineo Ortiz, Bernardino Rojas, Antolin Tabares,
 Rafael Tabares, Domingo Baiz, Nicanor Baiz, Ramon Rodriguez, Tomás
 Rivas, Pedro Argüello, Juan Villega, Florencio Martinez, Zenon Orrego,
 Venancio Leiba, Abelino Ochoa, Márcos Ochoa, Vicente Gorocito, Pablo
 Gonzalez, Ciriaco Rosales, Justo Rosales, Juan Rois, Juan E. Titó,
 Domingo Machado, Nicolás Dias, Leandro Romero, Bruno Rojas, Begnino
 Rojas, Doromeo Pereyra, Toribio Pereyra, Donato E. Cabeza, Guillermo
 Ibarra, David Rodriguez, Anacleto Gomez, Juan Antivero, Fructuoso
 Mansilla, Casimiro Hidalgo, Julian E. Gomez, Mauricio, Elena, Dionisio
 Mansilla, Pedro Veras, Saturnino Gonzalez, Antonio M. Quiroga, Emelio
 Tisero, Bisents M. Gaimes, Francisco Ramirez, Juan Suarez, Victoriano
 Ramirez, Cirilo E. Gomez, Adrian M. Lequisano, Pascual Fernandez,
 Juan Gomez, Silvano Torres, Cosme A. Costo, Gregorio Ayala, Bruno
 Aranda, Cirilo Silva, G. Gomez, Ignacio Leguisamo, Pedro Brobo, Silvio
 Leguisamo, Ramon Leguisamo, Nicolás Leguisamo, Moisés B. Leguisamo,
 Nemecio P. Leguisamo, Gregorio Silva, Policarpo Gomez, Policarpo
 Parras, Pedro Ruiz, José B. Arballo, Martin Arballo, Gregorio
 Arballo, Martin Parras, Gumersindo Parras, Juan L. Berason, Pablo
 Home, José Benitez, José Pedraza, Domingo Pedraza, Félix Martinez,
 Santiago Gil, Estéban Gil, Andrés F. Iladida, Ernesto Dodero, Cárlos
 Raineri, á ruego de Miguel Calibre, Fausto Martinez, Eusebio Cabrera,
 José Gonzalez, Armamo Oreste, Rafael Davila, Miguel Fuccaro, Pedro
 Frias, Cayetano Rueda, José Iglesias, Angel Baressa, J. Ballerini,
 José Richet, Juan Silva, Pedro Rompoldi, Emilio A. Ozallar, Serafin
 Pelizzon, Justo Ogallas, Mateo Rial, C. P. Inghausti, C. Alabios,
 Benjamin J. Mora, Manuel Abal, José Succhi, Ambrosio Beci, Justino
 P. Penitro, Rudecindo Montolla, Pablo Horno, Valentin Carnota, E.
 Solis, Benito Vuelo, Mauricio Cejas, Juan Lopez, M. Garcia, Laurentino
 Benavides, Cárlos Garaen, Vicente Gattavora, Modesto Fonseca, Pedro
 Garcia, Benito Velo, Roque Velo, José Parras, Antonio Ruiz, Francisco
 A. Cascos, Pablo Gil.



                                MORENO


Los vecinos de Moreno que suscriben, cumplen el deber de manifestar
á V. E. su adhesion al proyecto de enagenacion de los Ferro-carriles
de la Provincia que acaba de sancionarse por el Honorable Senado,
por estar convencidos de que su realizacion es de grande utilidad y
conveniencia para la Provincia.

Saluda á V. E. atentamente.

 Juan Casco, Juan Otoni, Ignacio Maldonado, Pedro Bordenave, Hipólito
 Casco, Joaquin Tuchi, Juan Lanatta, Máximo Lanatta, Félix Perrero,
 José B. Lerbin, Lorenzo Maldonado, Cárlos Locateno, Silvano B. Casco,
 Gregorio Verdun, Francisco Baez, Teófilo Verdiun, Valerio Teridur,
 Lucio Gailan, Angel Vargas, Aniceto Vargas, Pedro Vargas, Domingo
 Villegas, Juan R. Gomez, Pedro Rosella.

                                                  _Mariano S. Machado._



                               CAÑUELAS


Beneficiados por un ramal de los Ferro-carriles de la Provincia,
reconocemos sin embargo, que los intereses generales reclaman su
enagenacion y felicitamos á V. E. por el triunfo de su proyecto en el
Honorable Senado, el que esperamos verlo pronto convertido en ley.

Saludan al señor Gobernador.

 José de Olaso, Felipe Basavilbaso, F. Michellir, C. Troyteiro, L.
 Fernandez, Luis Barreda, Pedro Echenique, Tomás Garcia, Patricio
 Basavilbaso, Teodoro Garcia, Alejandro Ispona, Vicente J. Davel,
 Daniel Barreda, José Costa, Félix Sabino, Alfredo Acuña, Manuel
 Fardon, Mariano Gazcon, Valeriano A. Barred, Tomás Morris, Adolfo
 Rodriguez, Constantino Lopez, Ernesto Handin, Cárlos Villalba, Juan
 Fourcadas, J. Almada.



                               BARADERO


Los que firman, felicitan al señor Gobernador por la sancion en el
Senado del proyecto de venta del Ferro-carril del Oeste, esperando que
la Cámara de Diputados lo aprobará tambien, realizándose así los nobles
propósitos de V. E. en beneficio de la Provincia.

 J. Visca (hijo), J. M. Villamayor, Ignacio Vieira, T. C. Muñoz, J.
 Claraint, Lorenzo Echesañeta. E. Stellafañe, José M. Silles, E.
 Stellcare, Emilio Rasmop, José A. Menendez, José E. Diaz, Félix Muñoz,
 Benito R. Paez, Angel Resdelli, Emilio Genaono, Julio Genoud, Luis
 Cantina, Pedro Salas, Bruno Lecour, Alejandro Lecour, Pedro Visca,
 Luis Visca, Juan B. Tosco y C^a., Honorio Morisa, Pablo Morilce, Juan
 Olivares, José Lucherts, Hilario Visca, Domingo Hermidia, Casiano
 Betoloza, Leoncio Troncoso, Juan Osa, Juan Ledesma, Estanislao
 Ledesma, Liborio Ledesma, Francisco Correa, Bruno Sosa.

                                                    _Julian O. Roarke._



                                ZÀRATE


Los que suscriben, vecinos y propietarios de este partido, tienen
el honor de saludar á V. E. y felicitarlo por el triunfo que ha
obtenido en el Honorable Senado, su proyecto de enagenacion de los
Ferro-carriles de la Provincia.

 Julio Valora, Manuel J. de la Torre, Juan B. Matteri, Cándido Martino,
 Alberto Legama, Rafael Zabala, Vicente Cepeda, Cárlos de la Torre,
 Luis P. Wixter, Eduardo Nadell, José de Arnelli. Julian Sollado,
 Ruperto Sollado, Manuel de la Torre (hijo), Andrés Collado, Martin
 Lomato, Bonifacio Pintos, Miguel C. Martinezi, Rudecindo Lujan, Fabian
 Perez, Francisco Ortiz, Manuel Fernando Bereiro, Juan A. Fernandez,
 Manuel Vila, Florentino Gailan, Luis Dulhecto, Luis Pamucio, Augustin
 Gastaldi, Vicente Insúa, Francisco Leon, Luis Dardanelli, Márcos
 Lencio.

                                                     _Bernardo Dubois._



                               MERCEDES


            _Al señor Gobernador de la Provincia, D. Máximo
                                 Paz._

Lo felicito á nombre de sus amigos, por el triunfo de su proyecto en el
Senado.

                                                            _R. Arauz._



                              25 DE MAYO


            _Al señor Gobernador de la Provincia de Buenos
                        Aires, D. Máximo Paz._

  Exmo. señor:

Los que suscriben, posesionados de que os inspirais en los verdaderos
intereses de la Provincia, al llevar á la práctica vuestra hermosa
promesa de vender el Ferro-carril del Oeste, os envian su síncero voto
de adhesion.

Nos es grato tambien aplaudir en un gobernante, el valor cívico
necesario para contrariar intereses particulares en obsequio á los
intereses generales que son los que estais encargado de vigilar y
engrandecer.

Saludan á V. E.

 Robustiano Pesen, Mariano Casci, Estanislao Wright, Ramon Gonzalez,
 Ladislao Córdova, Ponciano Lauto, Eusebio Córdova, Manuel Toso, Paz
 Córdova, Ernesto Moétrel, Irineo Córdoba, Irineo Barraza, Manuel
 Lozano, Mariano Barraza, Serviliano Martinez, Lorenzo Figuri,
 Dionisio Velazquez, Pastor Perez, Manuel Figuri, Manuel Fernandez,
 Eduardo Anthorry, Tomás Taylor, Luis Balbi, Jaime Richards, Facundo
 Lubo, Luis Grosnor, Manuel Bozza, Justo Gorocito, Angel Maidana,
 M. Mansilla, Pedro Escurra, Andrés Escurra, Gaetano Pozzi, Luciano
 Bozza, Ramon Roldan, Heráclio Acosta, Deselero Acosta, Daniel Vera,
 Prudencio Gallo, Santiago Lopez, Venero Lopez, Felipe Lopez, José
 Giles, Tomás Correa, Cruz Cupé, Celedonio Martinez, Inocencio Vivas,
 Eusebio Hurisa, Máximo Alvarao, José Viera, Ramon Balon, Martin
 Casco, Hilario Caldaroli, Gregorio Riglos, Martin Bustamante, Alfonso
 Casco, Fausto Gorocito, Hipólito Catullo, Crispin Rodriguez, Martin
 Cernadas, Gerónimo Zurites, José Giralden, Amancio Rodriguez, Cárlos
 Riglos, Cayetano Catullo, Juan Herrera, Basualdo Elisio, Juan
 Gorocito, Martin Velfero, Antonio Jabars, Juan Carra, Estanislao
 Vayni, Pedro Dominguez, Segundo Morales, Jorge Peñalligo, Isidoro
 Caravajal, Manuel Fregote, Pedro Arias, Eusebio Ledesma, Andrés
 Ledesma, Pedro Ledesma, José Manuel Causido, Sandalio Vivas, Felipe
 Rodriguez, Nieves Aranda, Saturnino Bustamante, Márcos Bustamante,
 Alberto Lopez, Saturnino Marquez, Manuel Pereyra, Serviliano Martinez,
 Hipólito Villasante, Desiderio Velasquez, Desiderio Colman, Domingo
 Cufie, Patricio Hammantron, Enrique Almiron, Natividad Barraza, Rejino
 Arias, Anastasio Campusano, Agustin Campusano, Isabel Diaz, Desiderio
 Correa, Miguel Peralta, Juan Peralta, E. Vivas, J. Vivas, Simon Oera,
 Balvino Parra, Pascual Gallardo, Teodoro Gallardo, Teodoro Parra,
 Cármen Vazquez, Santos Almeyra (padre), Santos Almeyra (hijo), Basilio
 Ulaviaga, Faustino Tolosa, Rosa Villegas (hijo), Rosa Gorocito,
 Inocencio Piñero, Serapio Almeyra, Mateo Almeyra, Márcos Rodriguez,
 Venancio Rodriguez, Juan Rodriguez, Eleuterio Villegas, Francisco
 Sejas, Abad Sejas, Juan de la Cruz Navarro, Isidoro Navarro, Venancio
 Campo, Manuel Suarez, Ignacio Coronel, Alfredo Mandilla, Fructuoso
 Villa Real, Juan Villa Real, Ramon Burgos, José Domingo Suasnabal,
 Apolinario Acosta, Teodoro Martinez, Silvio Ponce de Leon, Estéban
 Gonzalez, Santiago Peñalva, Felipe Rodriguez, Loreto Ortiz, Cevero
 Vivas, Angel Nieto, Gregorio Ramirez, Desiderio Caro, Martiniano
 Gonzalez, Teófilo Gonzalez, Pablo Gonzalez, Matias Gonzalez, Florencio
 Vidal, Gerónimo Parodi, Peregrino Surito, Juan Surito, Benaro T.
 Burgos, Timoteo Gramajo, Juan Vidal, Mauro Baraza, Irineo Lopez,
 Narciso Almeyra, Faustino Burgos, José Vela, Valerio Vela, Jorge Vela,
 Juan Vela (hijo), Hilario Vela.



                                 LOBOS


            _Al Superior Gobierno de la Provincia de Buenos
                                Aires._

  Exmo. señor:

En momentos que se discute en las Honorables Cámaras Legislativas de
la Provincia el proyecto enviado por el P. E. solicitando autorizacion
para la venta de los Ferro-carriles, y cuando los legisladores y la
prensa diaria han llegado á afirmar que la opinion pública es contraria
á la sancion de dicho proyecto, como que ello se opusiera á la
doctrina que el Estado no debe ser empresario, hemos creido los abajo
firmados que el vecindario de Lobos que representamos en todas sus
manifestaciones, debiera protestar solemnemente contra tal afirmacion.

Es con tales propósitos, y además con el de asegurar á V. E. que
estamos de perfecto acuerdo y es nuestra voluntad decidida que sea
cumplido en todas sus partes el programa de gobierno levantado por el
partido pacista y cuya ejecucion corresponde á los Poderes Públicos de
la Provincia, que tenemos el honor de dirijirnos á V. E. felicitándolo
por la firmeza en sus elevados propósitos y por la realizacion del
Gobierno mas honrado y progresista que haya tenido la Provincia de
Buenos Aires.

Exmo. señor.

 Manuel A. Caminos, E. C. Mármol, Martiniano N. Loyamas, Nicanor D.
 Berro, Eduardo Burbride, Martin Micheo, José Piñero, Felipe F. Duran,
 Juan F. de Cierra, Juan T. Aguerre, Manuel A. Caminos (hijo), Lorenzo
 A. Varela, Francisco A. Diaz, Luis Santamarina, Paulino Alvarez,
 Gerónimo Palacio, Martin Eliosegui, Jaime Herrera, Amaro L. Cepeda,
 Egisto Ratti, José Panezi, Félix M. Dolan, Eleuterio Zalvide, José
 Guerra, Leandro Erralchu, Cárlos Blanco, Juan Torres, Tomás Ziorito,
 Luis Castafuda, Restituto Creyro, Fernando Seijoo, Enrique Broncardo,
 A. Cascallares, Cosme D. Torres, Victoriano C. Garcia, Fernando
 Aguirre, Alberto Galdos Oliver, Antonio Aubedo, Saturnino Lacoste,
 Casimiro del Mármol, Laurentino N. Rosas, Ignacio Rodriguez, Juan B.
 Torres, José G. Berro, Emilio Zauni, José Pinos, Cárlos G. Sinquist,
 Florencio Ferarazzo, Federico Elapuinos, Manuel Berro, Juan Goenaga,
 Guillermo Aguirre, Gabriel Dumon, Martin Dumon, Luis Mastropiedra,
 por Genaro L. de Guevara, Ignacio Felipe, J. Victoriano Ganio,
 Pedro Pozzo, Marcelino Salina, Miguel Canadares, Manuel Baglero,
 José Goizcayra, Raymundo M. Salinas, Miguel Espinosa, Luis Salinas,
 Ramon V. Perez, Manuel Gomez, Ramon Martinez, Adrian Terán, Cipriano
 Sorriguieta, Francisco Rodriguez, Guillermo Curufaot, D. Aubres,
 Cárlos Sosa, Emeterio S. Córdova, José Gionello, Tomás Martinez, Pablo
 Beltran, Lorenzo de Eguino, Vicente Granea, Julian Ferreyra, Prudencio
 Palavecino, Segundo Zubiria, José Llorente, Miguel Viñales, Manuel
 Diaz, Manuel A. Ferrer, Manuel Valerga Rendon, Isidoro Sanz, R. A.
 Cepeda, Millan, Castañeda y C^a., Pompeo Zibcechi, Luis Soto, Domingo
 Manetti, José P. Santiso, José Fernandez, Ricardo Castro, Isidro F.
 de Sieza, Joaquin Rosas, Laureano Aller, José Torrantegui, Genaro
 Aller, Nicanor Berro, Martin del Mármol, Lorenzo Hermosilla, José
 Greinero, Ramon Elizalde, Tomás Sacchi, Juan Bidalun, Pascual Bravo,
 Damian Valerga, Mauricio Ratto, Serapio César, Gregorio Marquez, Floro
 Cáuser, Justiniano Cáceres, Emeterio Córdoba.



                                NAVARRO


            _Al señor Gobernador de la Provincia de Buenos
                        Aires, D. Máximo Paz._

Exmo. señor: los que suscriben, posesionados de que os inspirais en los
verdaderos intereses de la Provincia, al llevar á la práctica vuestra
hermosa promesa de vender el Ferro-carril del Oeste, os enviamos
nuestro síncero voto de adhesion.

Nos es grato tambien aplaudir en un gobernante el valor civico
necesario para contrariar intereses particulares en obsequio á los
intereses generales que son los que estais encargado de vigilar y
engrandecer.

Saludamos á V. E.

 Hipólito Almeyra, Manuel Diaz, Dr. Manuel Perez, Ramon Varela, Juan
 H. Sosa, Andrés Lemos, Abelino Aramburu, Crisóstomo Bildostegui, José
 M. Pose, Clemente Sanchez, Pablo Gomez, Ambrosio Arredondo, Segundo
 Ferravia, Ciriaco Herrera, Primitivo Luna, Abelino Lagos, Juan Paris,
 Julián B. Monsalvo, Juan Paris (padre), Bernabé Acuña, Juan Manreza,
 Manuel de San Pedro, Pedro Flores, Rufino Flores, José Vera, Cecilio
 Melo, Sebastian Olguin, Juan Troncoso, Narciso Gutierrez, Claudio
 Herrera, Máximo Cabral, Nicanor Arce, Eugenio Monsalvo, Alvino Moreno,
 Teófilo Moreno, Domingo Camus, Rufino Lescano, José Inda, Juan Inda,
 José Mendez y Gomez, Salvador Ruviera, Galeano Videla, Bautista
 Madariaga, Basilio Bustamante, Gregorio Bustamante, Salvador Grillezo,
 Estéban Beasen, Inocencio Ibañez, Pedro Lusto, Isidoro Lusto, Reges
 Lusto, Mariano Santana, Cárlos Santana, Máximo Fernandez, Genaro
 Tropiano, Domingo Tropiano, Anastasio Toledo, T. W. Drapez, Miguel
 Murphy, Ricardo Murphy, Benigno Coronel, Nemecio Ferreyra, Rodolfo
 Eberle, Juan T. Dillon, Juan Lennon, Juan Carbery, Miguel Resgan,
 Patricio Kenan, Patricio Hennan, Santiago Mulalez, Eduardo Dillon,
 Lucio Rosales, Cárlos Santana, José Santana, Antonio Paz, Pedro
 Arrizabálaga, Pedro Manchote, Felipe Montes Negro, Antonio Seever,
 Agustin Uranga, Santiago Melo, Pedro Melo, Domingo Melo, Ciriaco
 Tenorio, Juan Bruns, Martin Leonetti, Pedro Montero, Cárlos Tenorio,
 Juan Lavaguerri, Lorenzo Sanver, Pedro Lanare, Ignacio Gaña (hijo),
 Ignacio Gaña, Nicolás Uranga, José Sanchez, Damian Santana, Pedro
 Martinez, Gregorio Basualdo, Isidoro Adorno, Genaro Neite, Manuel
 Avila, Lorenzo Paulino, Pedro Baula, Emilio Perez, Gabriel Ibana,
 Miguel Bordeo, Francisco Rivero, Ernesto Ilansano, Manuel Medina,
 Claudio Herrera, Miguel Yasente, Laureano Rocha, Domingo Filpo,
 Domingo Arce, Bernardo Aristiz, Benito Aguiló, Narciso Aranzabe,
 Camilo Ocampo, Tomás Dillon, Tomás Dillon (hijo), Juan J. Dillon,
 Francisco Dillon, Juan Hanabran, Isidro C. Garcia, Isidro Garcia,
 Gumersindo Garcia, Pedro Garcia, Juan A. Garcia, Olegario Garcia,
 Juan M. Dillon, Francisco J. Dillon, Tomás J. Dillon, Rosendo Gil,
 José María Cullus, Patricio M. Roque, Mauricio Ilam, Guillermo Illam,
 Mauricio P. Illam, Patricio Cosme, Santiago M. Donaugh, José S.
 Aramburu, Nicolás Aramburu, Santos M. Aramburu, Manuel J. Palacios,
 José L. Aramburu, Raimundo Alegira, Ricardo Ilaley, Vitoriano
 Cabanillas, José Noonan, Miguel Togan, Vicente Garcia, Rafael A.
 Kinson, Indalecio Peredo, Emeterio Narvaez, Ildefonso Ugarte, Leon
 Ascona, Isaias Isaguirre, Antonio Sejas, Silvestre Aramburu, Miguel
 V. Aramburu, Juan Gonzalez, Pantaleon Rodriguez, Domingo Esquinca,
 Jorje Wilson, Pedro Devason, Sebastian Silva, Luis Esquinquen, Tomás
 Makavuay, Patricio Kelly, Martin Uffb, Dionisio Kelly, Cándido Salas,
 Cayetano Viscarra, José Dapueto, Baldomero Gonzalez, Manuel Diaz,
 Anselmo Galarce, Mariano Tosti, Tomás Martinez, Francisco Pouségu,
 Juan Fúnes, Juan Fúnes (hijo), Aristo Fúnes, José Fúnes, Valentin
 Helio, Juan Sanchez, Francisco Casco, Mateo Fernandez, Juan Madariaga,
 Miguel Gonzalez, Miguel Perez, Miguel Palermo, José G. Ruiz, Juan A.
 Lopez, Tomás Lopez, Gabriel Alfaro, Cástulo Rivas, Dionisio Galeano,
 Sebastian Colman, José Abaca, José Rocca, Galimberto Settimio,
 Blas Rocca, Remigio L. Garcia, S. M. Larres Endi, Juan Espil, José
 B. Orceza, Manuel A. Fresco, Estéban Lescano, Juan L. Mendiburu,
 Cosme Brus, Silverio Delia, Rufino Simeto, Julio L. Mosagra, Eliseo
 Barrutti, Calisto Gorocito, Gregorio N. Gomez, Ignacio Crespin,
 Eustaquio Gomez, Saturnino Gomez, Fortunato Flores, Canuto Flores,
 Remigio Flores, Felipe Melo, Joaquin Sandarazana, Domingo Gasatt, José
 Goña, Manuel Doreto Gorocito, Blas Diaz, Nicolás Diaz, Rómulo Arias,
 Emilio Tompson, Manuel Belincheri, Pedro Casavon, Juan Gonzalez,
 Emilio Torres, José M. Coronel, Casimiro Rodriguez, Pedro Diaz,
 Vicente Diaz, Julian Córdoba, Nepomuceno Troncoso (padre), Nepomuceno
 Troncoso (hijo), Gervasio Delgado, Isaac Gomez, Rómulo Ponce, Antonio
 Lopez, Juan Reiche, Estéban Villagra, Serviliano Sajos, Benito
 Benitez, Eduardo C. Rielly, Juan Enis, Pedro Murry, Santiago Counars,
 José Molina, Lorenzo Counars, Tomás Enis, Bernabé Diaz, Juan Aramburu,
 Felipe Meden, Cárlos Benac, Martin Otazcu, Benito Angliani, Luciano
 Ponce, Cayetano Angliani, Juan Illidegui, Marcelino Sarrilt, Antonio
 Burcocea, Juan Riguinlet, Bonifacio Gonzalez, B. Romero, Benigno
 Barreiro (padre), Guillermo Smith, Juan Chaves, Isidro Toledo, Juan S.
 M. Donauh.



                                ALVEAR


Los que suscriben, felicitan á V. E. y á su ilustrado Ministro doctor
Gonnet, por el triunfo que en el Senado ha obtenido el proyecto de
enagenacion de los Ferro-carriles, cumpliendo así el programa de su
Gobierno.

 José M. Olivera, Tomás Siones, José Lopez, Pedro Lizarraga, Benito
 Moga, Pedro Basabe, Juan Sollano, Pio Ortiz, Miguel Ortiz, Juan
 Amestoy, Plácido Francisco Ortiz, Prudencio Gosbet, Antonio Granieri,
 Emilio Sartori, Amadeo Rios, Pablo D. Villarias. (Siguen 80 firmas de
 los principales vecinos de ésta.)

       *       *       *       *       *

Los que firman, vecinos y propietarios de este partido, cumplimos con
el deber de felicitar en la persona de V. E. á la Provincia y al país
entero, por el triunfo que ha obtenido en el Senado el proyecto de
enagenacion del Ferro-carril del Oeste.

Creemos sinceramente, señor Gobernador, que este hecho, á la vez que
completa su programa de gobierno, es sumamente trascendental para el
progreso de la mas rica de las Provincias argentinas y por tanto para
la Nacion entera.

Hemos seguido paso á paso la discusion que ha ocasionado el proyecto
del Ejecutivo; nos hemos detenido en el exámen de los artículos de
la prensa toda, amiga y enemiga del Gobierno y hasta indiferente;
finalmente hemos tomado todos los antecedentes que nos ha sido posible
sobre industria ferro-carrilera en los Estados Unidos, cuyas prácticas
debemos imitar si queremos obtener sus progresos, y de todo ésto
llegamos á la siguiente conclusion: que el Gobierno está en la verdad
de desprenderse de una empresa que prestará á la Provincia los mismos
servicios que antes, y aún mejores, explotada por la accion de los
particulares y con cuyos recursos podrá protejer la ejecucion de muchas
obras indispensables al desarrollo de muchas industrias que traerán
inmensas riquezas á la Provincia. Un buen sistema de canalizacion por
ejemplo.

Saludan atentamente al señor Gobernador.

 Juan T. Piñero, Olimpo Linares, Victor Igartúa, Emiliano G. Reynoso,
 J. S. Macy, S. Ramos, Salustiano Gimenez, José Lopez, Prudencio
 Escado, H. Linares, Juan José Basalo, Domingo Bauzá, Miguel Lopez,
 Lino C. Sond, Manuel Garcia, A. Anido, Juan Carriquiri, Antonio H.
 Sarco, Benjamin Gonzalez, Cesareo Urruchua, Miguel Garcia, Francisco
 Varela, Plácido Crecido, Juan Criado, Tomás Sucres, José M. Patron,
 Rómulo Patron, Rafael Baca, Tristan Cáceres, Zenon Romero, Martin
 Durau, Miguel A. Paula, Ramon Márquez, Rosa Peredo, Pedro Aguirre,
 Justo Diaz, Cárlos Rosales, Pedro Cousté, Juan Urruchua, José Olivar,
 Juan Sollano, Lindor Pacheco, Miguel Bacca, F. Robert, Macedonio Gri,
 Nemesio Albarracin, A. Rios, J. Benitez, P. Etcheverria, Francisco
 Aguirre, Pedro Benitez, Andrés R. Lopez, Pedro Lizárraga, Ramon
 Diaz, Pio Ortiz, Alberto Rosales, Elías Moyano, Primitivo Junquera,
 José Peral, Juan Graniel, Félix Cancate, Prudencio Criado, Félix M.
 Urruchua.



                               PERGAMINO


            _Al Exmo. Gobernador de la Provincia, D. Máximo
                                 Paz._

Los vecinos que suscriben, tienen la honra de dirijirse á V. E. para
presentarle sus fervientes congratulaciones y espontánea y decidida
adhesion al proyecto de enagenacion del Ferro-carril de la Provincia.

Este pensamiento, cuya realizacion se deberá á la firmeza con que V. E.
lo ha iniciado, no será únicamente el cumplimiento de uno de los puntos
mas culminantes del programa de Gobierno proclamado por V. E.

Será uno de los timbres de mayor gloria de la administracion actual,
porque sus beneficios serán duraderos y se extenderán por toda la
Provincia.

El Ferro-carril del Oeste ha llegado ya á su edad lozana, y si en los
primeros dias de su formacion, pudo necesitar la tutela del Estado, hoy
que está desarrollado en la plenitud de sus fuerzas debe emanciparse
de la accion oficial, y seguir su camino de progreso guiado por el
esfuerzo particular cada dia mas vigoroso y fecundo en nuestro país.

Las utilidades que su venta reporte, es justo que se destinen á
beneficio comun de la Provincia, cuyo tesoro general ha contribuido á
su creacion y sosten.

¿Qué se vá á hacer, se ha dicho, con el sobrante que resulte de la
venta?

Inútil pregunta, cuanto ya está bien determinado el destino de esos
fondos en el ilustrado mensaje de V. E.

Las obras de desagüe, tan necesarias en nuestra extensa campaña,
insumirán ese sobrante con provecho general.

No será beneficiada una zona determinada de la Provincia. La utilidad
de las obras de canalizacion alcanzará á todas partes y servirá de
poderoso impulso al fomento de la agricultura que nace, y de la
ganaderia que decae. Así, sin ser el Estado empresario ni administrador
de negocios ajenos á su mision política y social, propenderá á sostener
y levantar aquellas dos fuentes principales de nuestra riqueza pública
y privada.

No es posible comprender, Exmo. señor esas alarmas y temores
manifestados con tantos aspavientos por los adversarios del grande y
patriótico propósito de V. E.

¿Acaso la empresa particular á cuyo dominio pase la línea, vá á
levantar sus rieles y vá á dejar á la Provincia sin ese Ferro-carril?

¿Por ventura la zona que sirve esa vía vá á ser entregada á la voluntad
arbitraria de una empresa sin ley, sin freno que pueda sujetarla en los
avances que quisiera despues cometer, con detrimento de los intereses
particulares establecidos en el rádio de su trayecto?

Bien sabido es que la prevision del P. E. y de las Honorables Cámaras
Legislativas disipan todo recelo de daños futuros, porque no se trata
de una donacion, ni de una entrega fortuita, sinó de una negociacion
en que cada parte estipula las condiciones mas convenientes á los
intereses á su cargo. ¿Por qué temer entónces que V. E. y los
Legisladores, que son la parte que representa á la Provincia, han de
olvidar ni por un momento y en tan grave asunto, lo que mas conviene á
su mandante garantizándolo de todas las eventualidades y consecuencias
de la enagenacion?

Tal temor, completamente destituido de todo fundamento, seria una
ofensa inaudita al probado patriotismo de V. E. y á la cordura y
dignidad de la Honorable representacion de la Provincia.

Protestando nuestros sentimientos de respeto á la persona del primer
magistrado de la Provincia y nuestra decision por el proyecto de
venta del Ferro-carril, que consideramos conveniente para los
intereses generales del pueblo, rogamos á V. E. se digne aceptar esta
manifestacion y la sinceridad de nuestros votos porque á todas las
resoluciones del P. E. presida siempre el felíz acierto con que ha
procedido V. E. en la que ha dado orígen á la presente demostracion.

Dios guarde á V. E.

 Eduardo Grondona, Juan Grigera, Juan P. Riera, Augusto Gorondo,
 Manuel Alfonso, J. A. Idigoras, Justo A. Ballester, Guillermo Blak,
 Juan Fox (padre), Ricardo Jacot, Juan Bautista Acevedo, Laureano
 Galoto, Miguel V. Escuti, Idigoras Escuti, Atanacio Palacios, Eduardo
 Villaverde, Manuel Noya, Miguel Torres, Manuel Roth, Justino Russo, E.
 C. Anes, Gervasio Correas, Anselmo Loza, Anselmo Loza (hijo), Cárlos
 Lanús, Guillermo Lalanne, Andrés Traverso, José Olivares, M. Medina,
 Manuel Echegoyen, Juan Polanco, José Goyenechea, Juan Perez, Juan
 Bisbal y Mont, Marcelino Alfonzo, Rafael Nondenden, Antonio Ruiz,
 José Ramos, Agustin Astudillo, Eusebio Leiva, Miguel Collado, Alberto
 Ledesma, Eustaquio Sosa, Pedro Chavero, Francisco Barrio, Márcos
 Sanguinetti, Gregorio Olmedo, Manuel J. del Conte, Juan Mansilla,
 José Cabral, Lucio Rios, Pedro Mujica, Domingo Arroque, Luis Alarcon,
 Enrique Diaz, Anastacio Irisarri, Tomás Velazquez, Pablo Godoy, Pedro
 Arballo, Balvino Ferreiro, Desiderio Perez, Guillermo Murtahg, Nicolás
 Esperanza, José M. Allister, Diego Juarez, Juan A. Alfonso, Isaac
 Robledo, Juan Murray, Ignacio Olmos, Emilio Puentes, Juan Olivera,
 Joaquin Tasso, Máximo Perez, Arturo L. Saenz, Antonio Pereyra, Benito
 Ugalde, José Nielfet, Ramon Martinez, Márcos Sanguinetti (hijo),
 Jacinto Peralta, Manuel Muñoz, Alberto Sanchez, Alberto Aguirre,
 Rudecindo Juarez.



                               CHIVILCOY


Conformes con el pensamiento de enagenacion de los Ferro-carriles
Provinciales, los vecinos de Chivilcoy que suscriben, felicitan á V.
E. por la sancion del proyecto en la Cámara de Senadores, deseando que
se convierta en ley, y que tan importante operacion financiera sea
realizada como lo exijen el patriotismo y los intereses de la Provincia.

Saludan á V. E.

 Miguel Rizzi, Facundo Castillo, Prudencio Piedracueva, Eduardo
 Caminos, Pedro Gonzalez, Juan Botto, Cármen D'Atri, Pedro Consoli,
 Lindor Jones, Fernando Larrosa, Juan Castillo, Domingo Ayala, Luis
 Pestaña, Ramon Britos, Antonio Britos, Félix Rizzi, Ramon Quintana,
 Alejandro Caamaño, Pedro Remoli, J. Vita, Pedro Levito, Pedro Viola,
 Cármen Chaves, Juan Jones, Cayetano Lancinito, Vicente Constagno, Juan
 Gomez, Eusebio Garibaldi, Remigio Miranda, S. Lopez, Félix Morales,
 Manuel Aragundi, Vicente Catrofino, Cárlos Remolo, Tito Folgo, Pablo
 Arquipete, Antomio Fevole, Luis Palma, Francisco Falabela, Genaro
 Fevole, Clemente Albino, Mauricio Ballesteros, José Taborda, Pedro
 Taborda, Alejandro Taborda, Patricio Paredo, Manuel Reynoso, Martin
 Navarro, Aurelio Cabral, Juan Candi, Juan Bustamante, Felipe B. Divia,
 Manuel Lopez, Francisco Patiño, Pedro Paredo, Ireneo Oscariz, Tomás
 Lorea, Juan Cremona, Manuel Garcia, Luis Rodriguez, Miguel Ascorra,
 Pedro Iturbe, José Rirris, Pedro Basales.

                                                     _Saturnino Lopez._



                            LOMAS DE ZAMORA


Los que suscriben, vecinos de Lomas de Zamora, tienen el honor de
felicitar á V. E. y á su digno Ministro de Obras Públicas, señor doctor
Manuel B. Gonnet, por la sancion que el Honorable Senado, ha prestado
al proyecto de V. E. sobre venta del Ferro-carril del Estado.

Con elevado patriotismo V. E. con ese proyecto dá garantias á los
ciudadanos contra los abusos del Poder en las cuestiones electorales;
coloca á los habitantes de la Provincia bajo el gran principio de
derecho, _todos iguales ante la ley_ y fomenta el desarrollo de la
riqueza en la misma zona que recorre ese Ferro-carril.

Tan importantes fines serán sin duda alguna definitivamente sancionados
por la Honorable Cámara de Diputados, con general aplauso, y no
tardarán en ser reconocidos y aprobados por los mismos que hoy los
desconocen y por aquellos que mas directamente beneficiados, por una
aberracion incomprensible, han solicitado su rechazo.

Sírvase V. E. aceptar nuestras sínceras felicitaciones, con su señor
Ministro, y la manifestacion de nuestra mas alta consideracion y estima.

 José M. Huergo, M. T. Bosch, Enrique A. Temperley, Francisco Portela,
 M. Balaija, A. Hillan, Jorge J. Battner, Ricardo J. Huergo, José
 Mosquera, Eudocio Pacheco, Tomás E. Warrel, José M. Flores, Pablo
 Aguicen, Enrique V. Vazquez, Juan Resemeñon, Manuel A. Naon, Antonio
 Costa, N. N. Vet, Casiano B. Pereyra, F. Chivari, Jacobo H. Martin,
 S. Furque, D. Torino, B. Y. Bergallo Borjas, Máximo Torino, Rafael V.
 Virasoro, Juan Picurelli, Paulino Musaschio, Nicolaso Pandi, Y. C.
 Alegot, Juan C. Parodi, Exequiel de Santamarina, H. Loreztou, Santiago
 Bolozaeni, Gervacio Romai, Floro San Martin, José Regaglia, Manuel
 Silva, Severo Fernandez, Faustino E. Mendizábal, Tomás Arizmendo,
 Emilio Heredia, Ruperto Flores, Manuel Ballesteros, Juan G. Flores,
 Luis M. Silva, Benigno Ludueña, Ceferino Flores, Manuel Obarrio,
 Horacio Giles, Faustino Suarez, Hermenegildo Perez Carmelita, Pedro
 Flores, Juan A. Mattos, Ambrosio Espinosa, Alberto Suarez, Eduardo
 Montes de Oca, Arturo Suarez, José Guanda, Exequiel Obando, Isidro
 Rovira, Ramon F. Miranda, Oscar Hillnes, Alberto Cruz, Juan M.
 Lavignolle, S. F. Palacios.



                             SAN FERNANDO


             _Señor Gobernador de la Provincia, ciudadano
                             Máximo Paz._

  Exmo. señor:

Vemos que se levantan voces en contra de la venta del Ferro-carril del
Oeste, proyecto que marca la altura y austeridad de vuestra virtud
cívica por lo que pensamos que deben llegaros tambien, las voces que lo
aplauden.

Sabemos que el Ferro-carril léjos de ser una joya para la Provincia,
es solamente una arma política destinada á jugar un rol corruptor
en todas las frecuentes luchas eleccionarias; y que si la venta que
hoy proyectais no se ha hecho antes, no ha sido porque hayan faltado
conveniencias públicas que la aconsejar en sinó porque ha faltado
civismo para llevarla á cabo.

Pedimos, pues, á V. E. continúe en su patriótico propósito, en la
seguridad de que se pone de parte de los verdaderos intereses de la
Provincia que tan dignamente gobierna, y no dudamos que el producido
de esa enagenacion se traducirá en innumerables obras públicas,
beneficiando todos los pueblos sin preferencias injustas.

Saludamos a V. E.

 Nicanor Crota, Estában Bravo, Nicanor Aguirre, Luis Camale, Juan
 Pettina, A. Bazo, Luis H. Neuman, Benedicto Gutierrez, P. Acosta,
 B. Gandulfo, S. Zubiria, Salvador Whing, Juan Bazo, M. Casal, P.
 Hircine, Desiderio Chapen, Mariano A. Gamboa, Jaime C. Sheridan, N.
 Navaug, Cárlos Ceineo, Domingo B. Casco, Manuel Rodriguez, Adolfo
 Lassalla, Modesto Domínguez, Francisco J. Zubiria, Miguel Palero,
 Luis Zar, Manuel Barbosa, Joaquin Piedracueva, Luis Beretta, M.
 Martinez, Tomás Zunche, Santiago Lavaggeto, Claudio Ruiz, Federico
 Cuneo, Estéban Calandroni, Cárlos Esquer, Benito Posada, Santiago
 Gonzalez, J. D. Víleon, Leopoldo Murdeo, José Martí, Francisco Cartar,
 Santiago Fantin, José A. Seiva, G. Ibarra, Blas Queirolo, José
 Dall'Pro, Tomás Bagnasco, Juan Lavagetta (hijo), Leroure Bonochez y
 Ca., Antonio Poutti, Antonio Rololo, A. Muñiz, L. Landoz, José Ramíe,
 Pedro Partillo, Leonardo A. Caviglia, Juan C. Fortunatti, Agustin
 Ravier, Juan Bernetto, F. Fantin, A. Albasini, Pratti Battista, Martin
 Vermann, Cárlos Marenzi, Gonardo Magaldi, Antonio Amado, Oscar José
 da Silva, José Alberti, Bartolo Murcho, Pablo Carabelli, Domingo A.
 Miranda, José Guigalia, Juan P. Casiet, German Pouts, Manuel Ginaca,
 A. Dullarzi, L. Seartani, Francisco Brisco, David Trueco, Joaquin
 Real, Federico Ferrante, Alejo Paras, F. Campioni, L. Baurdieu, José
 Rovarella, Carlos Delamadeleina, José Murcho, José Minorino, Alejandro
 Terrarosa, Bernardo Castoing, A. Cassiet, Antonio F. Achinelli, Cárlos
 Guiaco, Césaro, Manuel Ginena, Manuel Liehto, Fernando Mazolino, José
 Varino, José Miranon, Aurelio Guedes, Esteban Yenta, Lozano Nicolini,
 Juan Cafferata, G. Sharple, Ignacio Frugone, Federico Barbará, M.
 Ralli, Julio Sider, Rafael Gonzalez, Manuel Costa, R. Segura, J.
 Bernore, Francisco Carbonell, Eugenio Saint Marty, H. Kemy, G. Ramos,
 Pedro Boochis, Juan M. Hernandorena, Agustin Sober, Algell Vassallo,
 José Sturbey, José Farell, Juan Lavayette, E. Viscettini, Antonino
 Nartioda y Cia., José Hormello (hijo), Bartolomé Spalarosa, Angel
 Cerrile, Alessandro Gabriely, Bautista Pacini, Juan Fossati, Pedro
 Promaivove, Andrés Briozzo, Desiderio Cassolla, Tomás Sanguinetti,
 José Pisano, Francisco Cerutti, Juan Goyhenetche, Juan Rava, José
 Gutenez, Sinard Suanedo, Lorenzo Frogliarino, Pedro Remaggi, José
 Lombase, Francisco Lombau, Mateopalo, Antonio Villar, Pistoni J.
 Creti, Vicenzo Guido, Fernando Vacarezza, Juan Gormanni, Manuel
 Castañette, Emilio Sesja, Giovanni Posra, José Benaria, Reinaldo
 Debernardo, Emilio Sesja (hijo), Juan N., Juan A. Donati, J. Wasse,
 Vicente Gandolfo, Manuel Alvarez, A. Bourdieu, B. Cortilezzi, Jesús
 Izquierdo, Juan Mansilla, Sisto Bolloqui, Juan Piamello, Octavio
 Robiolio, Frincavelli Albino, José Coll, Antonio Serga, Juan Batista,
 Pelleglino Pidoni, Pascual Escafú, Andrés Carosetto, Mateo Criador,
 Miguel Cabello, Eduardo Fernandez, Agustin Morello, Florencio
 Gutierrez, José Armada, Francisco Bolloqui, Honorio Dullac, José M.
 Vazquez, Nicolás Pesse, A. Deffei, Mariano A. Burgo, Celso Ceryhino,
 Juan Ramallo, Rancany Guivonu, Antonio Foletti, José M. Blanco, Julian
 Gali, Julian Telleni, José M. Conde, Juan Cubaru, Cecilio Lubanqui,
 Angel C. Monlu, Bernabé Pardo, Antonio Ginaca.

Firman la otra nota los señores:

 C. M. Gramajo, Pedro A. Figueroa, Pedro B. Valladones, J. M. Barrio,
 N. Aguirre, Andrés Montenegro, Tomás J. y Ciras, Bernardino Toro,
 Félix Neulie, Victoriano Belloso, Benito Ormaechea, B. Sosa, Exequiel
 Marin, P. F. Fernandez, Cárlos F. Maldonado, R. Barbano, Pedro Rojo,
 Juan Cordeiro, Pagarri Cárlos, Domingo Dupen, José Bandraz, Alberto
 Griñoza, Pedro Cordomi, Andrés T. Garcia, Luis Bossio, Giuseppe
 Gollner, Celso N. Frias, Manuel D. Gurardio, M. N. Pampillon, Juan
 B. Diaz, Bernardo Rocco, Domingo Plana, Isidoro Martinez, George
 Kanichan, Virginio Brignoni, Benjamin Rocco, José Mina, Luigi Rembado,
 Tixi Madesta, Grose Juan Gomien, José Pretes, Ramon Bouzas, Juan
 Russo, Francisco Iglesias, Simone Antonio, Esteban Pagani, Francisco
 Viña, Basilio Ugarte, Got Ratrefen, Miguel Sosa, A. Arenas, Pablo
 Torres, Mantonio Midano, José Mendez, Pedro R. Causeilles.



                            BARRACAS AL SUD


Sus amigos de Barracas al Sud, han resuelto unánimemente enviarle un
voto de confianza; adheriéndose en un todo al proyecto sobre la venta
de los Ferro-carriles de la Provincia. En oportunidad se le presentará
un pergamino firmado por todos, significándole esta resolucion; reciba
mis felicitaciones.

                                                   _Enrique Fernandez._

       *       *       *       *       *

             _Al Exmo. señor Gobernador de la Provincia de
               Buenos Aires, ciudadano don Máximo Paz._

El pueblo de Barracas al Sud, no ha podido sustraer el movimiento
expontáneo de opinion que se opera en la Provincia toda, con motivo del
importante proyecto de venta de los Ferro-carriles del Estado.

Por mas de un concepto excelentísimo señor, tenemos que mostraros
congratulados las simpatias que el magno pensamiento que patrocinais
ha despertado en el corazon de este pueblo: él significa el fiel
cumplimiento de las promesas hechas en vuestro programa de candidato;
significa igualmente la acertada solucion de un importante problema de
economia política. El Estado no puede ser empresario; y mas que todo
representa para la Provincia beneficios incalculables que solo pueden
esperarse de un Gobierno laborioso y honrado como el vuestro.

Aceptad, señor, como un voto de ilimitada confianza, como un humilde
pero elocuente homenaje del pueblo que admira y reconoce vuestras
virtudes, estas francas y sínceras declaraciones, que gustosos
suscribimos.

 Roberto Olivier, Luis J. Goenaga, Enrique Fernandez, S. G. Sansinena,
 José G. Hernandez, Cárlos Sanders, M. B. Esturiaguirre, Cárlos
 Sanders, Miguel Cano, Domingo Fernandez, Eduardo Mendez, Domingo
 Aphalo, Estéban S. Roffo, Virginio Arévalo, Nicolás Silles, José E.
 Perez, Eugenio Echegaray, Martin Beranges, José Calcagnino, Juan P.
 Olivier, Lino Echevarria, A. Paredes, Francisco Caballido, Ramon
 Santo, Pablo Robert Richelet, Pablo Bergery, Ramon Gamboa, Enrique L.
 Raffo, Joaquin Meaca, Martin Iturbure, Juan M. Tisnes, Juan Torassa,
 Luis Lértora, Francisco Aphalo, Juan Baciadonne, Félix Estringe,
 Federico F. Siri, Angel Besio, Juan B. Arrupe, Juan Iturburu, Antonio
 Mattianda, Juan S. Etchart, Gumersindo Gomez, Pedro Eyherabide, Pedro
 Berisso, Santiago Podestá, M. Rodriguez, Michele Pezza, Sebastian
 Dualde, Luis Iribarren, F. Noceto, Juan B. Beranger, Cipriano
 Garcilazo, José Ruberto, Antonio Garcia, José Morasso, Felipe Alzuet,
 Jorge Bettiola, Damaso Sagasti, Roque de Echevarria, Cárlos Perez,
 Pedro Goenaga, Francisco F. Nocetto, Eleodoro Calderon, Mariano
 Goenaga, Vicente Gorozabel, Mariano Goenaga (hijo).



                             BUENOS AIRES


Felicítole sinceramente por el triunfo del proyecto; inmediatamente
regresé de islas, traté de verlo allí, no encontrándole vengo á ésta y
me informan su ida, si algo necesita para algun lado puede llamarme,
iré hoy mismo si tengo tiempo para tomar el tren.

                                                         _José Vinent._

       *       *       *       *       *

Felicito á V. E. por el triunfo de la buena doctrina en la cuestion de
enagenacion del Ferro-carril de la Provincia.

                                                        _Felipe Yofre._

       *       *       *       *       *

Saludo cordialmente al jefe de nuestro partido.

  Su amigo.

                                                       _Eduardo Frias._



                                 AZUL


            _Al señor Gobernador de la Provincia, D. Máximo
                                 Paz._

Partidario decidido del proyecto de enagenacion, faltaria á mi deber si
no felicitara á V. E., ante el primer triunfo obtenido en el Senado,
muy á pesar de la oposicion que ha manifestado la pretendida opinion
pública. Reciba mi síncera felicitacion.

Salúdalo.

                                                  _Francisco N. Viñas._

       *       *       *       *       *

           _Al S. E. el señor Gobernador de la Provincia, D.
                             Máximo Paz._

Los que suscriben, vecinos propietarios y comerciantes, del Azul, se
hacen un deber de manifestar á V. E. su adhesion al proyecto de venta
de los Ferro-carriles de la Provincia, que actualmente se discute
en las Cámaras. Estamos convencidos de su bondad, y de que una vez
convertido en ley, reportaria positivos beneficios al país.

 Nicolás Ocampo, Antonio Plot, Francisco N. Viñas, Juan Castañares,
 Manuel D. Varela, Erasmo Brione, Emilio V. Zaretele, Gervasio Cabrera,
 Gerónimo Palacios, Jorge Mason, Domingo Cabrera, Natalio Cabrera,
 Santa Ana Ramirez, Tiófilo Ramirez, Angel Ramirez, Eduardo Acuña
 (hijo), Fruto Gomez, Eloy Pinedo, Ceferino Uran, Andrés Briones, Sixto
 Baigorria, Eugenio Paz, Manuel Paz, José M. Ferreyra, Antonio Gomez,
 Faustino Barrera, Francisco Barrera, Jesús Molinari, Santos Obando,
 Francisco Pereyra, Bartolo Burgos, Juan Burgos, Ceferino Burgos,
 Adrian Gallardo, Ramon Acuña, Manuel Guinar, Vicente Pardo, Modesto
 Millas, José Millas, Juan Bustos, José Bustos, Gerónimo Cáceres,
 Casimiro Cáceres, Hijinio Pardo, Silvano Pardo, Ponciano Iniguel,
 Benjamin Torres, José Leiva, Anselmo Becca, Juan Grefis, Juan Vasquez,
 Bernabé Cárdenas, Angel Salfino, Santos Sinsani, José Guissani,
 Lorenzo Capelino, Jorge Busates, Tomás Surita, Ciriaco Surita, Angel
 Peña, Heráclio Estalles, Teodoro Castañares, Salvador Bassi, I.
 Staselli, Félix Eboli, Baldomero Pereyra, José Mastropaolo, Rafael A.
 de Montpensier, B. Salvadores, Leoncio Ramos, Antonio Ferron, Fernando
 Mendoza.

       *       *       *       *       *

Los que suscriben, vecinos de esta localidad, interpretando fielmente
el benéfico pensamiento del P. E. respecto á la enagenacion del
Ferro-carril de la Provincia, no pueden ménos que adherirse
decididamente al proyecto y felicitarlo efusivamente por el primer
triunfo obtenido en el Honorable Senado, haciendo votos porque la
Honorable Cámara de Diputados, inspirándose en los mismos sentimientos
patrióticos que el Honorable Senado, despache favorablemente el
progresista proyecto.

Saludan afectuosamente á V. E.

 Pascual Griego, E. F. Toscano, Francisco N. Viñas, H. Ocampo, L. M.
 Bambill, A. Ferron, Servando Mendoza, B. Pereyra, B. Sanes, Juan
 Castañares, Sendocio Ocampos, Alfonso de Lellis, Froilan Gomez
 (hijo), A. Lascano, J. L. Viñas, Vicente Etchevarria, A. Silva, Felix
 Eboli, M. Joscario, H. Ocampos (hijo), Juan Bosch, Tomás Medina, M.
 D. Varela, Jorge Masan, Elías Paz, José P. Solis, Benigno Sanes,
 A. Q. Toscano, Enrique Orcine, Pedro Dudino, Pedro S. Medina, José
 A. Almada, A. Silva, P. Leal, Francisco Bahia, José Dupau, Juan E.
 Dupuy, V. Diaz, Alvino Dupuy, P. Lesondo, Victorio Almada, F. Gomez,
 Florentino Secaiga, M. Gonzalez, Toribio L. Lascano, E. Rodriguez,
 Máximo Herrera, V. Rodriguez, J. L. Salomon, M. Diaz, Pastor Diola, A.
 Ferrari, F. Gomez, Francisco Cratelletti, J. Lara, Pedro Montenegro,
 J. Caselli, Faustino Ledesma, M. Diaz (hijo), S. Ruiz, Francisco
 Otero, E. Ferrari, Ceferino Bellejo, M. Alvarez, Pedro Alvarez, E.
 Pardiño, L. Pardo, J. Alvarez, Ramon Pardo, A. Garcia, A. Uran, A.
 Pardo, Juan J. Gomez, F. Funes, M. Ferreira, P. Anaya, P. Funes,
 Gabino Alvarez, N. Rosales, Francisco Gomez, P. Diaz, J. Prepatto
 del Bono, Gerónimo Castilla, V. Coronel, A. Pasos, J. Martinez, A.
 Ponce, P. Ponce, C. Brones, H. Negretet, E. Perez, S. Cabrera, Victor
 Barraza, D. Pelliza, J. Martinez, Junior Lopez, V. Boraso, Manuel
 Zapata, N. Sastre, R. Martinez, H. Gonzalez, V. Peralta, Victorio
 Rodriguez, M. Gonzalez, R. Bronton, H. Gonzalez, Teófilo Mistrel,
 Francisco Saveiño, Julio Hance, M. A. Ponce, V. Gonzalez, Elías Perez,
 J. Lara, Juan Peralta, Gabriel Peralta, J. Rodriguez, P. P. Gaitan,
 J. Gonzalez, Manuel Lopez, Ramon Varela, R. Villalba, Sandálio Lopez,
 Domingo Molina, J. Villabreta, M. Caro, Victoriano Peralta, N. Garay,
 R. Herrera, R. Gaitan, Crecencio Lopez, H. Peralta, Julio Castro,
 A. Lopez, Santiago Rincon, J. Tello, F. Osacre, José Orellano, G.
 Cardoso, Dario Isla, Evaristo Algañaras, F. Farias, S. Corvera, G.
 Ledesma, J. Fillol, G. Lopez, S. Lara, M. Lopez (hijo), Luis Cáceres,
 B. Lopez, R. Cepeda, Avagno Lopez, D. Palacios, J. Cepeda, F. Borges,
 E. Diaz, Gregorio Airala, S. Puyol, C. Lopez, Cipriano Ferreira, S.
 Lopez Sujo, A. Serantes, M. Zapata, M. Farias, Justo Bores, Pedro
 Castro, R. Alanis, Gabino Ponce, J. Lopez, C. Bosch, L. Alanis, M.
 Alanis, H. Gomez, F. Blanco, H. Lopez, Santiago Casas, M. Munde, M.
 Moncado, Juan Sanchez, Eduardo Montes de Oca, Julio Padin, C. Sanchez,
 A. Avalo, Luis Roldan, Juan Rosas, Cornelio Granero, Severo Génova,
 J. Ponce, Pablo Allendez, C. Gondra, F. Uran, C. Cabrera, H. Uran, G.
 Roldan, J. Rios, Zoilo Gomez, L. Monteros, J. H. Arce, J. Alvarez,
 Cipriano Algañaras, A. Almada, Jacinto Alvarez, A. Sejas, F. Génova,
 M. Perez del Rio, E. Solano, P. Amarillo, V. Solano, C. Solano, J.
 Cáceres, B. Diaz, R. Silva, Mariano Giles, José Deyes, José Roman,
 Justo Villarreal, J. Mármol, N. Uester, P. Cáceres, J. Ferreira,
 Telésforo Acuña, J. Montes, A. Génova, F. Alanis, N. Avila, C. Pardo,
 L. Silva, Leopardo Lencina, B. Zapata, E. Chacon, Cirilo Sierra.

                                                       _E. F. Lascano._



                               TAPALQUÉ


            _Al señor Gobernador de la Provincia, D. Máximo
                                 Paz._

Adhiérome á la felicitacion que los amigos de ésta, hacen á S. E. por
el proyecto de venta de los Ferro-carriles de la Provincia.

Deseando que á esta hora sea sancionado, saluda al señor Gobernador con
toda consideracion.

                                                     _Adolfo F. Gomez._

       *       *       *       *       *

            _Al señor Gobernador de la Provincia, ciudadano
                           don Máximo Paz._

Los vecinos que suscriben, inspirados en el progreso y engrandecimiento
de la Provincia, tenemos el honor de felicitar á V. E. por el proyecto
presentado á la Honorable Cámara Legislativa por la venta del
Ferro-carril del Oeste, cuya felíz realizacion manifestó en su programa
de Gobierno y que los habitantes esperábamos con ánsia ver realizado,
pues, creemos que con el producido de la venta llenará necesidades mas
sentidas tanto en el Oeste como en el resto de la Provincia, ya sea
canalizaciones ó en la viabilidad pública que tanto se necesita, con
tal motivo, nos es grato saludar al señor Gobernador atentamente.

 Juan R. Claro, Juan Valdez, Rómulo Lopez, Félix Goñi, Leopoldo Lopez,
 Ignacio Casco, Miguel Requena, Juan Medoni, Juan A. Costa, Pedro A.
 Rayneli, Tomás Cabrera, Narciso Cabrera, Bartolo Porthe, Augusto
 Blanco. Jorge Gianola, Casiano Barveche, Silvio Gianola, José R.
 Lescano, Rufino Moyano, José Brumare, Federico Perez, N. Bustos, José
 Melo, Cantalicio Prado, Silvestre Camayo (hijo), Ventura Venegas,
 Pedro Ayrala, Máximo Frias, José Velloso, Ricardo Pavon, Pantaleon
 Capeda, Ramon Santillan, Cespin Garcia, Gerónimo Malvendres, Julian
 Ozan, Felipe Gomez, Manuel Eierro, Albino Aguirre, Márcos Gomez,
 Felipe Urbina. Prudencio Vazquez, Ramon Castaño, Silvestre Urbano,
 Toribio Malvendres, Jesús Chaves, Timoteo Acosta, José Paz, Juan
 Gonzalez, Victor Medrano, Juan Montes de Oca, Jacinto Coronel,
 Gabriel Enrique, Nicolás Machado, Gregorio Machado, Bonifacio
 Leguizamon, Silverio Frias, Estéban Diaz, Casiano Perez, Rufino
 Acuña, Pedro Satto, Florentino Satto, Juan Astorga, José Lencina,
 Silverio Gallardo, Martin Gallardo, Nemesio Torres, Juan Larraburro,
 Severo Frías, Estanislao Castello, Juan Acuña, Francisco Acuña,
 José Cabral, Marcos Acuña, Cándido Urbano, Serápio Urbano, Mauricio
 Quiroga, José M. Santillan, Ciriaco Olivera, Eusebio Bustamante,
 Casiano Paz, Celedonio Pezoa, Marcelino Aguilar, Basilio Aguilera,
 Braulio Guerrero, Andrés J. Garcia, Domingo Cepeda, Gregorio Coronel,
 Desiderio Baldovino, Domingo Vivas, Sebastian Vivas, Antonio Vivas,
 Eleuterio Leguizamon, Bernabé Machuca, Mamerto Amaña, Estéban Wolls,
 Tomás Wolls, Miguel Aguerrido, José Lescano, Ramon Ramirez, Juan
 Ramirez, Juan Gomez, Juan G. Gomez, Florentino Seira, Cármen Garcia,
 Santiago Garcia, Tomás Vivans, Santiago Bevar, Francisco Delias,
 Samuel Bevans, Victor Correa, David Macnini, Felipe Sayago, José
 Merera, Blas Font, Ernesto Funes, Antonio Capdevila, Ricardo Strichio,
 Pedro Paso, Juan Esteves, Ramon Ogazon, Márcos Baldovino.



                               SAN PEDRO


            _Al señor Gobernador de la Provincia, D. Máximo
                                 Paz._

Los vecinos que suscriben, felicitan al señor Gobernador, por el
triunfo obtenido en la Cámara de Senadores en el proyecto de venta
del Ferro-carril del Oeste, hecho que viene á resolver uno de los
importantes problemas del Gobierno de V. E.

 E. Velez Sarsfied, Máximo Millan, Gavino Palacios, Juan Semitta, E.
 Costa, Jaime Vazquez, Rafael Fernandez, C. A. Egui, Benito Mamberto,
 Tomás Canaveri, Gregorio Ruiz Moreno, Luis Carval Hoza, Manuel
 Fernandez, José Aimani, Valentin Uris, Manuel Malzerca, Modesto Soler,
 Antonio Soler, Jacinto E. Hernandez, Santiago Mamberto, Manuel Metton,
 Juan Vazquez, Juan Revosio, Pascual Costa, Juan J. Gimenez, Arturo
 Recano, Cárlos Saleta, Pablo Saleta, Modesto Carvalhoza.--Siguen las
 firmas.

Saluda á V. E.

                                                           _A. Saliba._



                               OLAVARRIA


El vecindario de Olavarria, felicita calurosamente á V. E. por el
importante proyecto de enagenacion de los Ferro-carriles del Estado,
porque él significa convertir en ley la proteccion directa á la
riqueza general y el beneficio inmediato al productor en particular,
conspirando todo á la prosperidad de nuestra campaña.

Lo creemos así, porque los Ferro-carriles en manos de empresas
particulares servirán satisfactoriamente los grandes intereses que
se desenvuelven abriendo al espíritu de competencia vastos horizontes
y asegurando á la industria una vida próspera y felíz. De esta manera
el Estado cumplirá una de sus mas tutelares funciones, que es promover
el bienestar, y contribuirá á que se generalicen todos aquellos
beneficios, que distribuyen imperfectamente en la Provincia.

Por todo ello felicitamos ardientemente á V. E. y saludámosle con
nuestra adhesion y alta estima.

 Florencio Monteagudo, sargento mayor, Augusto Grigera, Policarpo
 Grigera, Feliciano Gonzalez, propietario, Emilio Santú, Aureliano
 Lavié, Estéban Aguirre, Damilo A. Giovanelli, Diógenes Grigera, Ramon
 A. Rendon, Desiderio Rendon, Augusto Almada, Abraham Quintana, Pedro
 Romero, J. M. Salomon, Juan S. Lucero, Jacinto Ferreyra, G. Nésou,
 Felix Caro, Andrés Robledo, Felipe C. Sanguineti, Juan Gonzalez,
 Rómulo Santillan, Pedro J. Rojas, Fernando Bisoño, J. Tesso, Marcelino
 Brauton, Franco Ratto, Wenceslao Sosa, Francisco Paganz, Guillermo
 Garro, Luis Fiffari, Sebastian Pairo, Desiderio E. Rendon, Francisco
 Lix Klett, Juan Herbotramer, Adan Bafner, propietario, Luis Muller,
 propietario, Jorge Paimer, agricultor, M. Duarte, Crispin Muñoz,
 Juan Magnani, Jacobo Meyer, Policarpo Grigera (hijo), Enrique Lopez,
 Félix M. Lavié, J. F. Canata, Rufino E. Laurel, Faustino Camallo,
 Dionisio Bargas, Agustin Almondaraz, Juan Corro, Ignacio Fartella,
 Juan Torres, Ricardo Sanchez, N. Echeguren, Cesareo Sollago, Mauricio
 Benatiaga, Justo L. Salomon, José Cafuti, Serafin Ciancio, Esteban
 Boyer, Julio S. Barrios, José Cortés, Manuel Guitarte, José Guazzone,
 Joaquin Ripoli, Domingo Paladino, Avelino Diaz, Manuel Alsamendi,
 Abelardo Sosa, Justo Cufré, Juan Tolosa, Mariano Romero, Cesalio
 Banegas, Justo Roca, Honorio Cufré, Pedro Medina, Olegario Valenzuela,
 Pedro Bosquin, Manuel Heredia, Isidoro Rodriguez, Pedro Correa,
 Pedro Lescano, José Morales, Máximo Morales, Mateo Bohen, Pedro
 Tondobal, Custodio Romero, Rafael Zurita, Alfonso Lopez, Jacinto
 Leon, José Aguirre, Juan Fuentes, Fortunato Fuentes, Irineo Pachano,
 Próspero Celiz, Felipe Zapata, Ricardo Acosta, Pedro Ferreyra,
 Máximo Mansilla, Leopoldo Blanco, Antonio Garcia, B. Fernandez, J.
 Mendoza, T. Gonzalez, A. Nievas, N. Barrera, Leandro Mármol, Bernardo
 Iglesias, Martin Luetez, Juan Lisco, Andrés Lozarte, Augusto Defran,
 Ricardo Castable, José Beza, Alberto Martinez, Matias Gonzalez, José
 M. Sierr, Rutino Moreno, Aurelio Correa, Domingo Garra, Segundo
 Albarracin, Narciso Luna, Exequiel Tello, Vicente Cejas, Ventura
 Lavayen, Santos Gonzalez, Eufrasio Cattes, Miguel Izarriaga, José
 Torrico, José Gil, Miguel Recia, Zóilo Perez, Irineo Fredes, Bautista
 Acosta, Marcelino Gonzalez, Antonio Génova, Bibiano Villegas, Eduardo
 Coalin, Augusto Paso, F. Maica, José Aguirre, Pedro Jurico, E.
 Palacio, Márcos Bartolomé, Agapito Toledo, Benito Molina, Victoriano
 Marcevoduo, Miguel Gaitan, Leandro Acosta, Julian Losa, Ruperto Silva,
 Tomás Guerrero, Martin Gonzalez, Pedro Corregia, Justo Ramos, Ramon
 Soler, Urbano Gonzalez, Miguel Monteros, Wenceslao Luna, Florentino
 Avendaño, Rosa Godoy, Hilario Diaz, Ramon Leiva, Cipriano Moreno,
 Genaro Parra, Cármen Gallo, Justo Gomez, Anastacio Obejero, Juan
 Salazar, Juan Zeballos, Julian Luques, Dionisio Acosta, Eustaquio
 Arana, Daniel Mendoza, Abdon Molina, Mariano Lasarte, Santiago Molina,
 Ubaldo Acosta, Laureano Mansilla, Santiago Santillan, Meliton Molina,
 Vicente Medina, Vicente Alvarez, Juan Avendaño, Vicente Osse, Manuel
 Medina, Lázaro Cabrera, Justo Alanis, Emilio Lobledo, Manuel Andrade,
 Pedro Nievas, Justo Vazquez, Jorge Coda, Nicanor Arce, Pedro Farias,
 Gregorio Medina, Timoteo Cejas, Sabino Diaz, Marcos Cueva, Ignacio
 Parra, Pedro Acosta, Dionisio Moreno, Angel Gonzalez, Domingo Urbina,
 Timoteo Molina, Higinio Gonzalez, Rufino Laurel, Emeterio Laurel,
 Martin Gutierrez, Juan Cabello, Juan Cabrera, Jacinto Rodriguez, Juan
 Prado, Bonifacio Prado, Vicente Sosa, Servando Canelo, Juan Solares,
 Nicanor Ramos, Tristan Cabrera, Pedro Chagá, Modestino Pereyra,
 Pedro Vera, Pedro Cardoso, Victorio Gutierrez, Fulgencio Belen,
 Pedro Salias, Juan Bros, Dionisio Porcel, Eugenio Aguirre, Felipe
 Pereyra, Máximo Mantero, Pablo Gomez, Jacinto Roldan, Pedro Pallero,
 Pedro Perez, Pedro Peralta, Aniceto Diaz, Ignacio Robledo, Triotilde
 Robledo, Benito Zapata, Ventura Latorre, Andrés Sierras, Silvestre
 Macedo, Marcelino Montero, Serviliano Gonzalez, Pedro Coronel, Justo
 Troncoso, Julian Echeverria, Miguel Cabrera, Raimundo Rodriguez,
 Juan Salazar, Rufino Videla, Dionisio Noriega, Félix Córdoba, Sergio
 Benitez, José Cardoso, Matias Mariescurrena, Pilar Garcia, Francisco
 Lopez, Prudencio Salazar, Vicente Ibañez, Alejandro Zárate, Manuel
 Peralta, Juan Cada, Gerónimo Susperregui, Martin Loray, Remigio
 Albarrecin, Victor Fite, Manuel Lopez, Lorenzo Casco, Miguel Garcia,
 Juan Rosende, Fructuoso Rosende, Manuel Nieto, Luis Peralta, Cármen
 Andrade, José Grigera, Manuel Grigera, Manuel Gomez Martinez, Elías
 Grigera, José Teodoro Grigera, Márcos Cuevas, Martin Reynoso, Juan
 Cabrera, Epifanio Garcia, Márcos Cano, Pedro J. Ferreyra, Juan B. de
 los Santos, Pablo de los Santos, Tomás Grigera, Clemente Grigera,
 Natividad Lopez, Dionisio Recabarren.

       *       *       *       *       *

El vecindario de Hinojos, partido de Olavarria, felicita calurosamente
á V. E. por el importante proyecto de enagenacion de los Ferro-carriles
del Estado, porque él significa convertido en ley, la proteccion
directa á la riqueza general y el beneficio inmediato al productor, al
particular, conspirando todo á la prosperidad de nuestra campaña.

Lo creemos así, porque los Ferro-carriles en manos de empresas,
servirán satisfactoriamente los grandes intereses que se desenvuelven
abriendo al espíritu de competencia vastos horizontes y asegurando á la
industria, una vida próspera y felíz. De esta manera el Estado cumplirá
una de sus mas tutelares funciones, que es promover el bienestar y
contribuir á que se generalicen todos aquellos beneficios que hoy se
distribuyen imperfectamente en la Provincia--por todo ello, felicitamos
ardientemente á V. E., y saludámosle con nuestra adhesion y alta estima.

 A. Grigera, Victor Fithe, Jacobo Meyer, Luis Berret, Jacobo Gimenez,
 Otto Keller, Roberto Lienar, Jorge Ferresch, Adrian Ramirez, José
 Giaslad, German Randen, Pablo Sempton, Juan Fernandez, Adrian
 Fingueley, José Fingueley, Andrés Gisler, Juan Martel, Roquel Jofanet,
 Pablo Muñiz, Manuel Managi, Antonio Rodriguez, José Magard, Braulus
 Magadain, Pedro Benitez, Juan Magadain, Jorge Kelle, Domingo Bombeutt,
 Pedro Wolm, Augusto Sfreber, Romano Guiliani, Leopoldo Guiliani,
 Miguel Rodriguez, B. Anizan, V. Alvarez, Matias Rom, Pedro Torufli,
 Manuel Breatin, Aurelio Gaston, Vicente Diaz, Joaquin Costa, Pascasio
 Sanchez, Pedro Alvarez, J. Durana, Ch. Floriston, Pedro Zonello,
 José Torpa, Juan Champagui, G. Leiva, L. Boristti, G. Eruquet y Ca.,
 Olegario Gimenez, Giovani Flora, Matias Fronla, C. Maschio, Juan
 Balbi, Teófilo Fischer, Faustino T. Ledesma, Francisco Grasego, G.
 Bernal, Pascual Martini, Domingo Lecteri, Pasceal Cabello, Alejandro
 Blang, Armedio Maggi, Manuel Malfati, Miguel Moy.

                                                     _José E. Grigera._



                             BAHIA BLANCA


  Exmo. señor:

Los infrascriptos, vecinos del pueblo y partido de Bahia Blanca,
tenemos el alto honor y así mismo el placer de felicitar á S. E. por
el brillante éxito que ante el H. Senado de la Provincia obtuvo el
acordado y oportuno proyecto que se relaciona con la enagenacion de
los Ferro-carriles Provinciales presentado por el Poder Ejecutivo y
de igual manera hacemos los mas sínceros votos porque dicho proyecto
adquiera la sancion definitiva en la H. Cámara de Diputados, por ser
este asunto de suma trascendencia é importancia, é influir benéfica y
ventajosamente en favor del progreso y adelanto de nuestra industria
agrícola, ganaderia y comercio y en fin de todas las fuentes de
donde dimanan la prosperidad y riquezas públicas de la noble y
culta Provincia de Buenos Aires, de la cual este partido toma parte
integrante. Con tal motivo saludamos al Exmo. señor Gobernador
reiterándole las mayores muestras de nuestra respetuosa consideracion y
aprecio.

 Patricio Z. Fernandez, Angel M. Casullo, J. Ferro, Tomás Abbate, Luis
 J. Viale, Miguel Novario, P. Forque, J. D. Lucero, O. P. Etchebarne,
 M. Moya, J. Ramon Cabral, E. J. Villanueva, Floro Modin, Rojas y
 C^a. y París, J. M. Rojas, D. Daugado, José Ignacio Gimenez, Antonio
 Toscano, Nemesio Boreni, E. Amala y C^a., Vicente Fontana, J. Manuel
 Camelo, Agustin Lagleyle, Santiago Donoren, O. R. Casal, J. Bousquet,
 Manuel Aristorán y C^a., Tomás Folezi, Diego D. Meyer, M. Damarque,
 Eliseo Casanova.--Siguen mas firmas.

                                                        _M. Zambonini._

       *       *       *       *       *

Sus numerosos amigos de ésta, felicitan por nuestro intermedio á V. E.
por la sancion de la Cámara de Senadores del proyecto de ley presentado
por V. E. respecto á la enagenacion de los Ferro-carriles de la
Provincia, haciendo fervientes votos por que recaiga igual sancion en
la de Diputados.

Saludan á V. E.

 F. Lucero, Ramon Zabala, Tomás Abbate, Miguel M. Casullo, Erasmo
 Bustos, A. O. Rodriguez, Francisco Diaz, Daniel Boussio, Juan Eltsabe,
 Luis M. Fasca, Adolfo Dafo, Cárlos M. Godoy, Fernando C. Borden, Simon
 P. Etchelarre, Eliceo Casanova, Saturnino Casanova, Eliceo C. Zabala,
 Emilio Albato, Florentino E. Villalba, Martin Villalba, Agustin
 Mascarello.

       *       *       *       *       *



                               MAGDALENA


           _Al S. E. el señor Gobernador de la Provincia de
                     Buenos Aires, D. Máximo Paz._

Los vecinos y hacendados que suscriben, llevados del buen deseo de
fortalecer vuestra resolucion de la venta del Ferro-carril del Oeste,
uno de los puntos de vuestro programa administrativo, que todos
entónces, aceptamos é inspirados además en la sana política y honrada
administracion que practicais, os enviamos nuestro mas decidido apoyo
para que dicha venta se lleve á efecto.

 Simon L. Llanos, Juan de Acevedo Ramos, Nicolás Gomez Gallegos,
 Roberto Parris, Cárlos Parris, Carmelo Belon, Eusebio Sedano, Martin
 Bolino, Joaquin J. Arana, Ignacio Lara, Attilio Verzura, Juan B.
 Gondra, José Aguirre Ignacio Altube, Victoriano Ordaviz, Diego
 Fernandez, Rosendo Montana, Martin M. Boneo, Juan Duben, José M.
 Blanco, Francisco Oporto, Isaías R. Cufré, Juan Ferro, José Perez,
 Cárlos Ford, Zenon Bolino, Vicente I. Aldecoa, José Varela Stuard,
 Ramon Navarro, Edisto Speroti, Carmelo Equiguren, Juan Bordatto,
 Estéban Eliche, Juan Ohaco, Domingo Ray, Manuel Perez, Ramon Morgana,
 José M. Perez, José Maria Lizarraga, Victoriano Diaz, Manuel Santos,
 Leon Juaregui, Angel Vidal, José R. Landa, Pedro Zabaleta, Joaquin
 Zabaleta, Carmelo J. Canedo, Isabel Coria, Juan Canales, Fábio
 Colombié, Natalio Urruchua, Emilio Colunga, Arcot J. Enrich, Facundo
 Romero, Francisco Nedol, Emeterio Buñirigo, Mariano Galdós, Martin
 Aguirre, Belisario Llanos, Juan Rodriguez, Geronimo Corbalan, Ciriaco
 Boron, José Lescano, Martiniano Rodriguez, Pedro Sosa, Francisco
 Herrera, Eduardo Rodriguez, Constancio Velasco, Constancio Romero,
 Pedro Carriqueborda, Gerardo Carriqueborda, Rafael Garcia--y siguen
 mas de trescientas firmas, que por su mucha extension se suprimen en
 esta telégrama.

                                                         _M. M. Boneo._



                               CASTELLI


Saludamos á V. E. atentamente manifestándole nuestra adhesion á sus
propósitos en la realizacion de su programa de Gobierno. Le enviamos
por correo una peticion suscrita por numerosos vecinos contribuyentes
de este partido.

 Pedro Oyhamburu, Victor Taillade, Estéban Epul, J. R. Taillade, J.
 Granea, Juan P. Elizalt, Estéban Belsunce, Juan D. Ramos.

                                                     _Pedro Oyhamburu._

       *       *       *       *       *

Los que suscriben, tienen el honor de felicitarlo por su iniciativa
de vender los Ferro-carriles de la Provincia, idea que reputamos de
primer órden para el desarrollo de la Provincia esperando que el señor
Gobernador perseguirá con ahinco el cumplimiento de este programa
económico, destinado á salvarnos de grandes inconvenientes y empujarnos
por el camino de las riquezas.

Saludan al señor Gobernador.

 Victor Tallade, Pedro Oyhamburu, Estéban Chul, J. B. Caillad, Santiago
 Coeyrahourg, Francisco Labal, Angel Mueiri, Tomás Cleland, Varani
 Sailo, Domingo Franco, C. Formecaze, A. Jiffer, Pedro Boldrite,
 Bernardo Canyharen, Esteban Almada, Fermín Suarez, José Marin, Juan
 Espond, Juan Robledo, Andrés Picardy, Fermin Lopez, Abdon Perez,
 Mauricio Dominguez, Manuel Lorenzo, Juan D. Ramos, Tomás Barroso,
 Pedro Elissalt, José Condé, Eustaquio Mateluna, Pedro Corbalan, Ramon
 Beco, Juan Chul, Jacobo Lifarena, Juan Elissalt, Juan Fourcade, Benito
 Garcia, F. Bondenave, Patricio Kilmurry, Gervásio Fretes, Isidoro
 Fretes, Francisco Mox, Saturnino Alvarez, Pedro Eligoypen, Angel
 Martinez, Daniel Neger, José Rodriguez, Lisandro C. Moisa, Gaspar
 Z. Reisig, Florentino Almada, Félix L. Sanchez, Manuel P. y Perez,
 Manuel Bubig, Miguel Bartolomé, José Cazamayou, Francisco Garcia,
 Márcos Reguera, Juan Cazamayou, Pedro Cazamayou, Santiago Kilmurry,
 Juan Esponda (hijo), Benigno Brulenaga, Guillermo Rickard, Patricio
 Rickard, Ramon Oyhamburu, Manuel Casco, Domingo Undue, Juan F. Casco,
 José Subillaga, Francisco Casco.

Se adhieren á esta manifestacion y me autorizan á dar sus nombres los
vecinos:

 Primitivo Perez, Cecilio Bustos, Pedro Oyhenart, L. Criesbasch,
 Donato Pisaudo, Juan Etcheverry, G. Lopez, G. Rodriguez, M. Echaide,
 F. Quijó, Eugenio Unánue, M. Laplaza, J. Faguaja, F. Biayart, F.
 Iturraspe, J. M. Cechebes, Martin Abadie, B. Urrutia, A. Genta, J.
 P. Etchartelig, R. Romero, Juan Bedaras, J. Rios, G. Rivarola, B.
 Barredo, G. Esponraburu, M. Tobares, J. Capdevila, C. Gonzalez, F.
 Rocha, Pablo Genta, P. Oyhamburu.



                               BRANDZEN


           _A S. E. el señor Gobernador de la Provincia, D.
                             Máximo Paz._

Los vecinos, hacendados y comerciantes que suscriben, á V. E.
manifiestan que se adhieren al proyecto de enagenacion de los
Ferro-carriles, parte integrante del programa de Gobierno de V. E., y
hacen votos porque la venta se efectúe.

Reciba V. E. nuestras mas elocuentes felicitaciones.

 Raymundo Bordo, Silverio Izeta, Luis L. Campos, Bautista Mirasso,
 Severo Berazategui, Liborio Paz, Miguel Mahon, Pedro Fillot, Fidel
 Valdez, Juan M. Gianino, Domingo Castillo, Angel Campos, Bautista
 Bordenave, Cárlos Kironer, Angel Carria, Silvestre Arroy, Juveniato
 Perez, Benjamin Farisgton, Gregorio Merlino Fourcaud, Pedro Guzman,
 José L. Guzman, Ubaldo Berazategui, Luis Garcia, Justo Ortiz,
 Casimiro Cabrera, Juan Caraccio, Vicente Altin, Alejandro Villa,
 Adolfo Fourcauf, Roberto H. Wilde, Pedro H. Thorp, Modesto Thorp,
 Cárlos Paz, Miguel Alfonsin, Luis Borda, José J. Paez,--siguen
 doscientas sesenta y dos firmas que se emiten por no hacer este
 despacho mas extenso.--El Presidente,

                                                _Mariano N. Rodriguez._



                               AYACUCHO


           _Exmo. Sr. Gobernador de la Provincia, D. Máximo
                                 Paz._

Tenemos el honor de dirigirnos á V. E. con el propósito de expresaros
nuestra síncera adhesion al digno y patriótico proyecto del P. E. sobre
enagenacion de la red Ferro-carrilera del Estado.

Inútil es manifestar á V. E. que tanto los habitantes de este pueblo
como los del resto de la Provincia, acompañan á su digno Gobernador
en la progresista campaña iniciada y anhelamos la breve sancion del
enunciado proyecto, en razon de que encarna la voluntad de la mayoria y
el bien general de la Provincia en toda su extensa zona.

Saludamos felicitando á V. E.

 C. Smith, Pedro Ferreyra, Francisco de Paz, Antonio Sens, Federico
 Breede, Eduardo Hermann, José Miguez, Genaro Lacica, Antonio
 Maestegui, Antonio Lombardi, Damian Rodriguez, José L. Delbo, Vicente
 Godoy, Juan H. Lahitte, Andrés S. Somigliana, Juan Goáa, Alfonso
 Rego, Camilo Miranda, Cárlos Coréucy, Ricardo Toulkes, Agustin Landó,
 Estanislao M. Alday, Francisco Buero, Benito de la Torre, Alejandro
 Pasini, Eduardo Alejandro Famia, Remigio Roca, Pascual Lombardi,
 Blas Falabella, Mancini Güerino, Marco Maggio, Nicolás Falabella,
 Nicola Barros, Nicolás Cervetto, Francisco Italiano, José Dominguez,
 Domingo F. Faillaco, M. Vilardaga, Luis Selmi, Luis Cerana, Ricardo
 Greppi, Ceferino Ugarte, Enrique P. Blanch, Eugenio Elizondo, Ceferino
 Aramburu, Juan P. Smith, José M. Iturralde, Juan P. Silvano Galan,
 Martin Dutragon, M. Dutragon, Márcos Perez, José R. Suarez, Raimundo
 Ramos, Luis Hillairet, José A. Virini, Crispulo Martinez, Sebastian
 Tesitor, Migliore Giusepp, Truggi Cárlos, Fortunato Gallo, J. P.
 Duarte, Emilio Falcon, Casimiro Perez, Francisco Pompeni, S. Moure
 y Ca., José Rial, Juan Aguirre, Joaquin Armant, B. Tejedor, Ventura
 Castro, Manuel Nuñez, Manuel Repetto, Félix Orbeci, Luis Gataldi,
 Juan Bruggi, Bernardo Perrone, Eduardo Lavequi, Domingo Marino, Pablo
 Balgum, José A. Balgum, Manuel Rodriguez, Ricardo Dapozzo, Juan
 Joaquin Blane, Juan Delega, Lisandro J. Gonzalez, Santana Moncada,
 Francisco Miri, G. Gonzalez, Domingo Ciraes, Exequiel Casanova, Pedro
 Acosta, José M. Lucero (hijo), Benito Perez Millan, Benedito Vazquez,
 Alejo Mereu, Cesario Guerra, Agustin Vazquez, Carmelo Mistorni,
 Villanueva y Querejito, Bernardo Laurencena, Cárlos B. Smitt, Enrique
 Amor, Lucio Molina, José Señorans, Mariano Gonzalez, Juan B. Garbiso,
 Horacio R. Tejerina.



                             TRES ARROYOS


          _Al señor Gobernador de la Provincia, señor Máximo
                                 Paz._

Los que suscriben, propietarios, comerciantes y hacendados de tres
Arroyos, convencidos de las grandes ventajas que reportará á esta
importante zona de la Provincia, la enagenacion de los Ferro-carriles,
y en nombre de la opinion unánime de este partido, manifestamos nuestra
adhesion al proyecto del P. E. felicitándolo al mismo tiempo por la
sancion que él ha merecido, de la Honorable Cámara de Senadores.

 José Inena, M. Barcala, Teófilo C. Gomila, Manuel Vazquez, Pablo
 Cantagalli, Cárlos G. Villademoro, Leandro Peralta, David Frias,
 E. Jennerich, José Camilo Morse, M. Eslava, Manuel Loptegui, Miguel
 Izaguirre, Pedro Bordenave, S. Riguero, I. Martinez, Noé de Lucia,
 Filipo Cervone, S. Mileon, Juan B. Lespada, José Romeo, Tomás Vega,
 Juan Maidagar, Enrique Daberio, José Filhos, Luis Celuziniz, Evaristo
 Barreiro, Vicente Gonzalez, José Rivera, Antonio Barrero, Norberto
 Barda, José Pereyra, José M. Gonzalez, M. Brañas, Hipólito Rupez,
 Francisco Palacios, Mariano Sanchez, Juan Puche, Aurelio Fernandez,
 Luigi Cazzolino, Enrique Alvarez, Dávid Scott, Felipe Maquenza,
 Evaristo Diaz, Vicente Jáuregui, Juan Luengas, José Litré, Ramon
 Astarbe, Julio Allied, Juan Bores, Marcelo Galar, M. Demetrio Cejas,
 Próspero Puchuler, Santiago Etulain, Juan P. Prat, M. Mansilla,
 Federico Jensen, Alfredo Hanoy, Pedro Sanchez, Ramon N. Victoriano,
 Juan Deambrosi, Juan E. Deremús, Amaranto F. Luna, Juan Cantalupi,
 Roman Cantalupi, Francisco M. Santiago, L. Muro, Batiftati Nujeoni,
 José Madero, Euramo Rusconi, Antonio Rosende, Cayetano Rodriguez,
 Angel Castelli, Andrés Castelli, Santiago Visconti, Francisco C.
 Bernal, Giovanni Lamperti, Manuel Elustan, Vicente Giacobini, Vicente
 Chidichimo, Rafael Baena, Hipólito Fernandez, Juan Dassi, Evaristo
 Salice, Luis Gandulla, Angel Lotando, Félix Meynardo, Manuel Blanco,
 Francisco Ortíz, Juan Rullen, Emiliano N. Sotelo, Miguel Figaro, Luis
 Chidichinson, Nicolás Caroselli, Cárlos Rodino, José M. Pachieu,
 Antonio Rivolta, Angel Torre, José Donel, Lutito Roco, Sandalio
 Bengoechea, Vicente Rotges, Irineo Pennine, Silvano Sosa, Jorge
 Caselli, Jutio Maestri, Estéban Gianelli, José Morales (hijo), Juan
 Araujo, S. Alfonso, Luis A. Moroni, Cayetano Gutte, J. Poussats,
 Victor Ferreyra, Benjamin Spata, Ciochini Luigi, Ventura Zabayut, José
 Morales, Vicente Bocero, Luis Arrue, V. Santamaria, Leonardo Rotundo,
 Juan Bautista de Felice, Balbino Araoz, José Gatto, S. Francisco
 Spata, Marío Bruny, Hilario Duran, Luis L. Baena, Aparicio Riey,
 Martin Solari, Leonardo Rotundo, José Gonzalez, Estéban Castellano,
 José Deambrosi, Ladislao Sorondo, L. Pereyra, José Vitali, Juan
 Larrea, P. Rubio.



                                TANDIL


Exmo. señor: los que suscriben, posesionados de que os inspirais en
los verdaderos intereses de la Provincia al proyectar la venta del
Ferro-carril del Oeste, os hacemos llegar por ello nuestro aplauso,
pidiéndoos tambien vuestro eficaz empeño en la realizacion de esa
venta, la que vendrá á borrar una larga injusticia y á destinar una
suma poderosa á verdaderas y urgentes necesidades.

Os felicitamos tambien por vuestro valor cívico al proceder sin
consideracion á las conveniencias individuales que han sido en
definitivas las que han impedido siempre la realizacion de ese acto
patriótico.

Saludan á V. E. con alta consideracion.

 F. Almiron, Jacinto Saldivar, José Gabriel Ahumada, Francisco
 Cosentino, Juan Gardez, Teófilo Foirier, Juan Lassalle, Manuel
 Vazquez, Luis Dague, Mari B. Dhers, Caricio Bosatto, Joaquin
 Rodriguez, Donato Dufau, J. Castos Altesos, Julian Dufau, por Zibecchi
 y Speroni, Federico Detmero, Juan B. Echevarria, Francisco Gouviches,
 Ramon Vazquez, E. Benitez, R. Alconada, Juan M. Dizente, Samuel
 Peyrel, Luis Bonia, Juan Puchuluz, P. Mantouvat, José G. Peyrot, Luis
 Conte, José Cuevas, José M. Fernandez, Luciano Birabent, Juan U.
 Dhers, Mariano C. Dhers, Juan Dhers (hijo), José M^a. Sampaul, Vazquez
 Bive, José Hoffmann, Manuel Ruibal, Juan B. de la Canal, Francisco
 Juldain, Palelo Vera, Liborio Martinez, Victoriano Olivera, Benito
 Machado, Fermin Leanes, J. del C. Valenzuela, Daniel C. de la Canal,
 J. Francia, Mateo Fraise, Damian Fernandez, Arturo Sosa, Juan Aranda,
 Francisco Suarez Diez, Benito Diaz (hijo), Máximo Algañaráz, Nicolás
 Algañaráz, Gavino Rosales.

       *       *       *       *       *

Los que suscriben, posesionados de que os inspirais en los verdaderos
intereses de la Provincia al proyectar la venta del Ferro-carril del
Oeste, os hacemos llegar por ello nuestros aplausos pidiéndoos tambien
vuestro eficaz empeño en la realizacion de esa venta, la que vendrá á
borrar una injusticia y á destinar una suma poderosa, á verdaderas y
urgentes necesidades. Os felicitamos tambien por vuestro valor cívico,
al proceder sin consideracion á las conveniencias individuales que han
sido en definitiva las que han impedido siempre la realizacion de ese
acto patriótico.

Saludan á V. E. con alta consideracion.

 Francisco Almiron, J. Saldivar, J. G. Almada, F. Cosentino, P. Maurat,
 J. M. Keyrot, L. Comet, José Carvas, J. M. Fernandez, Luciano Biraben,
 Juan M. Dhers, Julio Dhers, Mariano Dhers, Juan Dhers (hijo), Zabechi
 y Speroni, Federico Detmers, Juan B. Echevarria, Francisco Goiacochea,
 R. Vazquez, Brac Roman Alconada, J. M. Dizesti, Samuel Peyrel,
 Luis Bonia, Juan Puchelu, José M. Sampaul, Francisco Sampaul, José
 Hosffman, Manuel Ruibal, Juan Hosffman, Juan B. de la Canal, Francisco
 Juldian, Pablo Vera, Liborio Martinez, Victoriano Olivera, Benito
 Machado, Fermin Leanes, José Del, C. Valenzuela, Daniel C. de la
 Canal, Dr. José Fuschini, Mateo Fraise, A. Zampichioti, D. Hernandez y
 C^a., Arturo Sosa.

                                                    _Guillermo Aranda._



                                 MAIPÚ


Tenemos el honor de dirijirnos á V. E. con el propósito de expresaros
nuestra leal y síncera adhesion al liberal y progresista proyecto
relativo á la enagenacion del Ferro-carril del Estado.

Seria por demás manifestaros que tanto los habitantes de esta pueblo y
partido, como los de la Provincia, acompañan á su digno gobernante en
la progresista campaña iniciada, y esperamos ansiosos se sancione este
proyecto, en razon de que encarna la voluntad de la mayoria y el bien
general de la Provincia.

Saludamos á V. E. con nuestra consideracion mas distinguida.

 Rafael Sinigaglia, Eugenio M. Leyva, Ramon Pultera, Agustin Nievas,
 Alejandro F. Acevedo, Eusebio Lozano, Victor Lacaza, Francisco Perez,
 Casimiro Barbier, José Foronda, Juan Rossi, Claudino Peñuñuri, Jacinto
 H. Cornell, Marcial de Dios, Alejandro Rodriguez, Félix Quinteros,
 Salustiano Pereyra, Nemesio Olariaga, Quirico Covo, Lorenzo Olariaga,
 Andrés Bernazza, Bautista Caborde, Fernando Rapallini, Bartolomé
 Faguaga, Pedro Forni, Marcelino Egusquiraga, Fernando Fontaneri,
 Antonio Ferraris, Lorenzo Soly, Romualdo del C. Rodriguez, Olayo
 Martinez, Estanislao Martinez, José Martinez, Tomás Guruceaga, Fermin
 Guruciaga, Francisco Barriomurr, Raymundo Perez, Benjamin Iturri,
 Enrique Almada, Pedro Correa, Augustin Roldan, Fortunato Lepertille,
 Eneas Barquer, Ramon Arias, Zoylo Fernandez, Daniel J. Martinez,
 Martin Lora, Clemente Rodriguez.



                                JUAREZ


En nombre de todos los amigos de ésta, felicito al Sr. Gobernador
por el merecido triunfo que ha obtenido en el H. Senado su inspirado
proyecto de venta de los Ferro-carriles de la Provincia, hecho que
viene una vez mas á demostrar el celo patriótico que distingue al
Gobierno de V. E.

Salúdale con toda consideracion.

                                                     _José A. Venegas._



                            CORONEL DORREGO


Los que suscriben, por sí á nombre de este vecindario, felicitan á V.
E. por el éxito obtenido en el patriótico proyecto de venta de los
Ferro-carriles del Estado, presentado por V. E.

 G. R. Aranda, Primitivo de la Canal, Miguel Madariano, Juan C. Móre,
 Antonio de la Sota, Alfredo Buttys, Emilio Vazquez, José M^a. Martinez
 Valle, Gregorio Arcuza, Natálio Lopez.

                                                       _J. A. Barceló._



                           CORONEL PRINGLES


  _Exmo. señor Gobernador de la Provincia._

Los abajos firmados, vecinos y propietarios de este partido, se
adhieren con entusiasmo á este proyecto sobre enagenacion del
Ferro-carril de la Provincia presentado por V. E. á la Honorable
Legislatura, deseando que el éxito corone su propósito.

Saludan á V. E.

 Felipe Medina, N. Reynoso, Palmiro Milani, Jacinto Ferreyra, José
 Solar, Lorenzo Arriaga, Joaquin Joals, Enrique Pebay, Angel Gallo,
 José J. Mascetti, C. E. Pebay, Clemente Beniscotis, Antonio Vanoli,
 Desiderio Wispohar, Juan Laplace, R. S. Medina, Agustin Ruibal,
 Pedro Speroni, Valentin Pirola, Juan Pablo Cabrera, Luis Carri,
 Estéban Alonso, Aquiles Zibecchi, Luis R. Cabrera, Francisco Secre y
 H^{os}., Ambrosio Jara, Sergio Tajan, Beltran Sala, Pedro Lacoste,
 Pedro Serigro, José Barberio, Pietro Giacci, José Arrechea, Mariano
 Stanghetti, Antonio Baraechini, Ramon Cabello, Rubustiano Tordomar,
 Antonio Bertoli, Nicolás Ferrari, Márcos R. Baroni, Daniel Gonoll,
 Clemente Callo, Félix Muguerza, Bernardo Borthirg, Hermenegildo
 Paz, Juan Opaco, Guillermo Espil, Enrique Vozzi, Silvano Medina, W.
 Kope, Juan Parna, Manuel Garcia, Felipe Lazheras, Juan Arosteguy,
 Manuel Ruiz, Pedro Cabanne, Juan Lausinca, Pierotti Andrea, Antonio
 Riciutti, Domingo Peraca, Cecilio Vega, Giovanni Pace, Masinso Facie,
 José Azurabormon, Luis Bersés, Aurelio Tranella, Ricardo Edward,
 Ricardo Rusconi, Rafael Lenzo, Delfin Lafitte, Próspero Baglia,
 Francisco Tencani, Diego Tripianai, José Giumari, Manuel Schiaffino,
 Manuel Paylos, Antonio Porroni, Santiago Mazzoní, Andrés S. Medina,
 Hipólito Chaves, C. A. Charmay, Llames hermanos, Manuel Vega,
 Francisco Catelani, Andrés Alievi, Diego Niven, Francisco Lopez, Pedro
 Gutierrez, José P. Soler, Juan Haran, Francisco Revilla, Eugenio
 Cerrivas, Luis J. Allien, Bautista Bardine, Narciso Garcia, Manuel
 Fernandez, Manuel Arecha.



                                JUAREZ


            _Al señor Gobernador de la Provincia, ciudadano
                             Máximo Paz._

El pueblo de Juarez, siempre grato á las progresistas evoluciones del
actual Gobierno que tanto han beneficiado los intereses generales de
la Provincia de Buenos Aires, no puede permanecer indeferente ante la
actitud asumida por el P. E. al presentar á las Cámaras el proyecto de
enagenacion de los Ferro-carriles y aproximando en su muy estimable
valor, los elevados fines que envuelve, para la mejor marcha de las
finanzas ferro-carrileras, se adhiere á él con entusiasmo, por medio
de los vecinos que suscriben, interpretando el celo patriótico con
que el señor Gobernador ha procurado equilibrar en toda la Provincia
los beneficios que emanan del servicio ferro-carrilero á la par que
libran al Estado, de los obstáculos que á su mayor progreso ha venido
presentando hasta ahora el sostenimiento y administracion de sus líneas
férreas.

Juarez como otros muchos pueblos que se han adherido al proyecto de
enagenacion, está bien poseido de que una vez realizada ésta, se habrá
dado un paso mas, hácia el mejor éxito de la administracion pública,
y como un deber de justicia une su voz á la de los demás, felicitando
al señor Gobernador por la justicia y patriotismo con que sella todos
los actos de su honrada y laboriosa administracion hoy bien demostrados
con la presentacion á la H. Cámara del proyecto de enagenacion de los
Ferro-carriles.

 José A. Venegas, Mariano F. Ferreyra, Tiburcio Martinez Vivot, Nicolás
 Parravicini, Alejandro A. Chueco, Juan V. Clark, V. Garcia, Emilio
 Chavez, Juan Profumg, Vicente Muro, Fortunato C. Islas, H. Sabajanes,
 José Bevetta, Francisco Calvo, Juan Mulle, Luis E. Egli, Joaquin G.
 Costiella, Alcides E. Mulle, Aniceto Angulo, Julio Arrasate, Antonio
 Moder Palacio, Julian Gorriaran, Ignacio Pardo, Antonio Ferraro,
 Nazario Cuestas (hijo), José Teuli, N. Rosendi, Pedro Merlo, Servando
 Lopez, Juan Baca, Pedro Hardoy, Rafael B. Torres, S. Fernandez Oro,
 Ambrosio Peroni, José Travella, Juan. J. de Barros, Bonifacio Islas,
 Fermin Martinez, Prudencio Islas, Enrique Fretin, Isidoro Suarez,
 F. Mulle, Francisco R. Frias, Domingo A. Bravo, Adolfo Scaziga,
 Joaquin Daufi, Justo Girado, Dionisio N. Sosa, Bonifacio Lomuño,
 Antonio Claro, Daniel Mac'Dongals, Martiniano Barragan, Arturo de la
 Cuesta, Cosme Pineda, José Pis, Bernardo Pis, Bernardo Pis (hijo),
 M. Villegas, Federico Pis, Juan Guzman, Manuel Loyza, J. A. Chaves,
 Blas Plasia, Pedro Heredia, Manuel Bustos, Manuel Gonzalez, Leopoldo
 Manselle, Juan Velazquez, Manuel Velazquez, José Correa, José Gomez,
 Mamerto Aguilar, José Luna, José Pacheco, Martin Montero, S. Annaga,
 Juan Pescader, M. Pescader, Vicente Orlando, Luis Róo, Agustin
 Vazquez, J. J. Gonzalez, Antonio Gomez, Pedro Lloveras, José S.
 Courriges, Santiago Ramirez, Cárlos Albarracin, M. Cajaravilla, Damian
 Caro, H. Latorre, R. Gimenez, Simon Bayugar, E. M. Amado, Ernesto
 Gaye, F. Usatequi, R. Rivas, J. Cima, M. Guerrero, J. Sagastume,
 Antonio Faria, J. Anonsolo, Celedonio Díaz Agüero, J. B. Basco, José
 Reynoso, Márcos Suarez, F. B. Paez, E. M. Cárdena, Nicolás Galay,
 Teodoro G. Oyarzaba, Diego Lahoss, Juan Servat, Martin Bazan, Eliseo
 Bargas, José Morcibre, M. Marsa, Enrique Guzman, Juan Prado, S.
 Gomez, Felipe Ortiz, Juan J. Alvarez, Julio Marquenie, Juan Garcia,
 Pedro Gabuti, Cayetano Cecilio, José M. Escobas, Luis Marcuche,
 Gerónimo Canevali, Pedro Machy, Máximo Ortiz, Paulino Garcia, Bautista
 Dell'Aseo, Juan Carrera, Domingo Girola, Francisco Estornini, José
 Colantone, Angel Tamini, Christian Olsen, Roque Vela, Juan Ultrabegui,
 Juan Echegaray, Rafael Llana, José Riva, Santiago Gantes, Francisco
 Catoyro, Juan Pita, Isidoro Orbeta, Cárlos Vinuaral, Antonio Guaniro,
 José Leon, Diego Perez, Nemecio Ramirez, Fortunato Yolas, Mariano
 Salomon, Roque Barzan, Sandalio Gomez, Anastacio Marquez, Manuel
 Pineda, M. B. Barragan, Juan Sanchez, Santiago Graham, Juan Tarrago,
 Antonio Godoy, Manuel Conde, Cipriano Marquez, Agapito Rivarola,
 Floriano Pereyra, Téofilo Rodriguez, Leon Aguirre, Manuel Aguirre,
 Jacinto Montenegro, Francisco Franco, R. Cacino, Victoriano Pozano, M.
 Villafañe, Manuel Cajaravilla, Francisco Monone, Bernardo Costa, Tomás
 Pis, José M. Capandegui, Teófilo C. Comila.



                              LAS FLORES


            _Al Exmo. señor Gobernador de la Provincia, don
                             Máximo Paz._

Los que suscriben, vecinos de este pueblo y partido, tienen el honor
de dirijirse á V. E. para significarle nuestra espontánea adhesion al
proyecto de enagenacion del Ferro-carriles del Estado.

Los intereses generales de nuestra extensa Provincia en cuyo bien V. E.
se ha inspirado al concebir el proyecto citado, ván á ser beneficiados
una vez realizado su ideal.

Una vez mas se habrá V. E. hecho acreedor á las consideraciones con que
sus conciudadanos le respetan; y por el desinteresado patriotismo con
que ha sellado los actos de su Gobierno, reciba V. E. nuestras sínceras
felicitaciones.

 D. Harostegui, Roman Harostegui, Bernabé M. Vazquez, José Chaix
 (hijo), Juan A. Arancibia, Ramon N. Urquiola (hijo), Alberto S.
 Vazquez, Bernardo Archile, F. E. Arancibia, Arturo Almada, Lorenzo
 Pérsiga, Juan J. Elorza, Manuel Riguera, José Rincon, Angel Dominguez,
 Apolinario Cisnero, Eduardo Osheé, Julian Martinez, Angel Paz, Félix
 Alvarez, Leopoldo Martinez, José Manuel Paz, Juan C. Giriboni, Pedro
 Calderon, Inocencio E. Paz, José Basabilbaso, Fermin Inchastoy,
 Bautista Dró, Jacobo Irigoyen, Domingo Ruero, Lorenzo Jáuregui,
 Rafael Vich, Cárlos Gabrirelli, Felipe Merro, Amadeo Nieri, Ricardo
 Garcia, Cárlos Righeti, Pedro Gughelmetti, Pascual Calinari, Enrique
 Bianchi, Francisco Darlum, Raimundo Eguilar, Cárlos Pisano, Roque
 Banchi, G. B. Beinza, Juan Rosa, Fluvio Ferrada, Eusebio Ayú, Benito
 Rinod, Leoncio Lira, Angel Bari, Malaquias Gomez, Manuel Honorio
 Elissondo, Manuel Zaranza, Pedro Canónica, Manuel Berena, Crencio
 Formoso, Angel Cardoso, Manuel Gutierrez, Antonio Equisvan, Carmelo
 Merlo, Austodemo Alazzer, Guillermo Alvarez, José Silvestre, Roman P.
 Etcheverry, Adrian Prugne, Domingo F. Gimenez, Francisco Fernandez,
 Claudio Bettholet, Bernardo Ondicol, Luis Frangi, Juan Caviquini,
 Fermin Altura, Bernardo Archile, Celedonio de la Peña, D. Ortega,
 Casiano Rodriguez, Joaquin Borba, Bartolomé Ortiz, G. S. de la Peña,
 Ramon Fernandez, Julian Martinez, Anunzzio Rocco, Pedro Luchia, Luis
 S. Galli, Juan Vazquez, Cárlos Borreani, Miguel Gáscue, Tomás Acevedo,
 José J. Confuccio, Arturo Mingues, Juan J. Mogrovejo, Tomás Paz, Pedro
 Sabaño, Domingo Verdier, José Tassara, Bernarbé Langalale, Federico
 Barbieri, Cirilo Gamas, Luis H. Urquiola, Juan B. Solanet, Gerónimo
 Rosas, Pablo Casalla, P. Dantiaig, Agustin de las Casas, Sebastian
 Echegaray, J. Gomez, S. Salas, Benedicto Cuello, Rafael Meaños,
 Bernardo Jaurena, Ciriaco Arjola, Hugo Mauson, M. Anaya, Guillermo
 Boxi, Antonio Echavarria, Primitivo Medina, Vicente Romero, Nicolás
 Rey, R. Tejerillo, P. Puriccelli, P. Arandia, J. H. Dantiaig, C. Goñi,
 J. Rodriguez, Francisco Goenaga, J. M. Blatq, J. Garside, Mariano
 Calvo, Antonio Tomasi, Abraham Delfante, N. Dumont, Angel Balle,
 Gregorio Alcaldia, Andrés Laurent, Martin Lastori, Justo Perez, J.
 Silva, Victoriano Alvarez, Jesús Sampedio, Julio Plini, M. Herrera,
 A. Castro y Peña, Juan Lacunsa, Federico Ucha, Jesús Guiguru, Manuel
 Alonso, Juan Chuaveno, Prudencio Salgueiro, A. Burgueño, José Bonadé,
 Inocencio Bonadé, Juan Sanguin, Graciano Luig, Andrés Cherich, Antonio
 Freire, Bernabé J. Vasquez, Victor Cortés, Ramon Cusell, Antonio
 Tortelli, Justo Fernandez, Cesáreo Urquiola, José Fernandez, Marcial
 Rodriguez, Francisco Rizzo, Enrique Iglesias, Victoriano Garcia, S.
 Rizzo, Luis Peretti, Pedro Carririquisy, José Rizzo, Angel Nuñez, Luis
 Fleury, Fernando Juda, Juan C. Alvarez, Manuel V. Nuñez, Francisco
 Fiori, Segundo Velazquez, Cirilo Beascochea, Pedro Barrabino, Juan A.
 Panizza, José Galigami, R. Gonzalez, Demetrio Diaz, Juan Diane, Genaro
 Diaz, H. Rosales, Juan Campaña, Urbano Cullan, Crispin Castro, Sixto
 Duval, José Ferrer, Narciso Ferrer, Tomás Perez, Joaquin Ochoa, Miguel
 Soliman, Joaquin Zabala, Benito Pescader.



                                LINCOLN


             _Exmo. Gobernador de la Provincia, ciudadano
                            D. Máximo Paz._

Los que suscriben, vecinos de este lejano pueblo de la Provincia,
convencidos que el proyecto presentado por V. E. á la Honorable
Legislatura para la enagenacion de los Ferro-carriles del Estado, á
de contribuir poderosamente el desenvolvimiento de su riqueza en esta
fértil y extensa zona, donde aún no ha podido alcanzar la accion
protectora de los Poderes Públicos, tienen el honor de unir sus
felicitaciones á las de los demás pueblos de la campaña, por el éxito
obtenido en la Cámara de Senadores.

Si en otras épocas en que los capitales se retraian por falta de útil
colocacion ó seguridad, era esplicable que los gobiernos ejercieran
el rol de empresarios, hoy no existe razon de ninguna especie para
continuar en esa senda, que distrae enormes sumas, que pueden ser
aplicadas á otros objetos que respondan mejor á las necesidades de la
Provincia.

Participando en general de las ideas contenidas en el mensaje de V. E.
y desarrolladas con argumentos irrefutables por el señor Ministro de
Obras Públicas en el Senado, creemos cumplir con un deber de justicia
enviando á V. E. nuestras sínceras felicitaciones como fiel expresion
de los sentimientos que nos animan.

Saludamos á V. E. respetuosamente.

 Andrés Sein, Manuel E. Suarez, Antonio Fraulo, Francisco Menendez
 Solis, Cruz M. Sein, Emilio Silio, A. Ifuselly, Antonio E. Bauzá,
 M. Gallardo, José M. Paez, E. Marino, José M. Paz, Manuel Mercado,
 G. Mercado, José Rodriguez, M. A. Garcia, Gaetan Mibell, Miguel
 Etchegaray, Cárlos Ferrari, César Rossi, Domingo Fernandez, José
 J. Mitoviela, Cárlos Trutalli, E. Sppiagon, Serafin Barbieris,
 Manuel Amaya, Enrique Del Miglio, Antonio Siordi, Juan Truchi, Juan
 Caballero, Manuel Estevez, Francisco Vieite, L. M. Viedemonte,
 Salvador Martinez, Nicolás Sciamurello, Luis Rate, Martin Irribarren,
 S. Suarez Martinez, L. Duponey, Miguel R. Sein, Angel Verde, José
 Atulain, Trechi, Cárlos, Luis Maffia, Francisco De Amici, Lizarolo
 Zuriceta, Celestino D. Roques, Hipólito C. Bezonzette, Manuel
 Ferreyra, Eladio Acosta, Rómulo Rios, Sebastian G. Castro, Alejandro
 Castiglioni, Alberto E. Balladares, Felipe Guerrico, Antonio
 Garibotte, Joaquin H. Fotan, Manuel Martinez, Benjamin Ponce, Angel
 Ragachini. José Ferreyra. Ramon R. Leguizamon. José M. Garcia. Alfredo
 Garcia. P. Tisuyra. Seberio Charees. Antonio Pato. Costantino Dreti.
 M. Rey Alvarez. Juan Altes. Josè Alegre. Enrique Chavally. Marcial
 Garcia Perez. Francisco Busto. Andrés Dallachá. Gusmerindo Albuirne y
 Garcia. José C. Sanchez. Alejandro L. Gubitosi. Pedro Garais. Joaquin
 Hernandez. José Hernandez. Santiago Vilar. José Panizza. Andrés Calbo.
 Angel J. Lopez. Valentin Vidal. Eduardo Parras. Nicolás Escobar.
 Lorenzo Lopez. Luis Ponteé. Manuel Gándara. Manuel Martinez (hijo).
 Manuel Donsion. Costantino Donsion. Cipriano Vidal. A. Dominguez.
 Miguel Garcia. Rafael Diaz. Luis B. Albacar.



                         SAN ANTONIO DE ARECO


  _Exmo. señor Gobernador:_

Los que suscriben, ciudadanos y extrangeros, todos vecinos de este
pueblo, vienen por la presente á manifestar su adhesion al proyecto del
P. E. sobre venta de los Ferro-carriles de la Provincia, y no vacilan
en aplaudir la idea progresista y equitativa que él encierra, y cuyo
éxito en la campaña iniciada corresponde á V. E.

Saludan al señor Gobernador.

 M. Casco. Vicente J. Castex. Demetrio E. Ramirez. Mateo Pereyra.
 Alberto Casco. F. Gonzalez Rivero. J. R. Bourimborde. Fernando Basso.
 G. L. Vazquez. J. A. Ezquiaga. A. P. Casco. P. Aubin. P. Solan.
 M. Alonso. Inocencio Santucho. Eliseo Gijena. Vicente M. Cavello.
 Jurado y C^a. Anastasio Cardoso. José Martinez. José Maria Fernandez.
 Moises P. Jurado. Daniel E. Jurado. Juan C. Cejas. Joaquin Sabatez.
 Felipe Leroy. Pierre Alejo. Vicente Bartolomé. G. V. Gonzalez. Emilio
 Bartolomé. C. Euguidanos. M. Casco (hijo). Francisco Apartaza.
 Salvador Belbaer. Juan P. Bosso. D. C. Cairede. Mariano A. Lopez.
 Simon Esquin. Espin y Casolta. Sixto Villa. Rómulo de la Sota. Jacobo
 Puebles. Juan A. Casal, Vicente Caudal y C^a., Angel Telechea, Oca y
 Balda (hijo), Bartolomé Piovang, Bernardo Rodriguez, Juan Candal, José
 Candal, Juan Lassalle, Cristóbal Serriletella, Sebastian E. Bracco,
 José Ferreyra, Lázaro Panal, Eduardo A. Caro, Guillermo Candia,
 Vicente R. Lopez, Carmelo Lopez, Pedro Barangó, Luis Cortés, Francisco
 Diaz (hijo), Máximo Ocaris, José M. Apaolora hno., José M. Osnalde,
 José Maria Mourguy, Julian Alvarez, Juan Mourguy, Ramon Mourgy, J.
 Sila, Agustin Mourguy, Bautista Pradé, Vicente Caudal y C^a., Isidro
 B. Martinez, José Bascio, Froilan Briel, Ramon V. Castex, Isaac N.
 Gomez, Pedro A. Corvalan, Emiliano Aguilar, Peña Char, Silverio Sosa,
 Cipriano V. Casco, Pedro Etchart, Pedro Acuña, Teodoro Fournier,
 Arturo H. Ciafaretini, Francisco Paladino y hermanos, Juan L. Reynoso.
 Antonio Amarillo, Valentin Luliani, Francisco Torres, Francisco
 Lopez, Cayetano Imaz, Tomás Dunica, Nicolás Percio, Cárlos Laburanti,
 Juan Brun, Doroteo Escola (hijo), Daniel Jugino, Antonio Peralta,
 José Roulet, Ramiro Montel, Antonio Panunzio, Baltasar, N. Migueles,
 Felippo Flores, Práxedes Garcia, José Abolafio, Nicolás Abundancia,
 Francisco Pulito, Giuseppe Ciofordino, Luis Fantili, Manuel Manzano,
 Pedro Nasso, Gerardo Chelloda, Domingo Perez, Luis Sancés, Ignacio de
 Diaz, Juan Sancarter, Domingo Mussantes, Santiago Govanoia, Domingo
 Orofino, Rafael de Rosa, Luis Anzuala, Mateo Bocanegra, Pedro de la
 Hera, Romualdo Abadia, Santiago Marin, Cipriano Aristé, Manuel Vidal,
 Miguel Belizon, Antonio Mattiazzi, José Fernandez.



                              SAN VICENTE


             _Señor Gobernador de la Provincia, don Máximo
                                 Paz._

Enterados del importantísimo proyecto presentado por V. E. á la H.
Legislatura con el objeto de vender los Ferro-carriles de la Provincia,
no podemos ménos que enviarle nuestras mas sínceras felicitaciones y
la expresion de nuestra mas ardiente adhesion á ese hecho que hará dar
á la Provincia un paso mas en la senda de progreso á que la han llevado
los importantes actos de su patriótico Gobierno.

La H. Legislatura recibirá también de nosotros una peticion en la que
solicitamos la aceptacion del importante proyecto de V. E. por que
creemos que procediendo así es proceder con patriotismo y porque es
deber de todo buen ciudadano, ayudar á sus gobernantes en los casos
como el presente, que son inspirados en honradas intenciones y en
creencias muy fundadas de excelentes resultados.

Respetuosamente saludamos á V. E.

 Gregorio C. Dones, B. Carabajal, Leandro Ojea, Anacleto M. Ponsati,
 Exequiel Silva, Alejandro Amoretti, Felipe Gimenez, Juan R. Dublanq,
 Eliseo M. Gomara, Juan D. Martinez, Pedro Guerriere, Juan Campos,
 Lindolfo I. Serrano, Pascual Dublanq, Julio R. Larrosa, Guíllermo R.
 Lockart, Eduardo Campos, Pedro Sabarot, Juan Angaroni, Adolfo Pardo,
 Pedro Garcia, José D. Villar, Francisco Dublane, Guillermo Goyeneche,
 Florencio Fuentecillo, José Vilches, Sanson Dublanc, Pascual L.
 Dublanc, Juan Chobadindegúz, Nicolás Campos, Edmundo Nagle, David
 Gurves, Isaías Colsani, Rudecindo Molina, Juan Williams, Eduardo J.
 Campos, Martin de la Rosa, Juan Ciochini, Pedro Acerbi, Celsor Jara,
 Luis Marini, Ramon Lailla, Ventura Borgi, Juan Martinez, Antonio
 Barreglia, Nicrosini Ernesto, Denis Valez, Martin Pasina, Antonio
 Astegiamo, José Guidobono. Roberto Wilde. José Bancora. F. S. Alasia.
 Leon Roumieux. Luis Lafranconi. Cárlos Guidobono, Ramon Diaz, Rosario
 H. Avalos, Cayetano H. Avalos, Juan V. Fracchia, Andrés Iniati,
 Serviliano B. Iriciti, Pedro Iriciti, Luis Barinchilleria, Cirilo
 G. Gallardo, Antonio Barranú, Marcelino Diviarte, Victor Centurion,
 Manuel Perez, Ignacio Artola, Manuel Piñeiro, Eduardo Barrome,
 Nicolás Arévalo, Eduardo Iturralde, Ramon R. Sotelo, Pedro Maumus,
 Froilan Panelo, Bernabé Frutos, Pedro Iragara, Bernardo Irozz, Cárlos
 Hernandez, Sergio Ogel, Antonio Ponce, Carmelo Belen, Juan Sanchez,
 Felipe M. Gimenez, Santiago Lockart.



                            CORONEL SUAREZ


                _Al señor Gobernador de la Provincia._

Encontrándose en debate la cuestion tan trascendental de la venta de
los Ferro-carriles de la Provincia, y que V. E. inspirado en el gran
desenvolvimiento de la Provincia sueña en su realizacion, el vecindario
de Coronel Suarez, en consecuencia de sus compromisos políticos del
primer dia y viendo que su opinion respecto á la venta envuelve un
gran pensamiento que dará grandes beneficios con el equilibrio de las
finanzas, no puede ménos que enviarle un voto de adhesion y simpatía,
felicitándole por su actitud y admirando sus cualidades de gobernante
que no le intimidan las bullanguerias de los espíritus estrechos, y que
como el sábio guerrero no distrae su atencion y marcha impertérrita por
la línea de conducta que se trazó por el estudio y la reflexion.

 Silverio Lopez Osornio. Abrahan Quintana. Sixto Rodriguez. Mariano
 Fernandez. Casimiro Laplacette. Andrés Lopez Osornio. Martin Lopez
 Osornio. Enrique Boll. Ramon Mansi. Juan de Dios Aguilar. José Lucion,
 Celestino Garros. J. H. Mejia. Ramon Hidalgo. J. Bergonan. Ramon A.
 Chicini. José M. Chicio. Justo Mili. Agustin Rodriguez. José Martinez.
 Alberto Larroque. Juan Jaime. Luis Farias. Marcelino Barragan. Juan
 Mazzini. Pedro Osorio. Juan Fernandez. Ernesto Ruiz Huidobro. José
 Pipo. Luis Mazzini. José de la Hoz. Amado Laza. Pascual Romero.
 Emilio Pinto. Alejo San Martin. Máximo Hoffmann. Manuel Gonzalez.
 Gervasio Gonzalez. Vicente Mile. Santiago Molina. Leoncio Raduello.
 Julian Larrecochea. Julian Rivadeneira. Juan Bautista de la Canal.
 Pedro Ponce. Felipe Borda. Sixto Borda. Andrónico Cabral. Marcelino
 Courregues. Juan C. Chabane. Juan Santa Cruz. Pedro Estelirich.
 Félix Veiga. Cárlos Molina. Miguel Grego. Antonio Siprotti. Viñas y
 Matarana. Jaime Centeno. Francisco Ramognini. José Pena. Hipólito de
 la Cuadra. Fructuoso Cepeda. Cárlos Boll. José Quintana. José Iguna.
 Vicente Infantini. Emilio Hoffmann. Emilio Garisch.--y siguen mas
 firmas.



                        TELÉGRAMAS PARTICULARES


                                           Necochea, Agosto 18 de 1889.

          _A. S. E. el señor Gobernador de la Provincia, don
                             Máximo Paz._

Los vecinos que suscriben, ante V. E. venimos á manifestar que
inspirados en los verdaderos intereses de la Provincia nos adherimos
en el gran movimiento de opinion al proyecto de ley de enagenacion de
los Ferro-carriles presentado por V. E. á la Honorable Legislatura,
ofreciendo nuestros votos á las deliberaciones de los Poderes
constituidos antes de resolver esta cuestion de interés público que tan
directamente viene á protejer la riqueza general del país.

Posesionados de que os inspiráis en una obra patriótica, no podemos
dejar de ofreceros nuestra adhesion al proyecto de la enagenacion de
los Ferro-carriles porque él viene á ayudar satisfactoriamente el
desenvolvimiento de nuestras principales industrias de la ganaderia y
agricultura, como un factor de su progreso y engrandecimiento en los
pueblos y secciones del territorio.

Sírvase V. E. aceptar la manifestacion de nuestra decidida adhesion al
proyecto de enagenacion de los Ferro-carriles de la Provincia como la
espresion de nuestros deseos en favor de una obra benéfica para el
país.

Saludamos á V. E. con la mayor consideracion.

  Exmo señor.

 Alberto Nazarre, F. Gonzalez Quiroga, Eduardo G. Latorre, Miguel
 Desseins, Roberto Somaini, Bernardo S. Rodriguez, Julio L. Eglis,
 Eliseo G. Ceballos, Elciro García, José Toledo, Miguel Padula, Manuel
 Lazára, C. Fornelli, Cipriano Amarante, Pedro Martinegro, Exequiel
 Olivera, Francisco B. Pachano, Ramon O. Alegre, M. F. Escobar, Domingo
 Etchegaray, Eustacio Rabamuras, Vicente F. Escobar, Pedro Ascueta,
 José Squistieri, Ildefonso Perez, Juan Grincadi, Julian Alonso,
 Santiago Contin, Mauricio Curbataz, Fernando C. Gonzalez, Gregorio
 Sobrado, Alberto P. Pordelame, Julio I. Azala, Miguel Iriarte,
 Atanacio Ceudoye, P. Lezama, F. S. Boringas, Pedro Iraola, Juan
 José Cesmadal, Segundo A. Vera, B. Gutierrez, José Gracios, Domingo
 Elverdin, Francisco Rotllan, Antonio P. Sens, Márcos L. Griffun,
 Antonio Giunti, Arturo Robles, Julian Azúa, Irineo Pachane, Bautista
 Cuneo, Juan Caslex, José Sanchez, Ramon Campos, Alejo Casalet, Juan
 Manzi, Pablo Jorbea, Angel Ferrari, Abelardo Barrirro, Juan Bayley,
 I. Bautista Baillinon, Pedro A. Talbide, Gabriel Alternes, Pedro
 Heauread, Constantino Vieytez, Tomás Romeo, Emilio Tilla, L. F.
 Vecitez, José Andabura, José Bardan, Andrés Munitis, Juan Serrallonga,
 Juan Ofoil, Antonio Mocertino, Pedro Lator, Domingo Velazco, José
 Donato, Plácido F. Arregui, Juan Mautero, Juan B. Goyetche, Exequiel
 Olivera (hijo), Pedro Z. Saralegui, Facundo Bernal, Alejandro Longo,
 Antonio Jorba, Manuel Sala, Fernando Lacunza, Eugenio L. Castillo,
 Juan Ravenna, Justo Gomez, Gabriel Acosta, Santiago Torres, Pedro
 Llones, Sebastian Altana, Ignacio Irazuzta, José M. Pelaez, Joaquin
 Suarez, Eduardo Perez, Julio Chedufan, Luis Sedufau.

       *       *       *       *       *

                                            Chascomús, Julio 8 de 1889.

  _H. Legislatura._

Los abajo firmados, vecinos de Chascomús, ante V. H. respetuosamente
exponen:

Que en presencia del movimiento producido en ciertos pueblos en
oposicion á la venta de los Ferro-carriles de la Provincia, han
resuelto á su vez ocurrir á V. H. significándole su completa adhesion
al proyecto del P. E. disponiendo la enagenacion.

Aseguramos que no guia á este vecindario otra idea que la del bien
general, y aún cuando pudiéramos abundar en razones que prestigiasen
nuestros propósitos, preferimos omitirlas en obsequio á la brevedad,
tanto mas cuanto que el Superior Gobierno en el mensaje con que
elevó el referido proyecto aduce en pró de él fundamentos claros é
indestructibles borrados en la experiencia de este y otros países que
demuestran evidentemente la conveniencia de tal medida.

Por lo expuesto á V. H. pedimos quiera tener en cuenta esta adhesion á
los efectos consiguientes.

 Domingo Cacalins, Pedro Etcheverria, Ramon Milani, Ramon Alegre,
 Victoriano Garcia, Angel Olmos, Juan Deyheu, Ramon Aldaz, Juan
 Rufranco, Cláudio Rufranco, Clemen Row, Florentino Gomez, P.
 Sallemmes, Juan Casalins, Cesareo Franosa, Faureyust Duque, Pedro
 Perrin, Juan Oyhanart, Carmelo Belen, C. Peñoñori, C. P. Ceaniningros,
 Juan P. Echeverri, Juan Davinson, G. Sastre Millani, S. G. Alegre,
 Antonio Pasena, Sanson Forcot, Santiago Danigrand, Santiago C.
 Wallare, Cagaux Dominique, Bernardo Rubio, Brudencio Espíndola, José
 Arata, F. Paez, Cosme A. Aguiar, Jacinto Ospile, Jacinto Machado,
 Luciano Benavente, Joaquin R. Peñoñori, Tomás Portela, Juan Roca,
 Juan B. Toro, José F. Ruekark, Juan Beggio, Soten Durnique, Nieves
 M. Gadea, Juan G. Cavanulas, S. Perez Navarro, Wenceslao Denegú,
 Antonio del Valle, Justo Lopez, Cárlos Saldivar, Domingo F. Casalins,
 Pedro Lalergue, Domingo Ocampo, Fabian Carrique, Ramon Sasia,
 Francisco Ploruti, Patricio E. Machado, Gregorio Caminos, Asencio
 Arreta, Baldomero Marquez, Guillermo Olte, Fabian Mediau, Francisco
 Diprimio, José A. Newton, Pedro Facholi, Prometilio Romano, Cayetano
 Artayeta, Juan H. Casalins, Isidro Perez, Márcos Elizalde, Justo
 M. Villanueva, Pedro Row, Ricardo I. Newton, Joaquin Bisi, Domingo
 Gosti, R. A. Mornetti, Ramon Avellaneda, Juan Chamoaux, Arturo G.
 Hillura, Joaquin Gastro, Juan B. Arias, Juan M. Laborde, Ventura de
 la Fuente, Angel Blave, Alfredo Gonzalez, Pedro Etchegoyen, Tomás
 Aguias, Martin Mauná, Fermin E. Elchepare, Domingo Soucamos, Angel
 Allegrini, Leopoldo E. Casalins, Pedro Irigoyen, E. Hernandez,
 Salvador Curel, Ignacio Iranne, Eulogio R. Lopez, Pio Tato, Guillermo
 R. Hailo, Samuel Molina, Martin Saralegui, Pedro Matti, Joaquin
 Navarro, Gabriel Soulet, Juan N. Casco (hijo), Ignacio Alvarez,
 Ricardo Neuton, Miguel Harosmendi, D. Avellaneda, Juan M. Funes, Cosmo
 Castanos (hijo), Victorino Anstegui, Luis Machado, Agustin Macimeo,
 Márcos Macnines, Marcelino Araujo, Bartolo Pollí, Juan Laroendo,
 Francisco Coumeig, Narciso Coronel, Felipe Rodriguez, Bernardo
 Echegoyen, José C. Guerra, Juan Duarte, Juan Casaux, Manuel Miguez,
 Raimundo Irao, Juan Ramirez, Manuel Rey, Miguel Paola, Enrique Alonso,
 Luciano Alsina, Inocencio Lema, Ramon Olmos, Cárlos Francischu, P.
 S. Zurreta, Bernardo Picotche, Juan Bermoguia, Pedro M. Myhenart,
 Eduardo Ward, Pedro Echubarme, Juan Dupaux, Miguel Pons, Juan Mendez,
 Juan Carmona, Juan Robelle, Juan S. Casalins, Calixto Rodriguez,
 Francisco Marini, Bautista Soler, Joaquin Blane, Juan Saldivar,
 Máximo B. Alegria, Sapelli (hijo), Eduardo Schulze, M. A. Dolia, Juan
 P. Pensose, Roberto Buchaman, Manuel Fernandez, Andrés Chaze, Jorge
 Witorker, J. Perroni, Fabio Q. Martinez, Honorio Posadas, Buffer
 Enrique, José Arsegña, Felix M. Aldabur, Ramon Helhuere, José L.
 Maza, Capi Antonio, Juan Martinez, Francisco Hidalgo, Fidel Satice,
 Justo Lopez, Pensotti Victorio, Francisco Salas, José Passi, Juan
 C. Girado, Domingo Sagastizal, Serapio L. Sanchez, Antonio Franco,
 Luis Samanina, José Colon, Nicolás Reboud, José Ireneche, A. Cruz
 Herrera, Ambrosio Zaldivar, Victorio Marina, José L. Ruiz, Camilo
 Tolosa, Graciano Inarte, Juan Lechelin, Juan Sanchez (hijo), Zacarias
 Cusino, Clemente Jiussepe, José Stigliano, Eleuterio Ouguelli, Antonio
 Morot, Andrés Chaye (hijo), Andrés Choyé, Luis Girute, José Garcia, A.
 Zaldivar Gonstegui, Juan Viscarguenage, Desiderio Saldivar, Eulogio
 F. Ramos, Pedro Cartiez, José Pinillos, Juan Sanchez, Manuel Vigaso,
 Benigno Luduein, Pedro Etchipare, José Ventos, Félix Sahuercay, Félix
 Superville, Anastasio Acosta, Emiliano Benitez, Manuel Alvarez,
 Segundo Coomau, Juan Wardo, Salustiano Miguez, Félix Correa, Estévan
 Aluasia, Rinan Valenzuela, Cáusio Gíngora, Manuel Zomosa, Pedro
 Reguia, Aquile Regura, Antonio Sahroeder, Caslixto Portal, Francisco
 Adabato, José Venteco, Vicente Humara, J. M. Buson, Cenovio Arambery,
 Alberto Laborde, Vicente Guehara, Lopez y Buzón, Pedro Ruiz, Pedro
 Arcondo, Alejandro Arcondo, Juan Ricalde, Calixto Benitez, I. Félix
 Ricalde, Dionisio Arrambenu, Isaac Arcondo, Pedro Recala, Blas
 Beamurguio, Juan Mendez, Fidel Saluqni, Enrique Portela, Rafael H.
 Portela, Pedro Benitez y Urbano Guebano.

       *       *       *       *       *

                                                   Pila, Julio de 1889.

  _Honorable Legislatura._

Los abajos firmados, vecinos del Partido de Pila ante V. H.
respetuosamente exponen:

Que habiendo llegado en momento de que esa Honorable Legislatura se
pronuncie respecto del proyecto del P. E. disponiendo la venta de los
Ferro-carriles de la Provincia, creen cumplir un acto de justicia
ocurriendo á V. H. á significarle su completa adhesion á dicho proyecto.

Las razones concluyentes con que el Superior Gobierno, funda el
mensaje respectivo, nos relevan de entrar en consideraciones sobre el
particular.

Por tanto, á V. H. suplicamos quiera tener presente esta manifestacion
al tratar las que se han presentado en pró y en contra del asunto
referido.

  Es gracia Exmo. señor.

 Domingo Casalins, Juan V. Casal, Agustin Funes, Juan M. Funes, Juan
 V. Casal, Pedro Galandrez, Manuel Ostenero, Andrés D. Ceballos, Pedro
 M. Oyhenart, Juan Espil, Joaquin Barreiro, Diosgracias O. Ceballos,
 Isidro Alonso, Alejandro Bastier, Pedro Domaco, Eleuterio Martinez
 (hijo), Angel Betular, á ruego de Gregorio Planes por no saber firmar,
 Eleuterio Martinez (hijo), Nicolás Martinez, Florentino Labrani,
 Policarpo Lopez, Enrique P. Martinez, José Castro, José F. Martino,
 Pedro Castro, Nicolás Kehve, Manuel Hermida, Guillermo Espendabune,
 Adnacio Hermida, Luis Hermida, Juan Lorendzen, Manuel Alcorta,
 Bernardo Pecochea, José Echeleste, Benito Rádio, Patricio Moore,
 Santiago Moore, Juan Lavar, Bautista Buimosena, Domingo Lestille,
 Matias Iribaren, Juan Barraco, Agustin Fontan, Miguel Jaué, Juan
 Capdevila, Manuel Pita, José Tuyos, Simon Etcheverria, Juan Compás,
 José Moran, Prudencio Espíndola, Alejandro Plunes, Lino Quintera,
 Domingo Urianne, Juan J. Casco, Manuel A. Casco, Benito Sancibian,
 Justo P. Saenz, Juan D. Ramos, José M. Recabarren, Ramon Ayhamburo,
 Abraham Planes, Santiago Ratto, Pedro Zaldoran, á ruego de Francisco
 Rivarola por no saber firmar, Isidro Alonso, Juan Poey, Luis D'Emilio,
 Santiago Peleco, Pablo Perez, Pablo Castro, José del Castillo, Juan
 Henery, Martin Conejo, Santos Leabeano, Agustin Iparraguirre, Julio
 Alchurrón, Pedro Flores, Domingo Ramirez, Pedro Castells, Juan Deyle,
 Tomás Ratto, Ignacio Izurrieta, Eduardo Morales, Julian Tipsular,
 Florentino Barrientos, Francisco Aristimeño, José Ayastane, Enrique
 Dorak, Fulgencio Izurrieta, Emeterio Espíndola, Arturo Casalins,
 Leonardo Funes, Fermin Algañarás, José M. Alvarez, Juan Porcel,
 Doroteo Ceballos.

       *       *       *       *       *

                                             Patagones, Agosto de 1889.

  _Honorable Cámara de Diputados._

Los abajos firmados vecinos, propietarios, comerciantes é industriales
de este pueblo, á V. H. exponen: que usando del derecho constitucional
que asegura la libre manifestacion de ideas en el Estado, venimos por
la presente, á demostrar nuestra adhesion en favor del proyecto de
enagenar los Ferro-carriles de la Provincia presentado por el P. E. á
la Honorable Legislatura.

No entraremos á enumerar las muchas argumentaciones que en favor del
proyecto sugiere tal idea. Consideramos que despues de las ámplias
discusiones habidas públicamente, tanto en nuestro parlamento como
en los de otras naciones civilizadas, y de la preferente atencion
que la prensa en general ha prestado á este asunto, seria entrar en
repeticiones inútiles.

Solo pues, hacemos constar por la presente, nuestra decidida adhesion
al proyecto, manifestando que aplaudimos sinceramente la sancion del H.
Senado esperando lo sea tambien por V. H.

 Domingo Pita, Celedonio Miguel, Marcelino Crespo, Manuel Maestre,
 Isaias Crespo, Guillermo Abel, Pablo Fauton, Benito Crespo, Benito
 Pita, Antonio Costero, A. Sayatani, Juan Tendero, Eugenio G. Costerg,
 Francisco Roche, Vicente Dominguez, Rogelio Borondo, Ramon Canosa,
 Iguacel Borondo y Requera, Demostenco Gaete, Mariano Reguena, Délio
 J. Barrios, Antonio Rul, Alejandro F. Bermejo, Bernardo Alvarez,
 Francisco Pita, Eugenio Gateni, Teodoro Cané, Vicente Aguirre, Antonio
 Alvarez, Angel Caralla, B. A. Perez, Justo Helguera (hijo), Florencio
 R. Castelar, Cárlos Derbini, Félix Capero (hijo), Márcos Lopez, José
 Capdevila, Manuel Castañeira, Narciso Orgás, Emilio Portal, Tomás
 Canere, Domingo Bagur, Cayetano Capace, Luciano Dominguez, Ignacio N.
 Leon, Ricardo Crespo.

       *       *       *       *       *

                                                Puan, Julio 25 de 1889.

  _A la H. Cámara de Diputados._

Los habitantes de este Partido que suscriben, haciendo uso del derecho
de peticion que la ley les acuerda solicitan de V. H. la sancion del
proyecto del P. E. sobre la enagenacion de los Ferro-carriles de la
Provincia por ser ésta de benéficos resultados para los intereses
económicos de la Provincia.

 Pedro D. Iturburgo, Rómulo Franco, José Arelli, Emilio Martinez,
 Manuel Martinez, Antonio Herrero, P. Asonaron, E. Agüero, I. Secreti,
 I. Gimenez, E. Cañé, B. Castro, G. Gomez, M. Cané, I. Solosono, G.
 Peralta, Vicente Cané, Manuel Dono, Baldomero Vazquez, Martin Aristan,
 Plácido Garcia, Braulio Garcia, Valentin Garcia, I. Marnanuel, C.
 Marquez, W. Monton, Bacelo Barolo, Cipriano Gonzalez, I. Eschevarra,
 M. Balestra, José Juanarena, José Echave, Juan Echave, Prudencio
 Madrid, Juan Moloran, Juan Pogi, Félix Ambrosi, Silichú Girrefe,
 Horácio Carrosi, Ambrosio Batista Arnomble, Juan D. Tosqui, José
 Abala, José Perez, Cirilo Lopez, Elias Agüero, Bernardino Pezando,
 Antonio Cané. Augusto Moriran, Francisco Martinez, Isaac Basatti,
 Pedro Agüero, Ventura Luro, Fidel Cané, Márcos Ballesteros, Francisco
 Alfonsi, J. Mazza, Enrique Paz, Antonio Monte, Francisco Mes, Juan
 Saut, L. Criscuolo, Rafael Escipion, Arturo Castro, Jorge Sondel, B.
 Juan Moldes, José Cabeza, Luis Figueroa, Donaciano Gigena, Juan José
 Etcheverri, José M. Borrena, Victor Pares, Francisco Enriz, Ramon
 Fernandez, Irospiro Sarcion, Aguilo Muñoz, Manuel Muñoz, Francisco
 Bañez, Augusto Larrosa, Cármen Meira, Juan Romero, Victoriano Garay,
 Basilio Garay, Santiago Delval, Ramon Castro, Cándido Rojas, Luis
 Tosca, Luis Carozzi, Sinforiano Salliz, Pepe Leone, Justo Boiscochea,
 Felipe Higenora, Baltasar Aramburo, Juan B. Aguirre, Mariano Gonzalez,
 Ramon Lopez, Rómulo Lopez.

                                                   _Ignacio Segrettin._

       *       *       *       *       *

                                             Carhué, 26 Agosto de 1889.

  _H. Legislatura._

Los vecinos que suscriben, amparados en el derecho de remision que la
Constitucion les acuerda, solicitan de V. H. la sancion del proyecto
de ley del P. E. sobre la enagenacion de los Ferro-carriles del Estado
por ser de palpitante y trascendental beneficio para los intereses
económicos de la Provincia.

 Ramon Etchart, Juan Resco, Manuel D. Oguelo, Juan Argel, Manuel
 Ramirez, Pedro Alcayas, Samuel Gomez, Antonio Marti, Aquino J. Alonso,
 Juan Bacamande, Santiago Izurieta, Alejandro Sanejo, Emilio Godichan,
 Félix Bianchi, Juan Mari, Tristan Garcia, Guillermo Cunmitglan, Julio
 Alamand, Enrique F. Centac, Cayetano Casanova, Jorge Luca, Cesareo
 Mauma, Fernando Araujo, Nieves Francisco, Jacinto Rodelote, Fernando
 Seljea, Nicolás Ceraola, J. Suragosa Maldonado, Victorio Dominguez,
 Pedro Mediche, Florentino Valerdi, J. Bordenave, Santos Ocariso,
 Casiaso Nievas, Juan Martin Arranvide, José Celaya, José Puestas, José
 B. Ramirez, José Miguel Havillanda, Juan Jaris, Martin Alcallagas,
 Félix M. Sularis, Cárlos M. Brunney, Santiago Brunney, Alejandro
 Pillambolto, Antonio Zuatte, Ernesto Picuaste, Ernesto Brunney,
 Modesto Pios, Francisco Bianatti, José Vallejo, Francisco Gallo,
 Paulino Olaverria, Luis Romero, Julian Rodriguez, José G. Graratti,
 Pedro Oliveras, Juan Laspe, Florentino A. Ruyeramo, A. Lucincadelas,
 Eduardo Carballo, Juan Descalsi, Santos Feo, José Villalda, Pedro
 Aramburú, Félix Sugarri, Aniseto Uetasiur, Cruz Gorli, Bonifacio
 Gutierrez, Nemesio Gomez, Miguel Euqui, Nicolás Martinez, José
 Oloso, Pedro F. Larroso, Antonio B. Yasini, Clarié Biorgio, Fernando
 Frances, Blas Catalijos, Cerafin Belerchú, Martin Gonzalez, Luis
 Petrochelli, Narciso Molina, Vicente Petrochelli, Leonardo Delfino,
 Pedro Robilotti, Marcelino Massa, A. Malet, L. Ribupolles, Blanco
 Mealet, Francisco Gimenez, Cirilo Tello, Ramon Palavecino, Isidro
 Romero, Juan Pramirú, Eduardo Tusio, Francisco Piurqui, Cárlos
 Caratti, José Lombardi, José Gally, Miguel Villegas, Miguel Paladino,
 Domingo Robulatto, Vicente Corradino, Luis Martinez, Bernabé Martinez,
 Juan Bunebay, doctor Paulino Tosqui, Andres Gineau, Horácio Villar,
 Angel Eresqui, Luis Larueaga, Agustin Villanega, Juan Astergui, Tomás
 Gonzalez, Juan M. Marbaes, Juan Venseio, Juan Conti, Féliz Gueisano,
 Cárlos Bergua, Emilio Baillard, Francisco Munier, Vadet Espil, Pedro
 Tino Hos y C^{a}., Miguel Sanchez, Rafael Carmona, Estevan Allirdo,
 Luis Laserau, José J. Sarasola, Juan B. Diaz, Pedro Borda, Pedro
 Iturralde, Reimundo Gomez, Guillermo Urrutia, Cirilo Fupfi, Cipriano
 Parra, Antonio Macharri, Martin Mentaverri, Manuel Ricco, Adolfo
 Vesea, Basilio Zavaleta, Emilio Matibia, Manuel Matibia, Sebastian
 Fautare, Lúcas Gomez, Juan Faustan (hijo), Hipólito Mansilla, Sandálio
 Mansilla, Lorenzo Buevaserr, Juan Lovarrobeu, Francisco Ugartamendia,
 Pedro Arhez, Francisco Arhez, Santos Yersi, Dosé Yersi, Antonio Lopez,
 Juan Tello, Federico Minaverri, Celestino Castro, Costantino Carballo,
 Jorge Abaldaso, José M. Torres, Ramon Echart.



                        ADHESIONES DE LA PLATA


                                            La Plata, Agosto 2 de 1889.

  _Exmo. señor Gobernador de la Provincia, don
  Máximo Paz._

Los abajo firmados, tienen el honor de enviar á V. E. sus mas ardientes
felicitaciones por su iniciativa de la venta del Ferro-carril de la
Provincia, por considerar esa operacion de grandes ventajas para
los altos intereses generales, que están mucho mas arriba que las
consideraciones rutinarias en que se basan los impugnadores de tal
idea. Deseando que V. E. persevere con firmeza en su propósito, y
demostrar, además, que la opinion independiente lo acompaña en su
síncera y patriótica resolucion, hacemos aquí público testimonio de
nuestros votos, para que ella sea dentro de poco un hecho realizado.

 Benigno C. Diaz, Alberto Cabrera, Eduardo Viltes, C. Aguirre, Pedro
 C. Pereyra, Mariano M. Aguirre, E. Riveras, Juan Lewis, Federico M.
 Cabrera, Salvador Guzman, Isidoro Lévy, M. Reyes, Martin G. Colmar,
 Francisco Gimenez, Isaac Gonzalez, Federico Cabrera, B. Bonifacio,
 Juan Riglos, Felipe Combier, Alberto André, Pedro C. Pando, F.
 Blanc, A. Moreno, Hipólito Caminos, José Buttaro, Juan Garaycochea,
 Alejandro Garmendia, Feliciano Cabrera, Andrés Orlandi, Juan Cibbio,
 Pedro Ullemas, Nicolás F. Pitto. Luis Orlandi, Ignacio Baasch, Ramon
 Suarez, Francisco Rojo, Luis Taillefer, Luis D. Raffeto, Pedro B.
 Rodriguez, Eduardo Ferroy, S. Baras, José Tisera, R. Picasso, Pedro
 Machó, José Elias, Maximiano Payba, Pedro Garay, Enrique F. de Acha,
 Ramon A. Baró, Juan Sarrail, M. E. Giadás, M. Muñoz, Cecilio Avalos,
 Fortunato L. Dominguez, Santiago Gascon, Silverio Hualde, Gabriel
 Barbier, Nicanor Salas, Enrique San Martin, Julian Monsotegui, José
 Conzalez, Juan I. Nuñez, Justo S. Rivera, Luis H. Cabrera, Juan Félix
 Carpy, Félix B. Bofferon, Santos Valente, Vicente Labriola, Lorenzo
 Spinetti, Clemente Pereyra, Laureano Rivarola, E. B. Morales, Vicente
 Bertolotte, Luis J. Puig, E. J. Saenz Valiente, Manuel Montes, Raul
 J. Cabrera, Juan Gomez, Juan Antonio Rios, B. Nuñez, C. Oraghi, L.
 Luna, J. Medina, Eduardo N. Rivas, José M. Palacio, Antonio Palacio,
 Ernesto R. Gonzalez, Juan D. Ruiz, Horacio Diaz, Jacinto Güemes,
 Pedro M. Lopez, R. Miñana, Eudoro Vazquez, H. Misteli, Néstor Segura,
 Justo Udaquiola, Lorenzo Melazzi, Rosauro Zapata, Juan José Lopez,
 Pedro Molina Fuentes, Roberto Meeck, Ernesto S. Gomez, Delio J.
 Gonzalez, Ramon S. Suarez, Martin Solano, Bonifacio Nuñez, Eduardo
 Reigon, Cárlos Echarte, Joaquin Dilloy, J. J. Villafreh, Pastor
 Nuñez, Santos Miranda, Rodolfo Vaca y Perez, Pedro Gimenez, Francisco
 Domeneche, Cármen R. Lewis, Juan José Rivas, Estanislao F. Carpy,
 A. Lorenzone, E. Legris, Eusebio Lamas, J. A. Lopez, Antonio Mena,
 Eduardo Fernandez, Juan B. Griego, Felipe C. Sanguinetti, José M.
 Urien, Cárlos Sanguinetti, Sebastian Cánovas, Arturo C. Abrines,
 Domingo Andiarena, Luis Peirano, M. Laurencena, Saturnino Lopez, Juan
 B. Rampazzi, Segundo Arza, P. Damiani, Estéban Romero, Antonio M.
 Dominguez, Manuel Athor, H. A. Canaveri, Arturo B. Mariani, Luis F.
 Miramar, Exequiel Llera Achával, D. T. Trillo, Tomás Wildner, Ignacio
 M. Rivas, Otto B. Widner, H. Quilinner, Juan Troleres, Aristóbulo
 Quilinner, Tomás Riera, Epifánio Reynoso, F. Cerdeñas, A. Delgado, A.
 Ponce de Leon, Luis Dominguez, O. Palacios, P. Barberis, E. Barberis,
 H. J. Morello, D. Thiolo, Isidro Valido, J. B. Crolo, Fabian S.
 Medina, Rodolfo Villamayor, J. L. Fernandez, H. Silva, N. Cúcolo,
 E. Cartes y Breton, Tomás Rebollo, Francisco Negro, Irineo Rebollo,
 Pedro Gutierrez, Estéban G. Denis, Luis Molina, J. E. Riva, Tomás
 Ruiz, César I. Medina, Manuel G. Pintos, Santiago Lima, Andrés Mirver,
 Pablo J. Vazquez, Manuel Macias, Francisco Arias, S. Moreno, Gabino
 Aguirre, Simon F. Moranchel, Ambrosio Villar, Juan F. Muca, Anibal
 Riera, Cárlos Fernandez, Lucio Antola, José Luis Morales, Eugenio
 Lima, Aurelio Pintos, Zenon Salas, Cipriano Briaco y Rios, P. Ris,
 José Bazterrica, Nicanor J. Calvento, Miguel Hernan, Cárlos Camilion,
 E. Romero, Juan Peirano, Juan Garcia, José M. Bastarrica, Sifronio
 Cáceres, Salustiano Salupre, Ventura Bianchi, Pedro Ferreyra, Agustin
 Caro, E. Fernandez, Ramon Olaizola, Luis Garcia, Juan R. Fernandez,
 Emilio Plaza Riera, Juan Moyano, Ambrosio Sosa, Atanasio Chaves,
 Juan Cuello, Joaquin Acosta, Pedro Ledesma, José Montiel, Francisco
 Changuia, Venancio Monzon, Pastor Romero, Máximo Espinosa, Higinio
 Rodriguez, Serápio Rodriguez, Gregorio Alvarez, Ramon Degruchi,
 Irene Miranda, Agustin Moyano, Pantaleon Figueroa, Zacarias Lescano,
 Rudecindo Pinedo, Santos Galeano, José Aguirre, Guillermo Olarriaga,
 Florentino Orellano, José Medina, Juan Ferrari, Liborio Jara, Sisto
 Torres, Damian Balcarce, Víctor Aguilar, Eduardo Rodriguez, Pascual
 Casas, Desiderio Diaz, Ramon Ledesma, Juan Capurro, Miguel Tusak,
 Angel Elorsi, Regino Faria, Patricio Faria, Luis Negretti, Sandalio
 Añorga, Juan Luna, Ramon Sanchez, Francisco Lujan, Vicente Fiuranti,
 Nicolás Olivertt, Máximo Lopez, Norberto Cuello, Pedro Lopez, Ramon
 Entrecaso, Celestino Ruiz, Felipe Roja, Juan Miranda, Vicente Ahumada,
 Federico Moreno, Roque Orellano, Santos Villavicencio, G. Juan Riera,
 Antonio Gallol, Robustiano Galli, Policarpo Monserrat, Jorge Ortiz,
 Dionisio Arrieta, Bartolo Cejal, Nicolás Piacano, Juan Víctor,
 Gregorio Rosales, Luis Mondil, Anastasio Gonzalez, Manuel Almaida,
 José Castro, Joaquin Quintero, Manuel Rapto, Vicente Cuenca, Martin
 Aragon, Arcenio Sanco, Juan Rodriguez, Nolberto Lopez, Cristóbal
 Gleumon, Andrés Pereyra, Casimiro Rosales, Lino Arce, Alejandro
 Reynoso, Venancio Arias, Jacinto Sanchez, Pedro Taborda, Ventura B.
 Santillan, Pedro Etchandez, Avelino Córdova, Elías Rojas, Sisto Casco,
 Roman Soves, Rafael Delaguila, José de la Rosa Marquez, Juan Peralta,
 José del Villar, Bernardo del Villar, Victor Leon, Mariano Diaz,
 Higinio Martinez, Juan Medero, S. Ledesma, V. Cartocio, J. Bahamonde,
 José Lopez, Belisario Barroso, José Loroble, Martin Diaz, Hipólito
 Herrera, Vicente Arroyo, Pedro Benitez, Domingo Lombardo, Apolinario
 Géngora, Juan Boccardo, Andrés Mazzini, Rosario Mastilibesti, José
 Reabis, Jubileo Hedredia, Zoilo Rodriguez, Cayetano Velis, Gregorio
 Velis, Domingo Rinaldi, Juan de la Cruz Peña, Angel Gallo, Felimon
 Flores, Juan Ténela, Luis Boerr, Daniel Idoyaga, Ramon Ohuz, Francisco
 Oralto, Aguisar Quiroga, José Cruz, Felipe Aguilera, Pedro Reyna,
 Nereo Alfonzo, Ubileams John, Juan B. Finochio, José Jaime, Máximo
 Aguero, Manuel Rivero, Zoilo Vergara, Máximo Ferreyra, Jesus Slanis,
 Aredicto Tapia, Celedonio Castillo, Fermin Mariño, Emilio Garcia,
 Benjamin Garcia, Rómulo Villallece, Manuel Montenegro, José Olguin,
 Juan Gauna, Mateo Villoba, José Romero, Pedro Astudillo, Estéban
 Romero, Juan Avila, Benigno Guardia, Joaquin Amorosi, Vicente Cardoso,
 Venancio Elías, Avelino Montiel, Máximo Reynoso, Abdon Laguerre,
 Epifanio Pombo, Perfecto Tudueña, Antonio Martinez, Wenceslao Suarez,
 Cayetano Vidal, Alejandro Vargas, Arturo Leon, P. Leon, T. Lescano, R.
 Lavalle, L. Lavalle, Dionisio Lavalle, Máximo Acuña, Lorenzo Sejas,
 Antonio Gutierrez, C. Martinez, Emiliano Gamara, Miguel Correa,
 Modesto Lavalle, Domingo Coronel, Tomás Coronel, Gregorio Freite,
 Victario Montiel, Gerardo Montiel, Julian Rojas, Felipe Almada,
 Emilio Siño, Galileo Fabiani, José Barva, José Palacio, Manuel Perez,
 Felipe de Tito, Leopoldo Alejandro, Mariano Tobarez, Mauricio Ibarra,
 Fernando Martinez, Antonio Ifran, Cecilio Haedo, Pedro Lafleure, Lúcas
 Echevarni, Luciano Chaves, Pedro R. Rey, Andrés Calderon, Juan Nera,
 Ramon Mancilla, Simon Alvorno, Serapio Montes, Pepe Bonafon, Facundo
 Millan, Domingo Aguilar, Silverio Alejandro, Remígio Acuña, Fidel
 Gramajo, Manuel Ramos, Cármen Tiseira, Segundo Ulariaga, Santiago
 Rolon, Máximo Herrera, Hipólito Ledesma, José Vazquez, Manuel Aranda,
 Pedro Escobendo, Tomás Martin Corro, Guillermo Japeson, Teodoro
 Padilla, Justo Firma Paz, Ernesto Rodriguez, Juan Cavanna, Apolinario
 Benegas, Julio Paez, Cármen Castaño, Ventura Leyva, Angel Forabacil,
 Nicolás Spinelli, Wenceslao Suarez, Hipólito Saavedra, Antonio Foi,
 Feliciano Ramos, José Gomez, Mariano Sadux, Nicolás Foix, Leocadio
 Romero, Antonio Gruchi, Bernardo Etchegaz, Santiago Tubaldia, Rufino
 Diaz, Santiago Llanilli, Mariano Alonso, Alejandro Torres, Fermin
 Fernandez, Urbano Gorosito, Raymundo Cortés, Luis Giolverty, Cirilo
 Martinez, Domingo Mendoza, Guillermo G. Regeral, Emiliano Aguilar,
 Pedro Melo, Felipe Diaz, Isidro Sosa, Luciano Peron, Desiderio Gadea,
 José Bonaffort, Pedro Alderete, Pedro Bordal, Eulogio Bazan, Juan
 Molina, Pascual Ferreyra, Abelardo Córdoba, Antonio D. Ambrosio,
 Pascasio Chaves, Bailon Lugones, Laurentino Villalva, Pedro Sanchez,
 Cárlos Basualdo, Aureliano Dozo, Fortunato Santa Maria, Pedro Bucelé,
 Fábio Dozo, Fidel Herrera, Carmelo Deschuz, Zenon Valdez, Justo Diaz,
 Avelino Calderon, Pablo Ferreyra, F. Mendez, A. Gauna, Martin Cola,
 M. Andrade, Luis Benitez, C. Fattoni, V. Borda, C. Vidal, Mariano
 Roja, Eusebio Quinteros, Teodoro Parra, Avelino Acosta, Alberto
 Cálma, Victoriano Villagra, Rufino Macias, Santos Conderol, Juan
 Alarino, Justiniano Luna, Benjamin Garcia, Ignacio Sanchez, Eladio
 Acosta, Luis Valecio, Raymundo Orellano, Bernabé Peralta, Bernardo
 Matiani, Ponciano Mancilla, Ramon Roldan, Cárlos Vett, Narciso Molina,
 Francisco Flores, Vicente Aliman, Heraclio Conera, Artemio Regalado,
 Francisco Mendez, José Zubiau, Bruno Villalva, Santiago Rolando, José
 J. Gomez, Gerónimo Oros, Andrés Gorche, Rumualdo Cabrera, Cárlos D.
 Rosas, Sebastian Colio, Cárlos Basualdo, Dionisio Contrera, Nazario
 Arce, Pedro Trenque, Ramon Burgos, Mariano Castro, Nacionceno Marquez,
 José Larrea, Teodoro Fernandez, Guillermo Osterlum, Julian Marquez,
 Bautista Zárate, Pablo Rossi, Eduardo Moran, Luis Balecio, Francisco
 Cuello, Domingo Doulciaure, Francisco Goitia, Luciano Abaca, Ricardo
 Zárate, Pedro L. Furcada, Cárlos Castaldo, Floriano Gimenez, Agapito
 Perez, Angel Gonzalez, Nicolás Alberto, Francisco Capelo, Hipólito
 Mercado, Juan José Balle, Ramon Diaz, José Graciana, Pedro Gaitan,
 Tomás Carranza, Manuel Junco, Tristan Blanco, Evaristo Lucena,
 Crecencio Montoya, José Garrasa, Tráncito Mandonado, Félix Rodriguez,
 Federico Francci, Lorenso Sorenseu, Juan Goyena, Juan Veier, Rafael
 Dulce, Eduardo Cuello, R. Mancilla, O. Favale, S. Serrano, J. A.
 Ormasabal, Belisario Marquez, Benito Z. Velazquez, Simon Albornos,
 Eustaquio Santillan, Salvador Calderon, Pablo Monges, Márcos Passati,
 Irineo Rivademar, Domingo Mariani, José Priniani, Agustin Malarin,
 José Dominguez, Damian Olah, Martin Gutifredi, Eulogio Sosa, Pedro
 Centurion, Julio Conte, Tomás Visedino, Gumercindo Gomez, J. M.
 Pererra, F. Canete, Benito Laviño, Hilario Correa, Marcelino Cabrera,
 Gervasio Rodriguez, Calixto Becerro, Alberto Aleu, Pedro Berger,
 Santos Montenegro, Cristóbal Tassi, Manuel Medina, Seferino Marquez,
 Fortunato Ramirez, Ramon Suarez, Rosario Moran, Francisco Charrella,
 Juan Slarino, Froilan Lopez, Francisco Auza, Rómulo Terruelo, Tomás
 Ruiz, Manuel Lucero, Juan Gutierrez, Bernardino Escobar, Agustin
 Cabanilla, Desiderio Herrera, Nicomedes Montenegro, José Dominguez,
 Silbano Fúnes, Roque Arroyo, Jacinto Palma, Juan Busetta, Aureliano
 Perez, Félix Estocle, Felipe Cordero, Rosario Perez, Simon Corbalan,
 José Rodoni, Juan Bustos, Nicomedes Córdoba, Genaro Vega, Santiago
 Wualch, Ritoriano Zavala, Domingo Barrionuevo, Valentin Villa Real,
 José Bentro, Martin Anchordrequi, Martin Almada, Pablo Terani,
 Albino Rocha, Modesto Reinoso, Vicente Ochoa, Saturnino Alems, Jesús
 Romero, Juan Glin, Rafael Paredes, Andrés Malcolmo, Galo Guevara,
 Luis Lopez Camelo, Doroteo Fernandez, Casto S, Cabian, Sisto Dorado,
 Javier Martin, Cármen Mualton, Gregorio Martinez, Juan D. Marco,
 Luciano Ortíz, Leopoldino Perez, Mateo Villafañe, Justo B. Castex,
 Pedro Monsalvo, Juan Paezo, Nicanor Cañifuir, Elias Moreno, Seferino
 Gigena, Benito Wilohe, Balbino Cesaralosa, José Soria, Gerónimo
 Aranda, S. Ortiz, Moisés Corres, Juan Hernandez, Juan Kiqueni, Luis
 Tordel, Mariano Gomez, Fortunato Gomez, Nicanor Lesa, Eublogino
 Lujan, Chafino Olgin, Concepcion Roldan, Enrique Prado, Primitivo
 Meidana, José Ganza, Tiburcio Gauna, Habran Allende, Miguel Depauola,
 Rodrigo Cabrera, Andrés Salias, Francisco Sueldo, Emiliano Golcel,
 Pedro Franco, Benero Gonzalez, Marcelino Martinez, Roque Molina,
 Bernabé Arangure, Justino Ponce, Fortunato Orlan, Sisto Rodriguez,
 Fernando Ramirez, Gregorio Ibañez, Antonio Ignacio Mena, Pedro Mena,
 N. Ventura, Pedro Haurie, Cuan Haurie, Antonio Curenne, Andrés
 Aubeges, J. Page, A. Aranchaga, Cárlos Quincocet, M. Yanguas, Angel
 de Paz, Pedro Muchare, Francisco Monta, C. Ecozetti, D. Perez, F.
 Melgarejo, Benito Melglioni, Francisco Perez, E. Lopez, Luis Laborde,
 Severo Aguiar, B. Bousquel, Antonio Guidot, Manuel Chauz, Benito
 Sanchez, Salvador Grigo, J. Y. Fernandez, Manuel Saens, Juan Mezía,
 Manuel Quincorez, Julio Lacantte, M. Mazas, E. Dufey, S. Guerra, A.
 Paulan, Isaac de Miguel, Manuel N. Yanguas, Enrique de Igual, Pastor
 Beuguet, Lino de Loy, Agustin Piñero, E. Hernandez, R. Rivas, Serapio
 Ortiz, Sayout E. Neyes, Ceferino de Granda, Fernando Dubecg, A.
 Verriol, C. Chapullié, C. Barrié, Antonio Lafuente, Florencio Roso,
 Antonio Sanchez, Francisco Molledo, José del Dago, E. Buchione, F.
 Real, A. Pourcade, P. L. Rendon, Pedro Goicochea, Jaime Pascues, A.
 Obievir, Luis de Filippe, Miguel Aznarez, Martin Armando Bousige,
 Angel Petipalde, A. Belloni, V. del Valle, Louis Albadie, Pedro
 Miramontes, Juan Harlucey, Pedro Gandroni, Mariano Lacarrera, Salvador
 Mendez, José M. Suerra, Juan J. Trabuco, Manuel Alda, Emilio Lanieu
 Let, Manuel Seiro, Juan Lafargue, Leopoldo Lafayette, José Barrere,
 Pedro Lanique, Luis Lafetti, Andrés Logegasey, Francisco Parteñay,
 Eugenio Bouche, Pablo Dumas, Nicolás Brissac, Pablo Ducarde, Luis
 Mareau, Emilio Danemarbu, Pablo Eitrobul, Juan Bautista Leusti, José
 Labrarraguau, Pedro Fernandez, Cándido Luero, Manuel Mendez, Serafin
 Alonso, Antonio Intriago, José Garcia, Felipe Lody, Antonio Mira,
 Pedro Hernandez, Ambrosio Hernandez, Benito Cobas, A. Parenthou,
 Manuel Garcia, F. Ventura, Armando Lacasague, Juan Manescau, Juan
 Delfino, Juan B. Pelluano, Nicolás Viacava, Rafael Cecchi, Antonio
 Olivera, Vicente Olivera, Pedro Olivera, Pedro Barbier, Juan Altos,
 Miguel Rizi, Saturnino Lopez, Eduardo Caminos, Julio L. Perissé, F.
 Castillo, Santos Lopez, Emilio Manteuser, Ignacio Gonzalez, Manuel
 F. Aragunde, Alejandro Caamano, Pedro Consoli, Remigio Prado, Ramon
 Jones, Rafael Lombardo, Francisco Rocca, José Pascual, Juan Jones,
 Francisco Patino, Floy Correa, Juan Botto (hijo), Lindor Jones, Pedro
 Gonzalez, Domingo Ayala, Gregorio Bustos, Cármen Chavez, Cármen Datro,
 Ramon Quintana, Andrés Frosimo, José D'Atri, Cornelio Volquinta,
 Francisco Bosoya, Antonio Chilia, Pedro Loreto, Estéban Palma,
 Rafael Raynoso, Francisco Talabella, José Tabordo, Patricio Pereda,
 Pedro Viola, Gregorio Ibarra, Juan Vita, Tito Folco, Manuel Cordoro,
 Pedro Remoli, Angel Mardocci, Alfredo Folco, F. Manuel Moyano, Juan
 Gomez, José M. Gimenez, Lorenzo Fernandez, Julian Ledesma, Miguel
 Guisualdo, Antonio Ladaga, Samuel Santucio, Genaro Feolo, Juan Lemos,
 Genaro Falabello, Domingo Seraitrongeio, Rafael Bontempo, Vicente
 Costanzo, Manuel Martinez, Antonio Grimaldi, José O. Melandro, Domingo
 Alarcon, Juan B. Candis, Eusebio N. Garibaldi, Miguel Petroni, Juan
 Bustamante, José Barrionuevo, Pedro Tavorda, Arturo Camaño, Miguel
 Aseurra, Mauricio Ballesteros, Aurelio Cabral, Cármen Picon, Rosario
 Pizarro, Francisco I. Proprato, Andrés Saria, Santos P. Lopez, José
 Maria Lopez, Remigio Prado, Telesforo Guma, Alejandro Taborda, Benito
 Andrada, Pablo Andrada, Ramon Britos, L. Maldona, Antonio Britos, F.
 V. Diaz, S. Albarracin, Joaquin Araña, Agustin Ferreyra, A. Py, A. J.
 Armentano, Cárlos Medina, Juan Eloisa, Juan Ledesma, Lucio Correa,
 Felipe Vazquez, Heráclio Santillan, Pedro Gutierrez, Leopoldo Limes,
 Mariano Gupita, Francisco Posse, Rufino R. Landivar, Servando Rios,
 Epetilde Murat, P. Juan, P. Eduligue, Cárlos Saborido, Ramon Cisnero,
 R. Guastarmo, Mariano Arau, Salvador Mauris, Alonso Blanco, Ideforo
 Fernandez, Jacinto Meabe, P. Ana, S. A. Albsur, L. Alba, Juan José
 Silva, Juan Vila, Alvino Cerantes, Felipe Vazquez, Irineo Ballo, Juan
 Eloisa, Antonio Albarracin, A. Silva, Cárlos Seré, Juan Gastaldi,
 N. Garcia, A. Morales, Higinio Rodolfo Alisa, Prudencio Chaves, J.
 M. Dallier, Domingo Dallier, Juan Bares, M. Argaiul, George Russel,
 L. Lopez, Luis Scholet, Victorio Maroadi Manfredo, Juan B. Piass,
 Basilio Latierro, Juan Cámara, Francisco Berdugo, José Perez, Angel
 A. Sanchez, José Bonet, Pedro Gorostiaga, Antonio Silva, Luis Perez,
 Juan Parma, Juan Domingo, Juan Marini, Tomás Marini Moyarez, Estéban
 Borzone, Dolazza Francisco, Ignacio Rodriguez, Alberto Ronza, Facundo
 J. Ortiz, José Rodriguez, Ramon Indart, Severo Spronieri, F. Estrada,
 Ramon Ayazo, Amato Raffael, Frelmano Carocelli, S. Stimona, Nicasio
 Chavez, Gregorio Romero, Cándido Canisello, Cristóbal Esperanza,
 Pedro Labandon, José Montaldo, Ramon Rodriguez, José Bernal, José
 Salgucino, César Bosco, Antonio Fupo, Varni Giovanni, Dalla Longa
 Angelo, Laureano Bess, Sirbani Giuseppe, Isidro Zundde, Enrique
 Rodacho, A. Q. Paz, Luis Castañino, Avelino Dutherlandi, Roberto Cano,
 Francisco Vicente Ferro, G. Busia, Luis Gonnala, Manuel Sevane, Jean
 Gertsch, Bonfanti Costante, Juan Otkoby, Luis Anglade, J. P. Fervin,
 A. Fernandez, D. Fernandez, A. V. Canevaro, Ignacio Goyena, Pedro
 Andueza, José Morán, Pedro Rolas, Teófilo Vidal, Lorenzo Uniba, Boule
 Louiz, Ramon Quintana, Francisco Marino, Santiago Mateo, Evaristo
 Islas, Antonio Conti, Seferino Menendez, R. Gonzalez, Roldan Beses,
 Joaquin Alica, Ceferin Dominguez, K. Moray, Anastacio Gonzalez, Luis
 Rodriguez, Félix Guzman, Fortunato Peña, José Lucero, José N. Perez,
 Gregorio Colman, Manuel Basualdo, José Bullon, Narciso Reinoso, Fermin
 Telechea, Belisario Bonifacio, José Gonzalez, Juan Camino, Alberto
 Muñoz, Jacinto Varela, Toribio Jaureguiberry, Manuel T. Lucio, M. C.
 Gomez, Manuel Torres, Angel Ningiando, Alberto L. Galan, J. F. Franco,
 Daniel Casanande, Juan Francisco Coutiño, Vicente Golori, Isaac Diaz,
 Benito Olmedo, Modesto Bengolea, Silverio Castillo, Daniel Balladares,
 Vicente Gomez, Cecilio Jaime, Juan Buero, Máximo Ortiz, José Gallo,
 José B. Flores, Faustino Chena, Félix Claverié, Mateo Gustavo, José
 Stéfano, Benito Afraiz, Juan Haves, Aureliano Gororito, Irineo Vivas,
 Pedro Perez, Eustaquio Posadas, Felipe Vivarot, Felipe Carímando,
 Roque Ramos, Pascasio Aquino, Estéban Bargas, Donato Torres, Lorenzo
 Silvian, Pedro Nieto, Justo Luna, Cruz Duran, Angel Montes, M. Torres,
 José Gonzalez, Martin Faure, Rafael Lastra, J. B. Serez, Leopoldo
 Corti, Estéban Marquez, F. Lúcas, Castelli Enrique, Alessio Vingati,
 Dorigo Efisto, Juan Gomez, Vittorio Malvarito, Antonio Gonzalez,
 Arturo Espinoso, Molinari Cárlo, E. M. Magnot, Saverio Abregú,
 José Secundo, Cárlo Raguin, Pedro Cerviño, Francisco Ray, Manuel
 Mattalobos, Juan Loy, Félix Codina, José M. Catalá, Andrea Bengoa,
 Juan Garcia, César Marcon, Antonio Silva, Josè Anfossi, Francisco
 Moraiso, Pedro Gario, Faustino Chabri, Enrique Rojas, Felipe Robbiani,
 Napoleon Poiro, José Ornati, Jacinto Navarro, Juan Fernandez,
 Vicente Vignati, Rafael Negri, Cárlo Lupil, Rufino Seguí, Rosendo
 Gutierrez, Pedro Rosales, Servando Rada, Juan Barbiar, Feliciano
 Dehesa, Francisco Gearceti, Luis Lafon, José J. Guaristi, José Pugui,
 Pablo Quintero, Miguel Saenz, Domingo Fiacacio, Manuel Maffei, Vicente
 Grassino, José Bianchi, Sacaria Giovin, Concardi Paolo, Miguel
 Barranchini, Agustin E. Grigore, Luis S. Fernandez, Antonio Manduca,
 Benjamin Siles, José Almada, Emilio Seres, Aquiles Brota, Indalecio
 Insua, R. Ferreyra, Jacinto Iturraspe, Fernando Parraberé, Julian
 Ortega, Manuel Lecona, Cárlos Grancela, Juan Mollares, Robustiano Met
 Gerez, Benedicto Platino, Aquile Anglinetti, Domingo Falcon, Angel
 Sapdito, Ignacio Navarro, Pedro Bissieres, José Plá y Bojorge, José
 Faggioni, Vicente Idigorás, Walderedo Huidobro, Estéban Zuazo, Lorenzo
 Faggioni, Gerardo España, Ricardo S. Perez, Arturo España, Juan
 Garmendia, Rafael M. Raggo, L. Landó Pascael, Diego Pettruchi, Andrés
 Mendia, Alberto Rojas, Antonio Burguet, Pedro Rojas, Hermógenes Gil,
 Manuel Robles, Espéluque Fule, M. Luna, Rudecindo Tello, J. Lezara,
 Damian Arce, Hemeregildo Artola, Julian Paveza, Ernesto M. Figueroa,
 Eduardo Lozano, Agustin Ortega, Antonio Garcia, A. Gutierrez, Pastor
 Lescano, José Vingas, Bernabé Olivo, Pedro Villegas, Eduardo Baez,
 Irineo Basualdo, Claudio Minchemberg, Pedro J. Herrera, Gerardo Ortiz,
 Julian Bosquellas, Ernesto Fernandez, Manuel Buendia, Blas Gonzalez,
 José M. Tarto, Manuel Quiroga, Raimundo Candal, Santiago Zubeldia,
 Apolinario Diaz, Julian Aireta, Félix Rodriguez, Rosa Carrizo,
 Eloy Tixeira, Solano Lorea, Fausto M. Gonzalez, Ramon Cabello,
 Rafael Morales, Gerónimo Montes de Oca, Gregorio Maldonado, Ernesto
 Rodriguez, Vicente Storino, José Fabre Palacios, Juan Solana, Pedro
 Cané, Francisco Guerrero, Manuel Cerdeyro, Bernardo Sala, Angel Perez,
 Anselmo Prado, José Duarte, José Romairone, Martin Deambrosio, José
 Donaielli, José Braco, Rosario Figueroa, Mercedes Molina, Romualdo
 Sanabria, F. Acevedo, Juan José Moreira, Diego Cunningham, José
 Vendre, Miguel Cantero, D. Alvarez, F. Castellano, Segundo Martinez,
 Juan Costagnino, Tristan Guzman, Belisario Ibañez, Antonio Gati,
 Nicolás Gabriel, Pedro Sanchez, Pedro J. Gallino, Juan Antonio Garcia
 y Villar, Juan Soto, Luis Petit, Andrés Mendia, J. Vicente Lescural,
 Maisomare Jean, Espéluque Fernard, Gleyse Lours, Magnan Joseph,
 Justino H. E. Lequend, C. Ramonet, Luis Martinez, Charles Laurent,
 Gerónimo Marino, Juan Chin, Emilio Anglad, Santiago Crestia, Federico
 Labarrére, José Conture, Juan Marques, Camilo Fumrt, Juan Bautista
 Boya, Pedro Poulicarde, Dupont Lourrent, Luis Lalanne, Juan Lozano,
 Reguinaldo Besges, Juan Granejean, Juan Tabares, José Garcia, Mateo
 Senéz, Segundo Lopez, Nemesio Pilar, Zenon Gomez, José Nuñez, Lázaro
 Villegas, Teléforo Cabrera, Teléforo Monteros, Agustin Rodriguez,
 Agustin Niojas, Pablo Gosenches, Pascual Gascochea, Manuel Goprale,
 José Obeja, Pedro Monmus, Andrés Bangelista, Nasario Ordoño, José
 Fustans, Salustiano Fuentes, Cárlos Maldonado, Antonio Merman, Estéban
 Beiga, Francisco Sosa, F. Beiga. Ramon Diaz, Ernesto Lavaldella,
 Romato Castro, José Labades, Juan Tildes, Luis Colbon, Tomás Lopez,
 Pedro Garcia, Antonio Gonzalez, Francisco Rodriguez, Antonio Perez, T.
 Perez, I. Geguxoc, B. Lozano, H. B. Berza, Justo Lopez, Manuel Suarez,
 Ponciano Navarro, Prudencio Lopez, Sonforis Delgado, Casimiro Sosa,
 Luis Grande, J. M. Dellier, Otilio House, Lorenzo Gutierrez, Pedro
 V. Saliche, Nicanor Valenzuela, Mariano Diaz, Mariano Escola, Pedro
 Grani, Honorio Gonzalez, José Lopez, Manuel Villord, Manuel Otero,
 Manuel Lopez, Guillermo Sosa, Cipriano Zepeda, Teófilo Alcántara,
 Justo Batiz, Marciliano Garcia, D. Pintos, Manuel Gonzalez, Pedro
 Dondi, José Perez, Ignacio Pito, Teodoro Gimenez, Antonio Medina,
 Cárlos Villanueva, Luis Dominguez, Domingo Pedriel, Claudio Crespo,
 Julian Ortiz, Natálio Borga, Francisco Grandes, Mariano Bervide,
 Miguel Carcaño, Juan Gorostiaga, Manuel Campos, Desiderio Sapana,
 Sisto Medina, Pedro Lopez, Ildefonso Medina, Cornelio Chaves, Juan
 Dondez, Francisco Lujan, Cárlos Dollera, Cármen Miranda, Miguel Mateo,
 Ignacio Gonzalez, Fablo Sucas, Nicasio Chaves, Nicanor Castro, Domingo
 Angulo, Manuel Aguirre, Cipriano Silva, Manuel Cepeda, Dionicio
 Aguilar, Luis Marguena, Pedro Dufilan, Adolfo Lopez, Mateo Miranda,
 Apolinario Alcántara, Enrique Lamarque, Justo Faure, Cárlos Manceno,
 Ignacio Artola, Benigno Montes, Lorenzo Mendia, Fortunato Mazza, Pedro
 Ramos, Andrés Camponovo, Miguel Etcheverrigaray, Justino Ramayo,
 Pascual Puerzo, Fermin Goyena, Pedro Barreyro, Antonio Aznar, Adriano
 Artola, Manuel Lenzina, José Miranda, Antonio Perez, José Barrientos,
 Domingo Racio, Benito Lem, Juan Perez, Pablo Reisug, Augusto Salgado,
 Valentin Lore, C. R. Martinez, T. Acevedo, José D. Varloto, Fernando
 E. Cruz, Antonio Pasco, Ramon Cano, Martin Monasterio, Martin Frias,
 Juan F. Ponce de Leon, Juan Cambone, Abdon Aguirre, Joaquin Trollana,
 Benito Ledo, Enrique Villa, Fermin Avendaño, Juan Pons y Oliocia,
 Dionisio Cabrera, Adolfo Srochio, Francisco Friacchia, Ponciano
 Inchaurraga, Denegri Pio, Domingo Debenedetto, Domingo Mazzolo,
 T. Martinez, D. Bracamonte, Emilio Perez, Juan Enriquez, Rodolfo
 Lopez, Octavio Villa, Nicolás Villa, Domingo Lopez, Martin Nella,
 Jacinto Perez, Manuel Rodriguez, Maximino Rodriguez, José Rotta,
 Bariterio Cuorna, Tomás Caumo, José Busto, José Cuorna, J. Lazcosa,
 J. Basani, José Itarrani, Luis Munia, José Mauricio, Antonio Larioza,
 Antonio Paiz, Luis Muglia, Jacinto Taborda, Belisario Bolda, Manuel
 Mujica, Tomás Rodriguez, Pedro Noletti, Daniel Sagarra, Campolican
 Molida, Cayetano Bellogrado, Santiago Menarrodi, Enrique Lamarque,
 Pedro Bay, Mariano Aguirre y Gomez, Domingo Lousta, Fernando Gary,
 Prudencio Ramirez, Alfredo Olmos, Mariano Ortega, Justo Suarez, Manuel
 Rodriguez, José Petta, Mariano Ruiz, Mario Garcia, Irineo Zabala, J.
 Huidobro, Provin Diaz, J. Navarro, Juan Funes, Amadeo Rivas, Cárlos
 Leone, Alejandro Anguisola, Juan Lopez, Juan Telecheira, Epifanio
 Garmendia, Antonio Irusqui, Francisco Canorola, Bernardino Pichinini,
 Juan Baustista Morecha, Jacobo Monoti, Pedro Arellano, José R.
 Martinez, Juan Maria Ferrand, Hilario Artega, José San Sebastian,
 Domingo Luraschi, Pedro Laguens, Luis Calagonio, Luis Martinez,
 Francisco Garcia, Luciano Torre, Antonio Marini, Cárlos Leon, Juan
 Fragoza, Nicolá Deluga, Pedro Puyol, Ramon Gonzalez, Pedro Rechecopar,
 Torcuato Tarragos, Francisco Tarragos, Victor Tiyot, Juan Censer,
 Isidoro Rivas, Domingo A. Arroyo. Estanislao S. Cuchipere, Agoanegio,
 Mateo Bonaza, Ramon Raquiny, Juan A. Luis, Jacobo S. Raqueli, D.
 Santillan, W. Rosquellon, Julio Panta, J. Ralipe, José Fuehar, Emilio
 Giarloló, Juan Rocatallata, Pedro Safate, Héctor A. Castelletti,
 Pedro Safate, Juan Diaz, Victor Rivas, Wenti Ristorni, Pedro Casares,
 Rojelio Lopez, Mariano Spoti, Manuel R. Fernandez, Ricardo Lafuente,
 Emilio Cambaceres, Jorge Salve, Pascual Rifio, Jupilano Chizola,
 Santos Alvarez, Manuel Ramos, Eustaquio Romero, Mariano Rodriguez,
 Pedro J. Casares, A. J. Riso, Pedro Lafuente, Carmelo Rosale,
 Marcelino Borda, Juan M. Sanchez, Manuel I. Mateos, Serápio Villalva,
 M. Sabala, Cipriano Mandeloy, Vizenzo Marini, Honorios Roineau, Pedro
 Rios, Juan Pla, Federico Aragon, C. Chacon, M. Irrazabal, Elias
 Silveyra, E. Filipino, R. Fenta, P. Ramirez, M. Planchet, Francisco
 Spini, Estéban Gorrego, Manuel Illezca, Claudio Colman, Toribio
 Morales, Antonio Maestro Estévan, Gregorio Malina, Leandro Hierra,
 Nazario Oroloña, Claudio Faria, Pedro Batalla, Fernando Holquin,
 Francisco Parodi, Manuel Solarez, Juan Couper, Zolio Marani, Andrés
 Pablo, José Aguirre, Antonio Garcia, José Aruti, Roberto Renes, Pedro
 Perrona, Angel Establa, Antonio Peino, Felipe Arias, Seclio Averza,
 Juan Angel Ruiz, Isidoro Rodriguez, Paulino Ramirez, Adrian Delzis,
 Juan Galerano, Augusto Gomez, Fermat Angulo, Gabriel Correas, Pedro
 Medina, Rafael Gonzalez, Cárlos Rodo, Pablo Rebertson, Manuel Suarez.
 S. Lupi, Vicente Garcia Buena, Pedro Fontana, Fermin Rodriguez,
 Antonio Videla, Vicente Pinola, Luis Podestá, F. Manuel Felli, Pedro
 Aguirre, Juan Bautista, Antonio Ceipede, Juan A. Reyes, Antonio Reyes,
 N. Durapont, Eugenio Michy, Leopoldo Asacé, Maria Juan Sabina, Liborio
 Iturralde, Constante Agaffin, S. Resimone, H. Morati, M. Loza, Zenon
 Albizur, Isidro Perez, Cárlos Lee, Antonio Garcia, Pedro M. Ogando,
 Nicomedes Garcia, Antonio F. Seiles, Paulino Ayala, Justiano Martinez,
 Pastor Diaz, Angel Lisa, L. Gutierrez, Justo Lima, José Lozano,
 Manuel Ramirez, Angel Manfredi, José R. Isla, L. Castañidon, Rafael
 Gimenez, Angel Videla, Pedro Correa, Francisco Garmendia, Martin José
 Zulizea, Martin Garmendia, Pedro Movia Sulivia, P. Juan Rabue, Juan
 Bautista Sulivia, Emilio Soto, A. Barebi, Merejildo Munagarren, Alesio
 Sbariggi, Pugale Gérome, J. Llobera, Gil Sarmiento, Meluque Bernardo,
 Biron Juan, José A. Trugillo, Luis Lecurat, Julian P. Aguirre, Pedro
 Vilaplang, N. Bongoa, J. Magno, E. Seligmano, Manuel Blake, Tomás
 Irigoyen, José Bonet, Luis B. Cabrera, Julio Riguad, Justo Rosas,
 José Bastan, Antonio Peralta, Pedro Rojas, Julian Suarez, Bartolomé
 Pita, Pedro Salinas, José Gonzalez, Angel Ludroico, Bernaba Terrasa,
 Manuel Martinez, Daniel Chico, Anglad Bernarde, Haurot Firmin, Augusto
 Sambillan, Pedro Goyenecha, Belisario Sapata, José Ramirez, W. Ture,
 Reno Belino, Pedro Milodias, Juan Ortiz, Bidejain Pedro, Barneche
 Pierro, Inzua Manuel, Hangerone Gaíllas, A. Seteres, J. B. Amardeil,
 A. Dubaut, Mariano Mas, Teófilo Vidal, Boulé Louis, Francisco Mas,
 Pedro Greshan, Juan Alanvig, Scimitt, Joseffa Abart, Bernard Raucau,
 Donsalat Joseps, Prére Francais, Courel José, José Rossetti, Serisé
 Enrique, Plane Seraphin, Agustin Boya, Pordiquard Louis, Miguel
 Vignau, Darrigrand Juan, Tumat Camille, Luis Mirassan, Prat Juan,
 Santiago Montferrand, Leon Dufourch, Justo Lopez, Leon Mateo, Luis
 Cucullas, Enrique Gurtte, Patrique Pedro, Cayetano Bellorano, A.
 Sesbia, L. Basso, Jorge Garcia, P. Lamor, Bernardo Cabro, José
 Mendiondo, Angel Buenol, Julian Garcia, Luis Maria Costa, José
 Otamendi, Miguel Cañeti, Ulises Panadefin, C. Ceunsoeri, José Maroni,
 Luis Meza, Luis Viera, A. L. Luna, Serafin Anazagaisti, Juan Viera,
 J. de Albarez, Juan de P. Manague, M. Taveust, Francisco Martinez,
 Juan Simonet, Leopoldo Serron, Juan Fernandez Loncelo, J. Lloveras,
 Máximo E. Gomez, Vicente Mauricio, L. Doydico, Martin Estalilendo, S.
 B. Salaberra, Héctor R. Bezza, J. M. Ferrand, Joaquin J. Gonzalez,
 L. Ferron, Francisco Gimenez, Jorge Oscino, Victorio Giugero, Luis
 B. Paz, Eduardo Dauren, Blas Rizzi, Francisco Meula, Claro Gomez,
 N. Amaya, Venancio Pereyra, Venisio Luras, Emilio Torre, Leandro
 Videla, M. Reyes, Eusebio Martinez, Raimundo Rodriguez, Pedro Salinas,
 Eugenio Nura, Juan Ponz y Oivera, Manuel Represa, A. Fernandez, G.
 Curello, M. Sotuy, C. Figuerra, Vicente Gomez, J. Benasategui, Miguel
 Urrutia, Doroteo Martinez, C. Blanco, Rodolfo Aberqueta, J. Pesedes,
 José Verrez, Pedro Berné, Nicanor Roca, Agustin Fernandez, P. Agenor
 Satuyo, Marcial Rodriguez, Pedro Etharren, Julio Sanchez, Lucio
 Canelo, Ricardo Velez, Elzor Amoretti, S. Nuñez, Juan M. Sempé, Pedro
 Gonzalez, Antonio Santistevan, Alejandro Farragus, Pedro Arriala,
 Fernando Luna, Egecipo Moras, J. Ameetory, Fernando Espaiza, José
 Basto, Cárlos Bravo, Ricardo Landivar, T. A. Vivot, Angel Bueno, José
 Peluffo, Alberto Lilla, Sofia Puentes, Atilio Lomas, Antonio Borras,
 A. Silveyra, Ferdinando Astoul, N. Verderasa, Josué Silva, Luis B.
 Mayante, Enrique M. Vazquez, Vicente Alvarez, Luis Garcia, Nicanor
 Lapuente, J. Rosas, P. Ferro, N. Lozano, Pedro D. Locatelli, Manuel
 Retamar, Alberto Sueldo, Jaime Tilar, Franklin Lacoa, Agustin Nasarre,
 Mauricio Fura, Felipe Godoy, Abrahan Cuevas, Juan S. Saldivar, P.
 Barrenechea, Rufino Freré, José P. Güemes, Soilo Olmos, Nicanor Ramos,
 Luis Pasalucua, A. Barrenechea, Emilio Torres, Pedro Salinas, Leandro
 Videla, Raimundo Rodriguez, Lorenzo Cisnero, M. Reyes, Venancio Perez,
 Luis Mamberti, Gregorio Barros, Agustin V. Canevaro, José Rosiello,
 Francisco Amadeo, Pedro T. Rocq, Juan B. Ferreyra, Ernesto Etchegaray,
 M. T. Fauret, E. Banon, Juan E. Roca, Adolfo Fernandez Rojas, Jappola,
 Miguel C. Payso, C. Bhrind, Antonio G. Bittealabuje, Roque Carbajal,
 José T. Gayoso, Pedro Etchebarne, Alberto Glotina, Ramon Elgomayo,
 Elias Silva, Cayetano Berarch, Rufino Alegri, Juan P. Boado, Luiso
 Moisio, Tomás Billo, F. Panelo, Vicente Ranoppi, B. Ranoppi, Gabino
 M. Arrieta, M. Fernandez, B. Larroque, Miguel G. Galeguiana, José
 Etgorriaga, Arturo Anguisolo, Pedro Mezo, Tobia Palese, Angelito
 Rodriguez, Eduardo Martinez, Manuel Bavi, Manuel Alvarez, Canuto
 Eunadez, Becino Andrade, Julian Alonso Acegui, Blas Berutti, Isabel
 Contreras, F. Ezué, Remigio Rivas, Cosme Monsallo, R. J. Boroumberde,
 S. Oghambury, Cárlos Medina, Rosario Acevedo, Juan Sabandos, A.
 Miguel Correa, Cándido Sirizola, Francisco Bohlmann, Juan Laborde,
 Esteban Piñero, César Sena, Simon Corvera, Gregorio T. Posada,
 Emilio Villaerno, J. C. Amadeo, Fausto Sosa, Arceno Sena, A. Sena,
 Francisco Cazonet, Enrique Williams, Francisco Rojo, Pedro Lanamago,
 M. Maldonado Saile, M. Olmos, J. M. Romano, J. J. Granilla, E. Mujica
 Farias, H. Merkwit, M. Mujica Farias, E. S. Mujica, Adolfo Aleman,
 Aquiles d'Atri, Adolfo Llanos, H. Perez Gomez, Ramon Fonseca, Alberto
 J. Huergo, Francisco Chivif, Mariano Garcia, F. Gomez, Félix F.
 Badie, Jorge Len, Juan A. Loran, Antonio B. Vaes, A. Minetti, Pedro
 Boyazano, E. Badie, J. Loray, Juan Rabara, J. Mozos, Victorio Salar,
 José Rincon, Feliciano Chidon, Gabriel Revoro, Juan J. Barbero, Gavino
 N. Anieta, Rufino Rico, Sabino Zabala, Ernesto Benno, Felipe Ruá,
 Lauriano Ribarola, Juan Benitez, Augusto Fousol, Manuel Trambrelen,
 Juan Lanejanden, Ricardo Mesa, Pedro Marcagages, Adolfo Rodriguez,
 José Maria Pinto, Juan Cambrelen, Adolfo Torres, Nicacio Gomez, José
 Fernandez, Luciano Sanchez, Cipriano Terrer.



Notas

Se corrigieron errores obvios de puntuación e la ortografia.





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